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México D.F. Miércoles 11 de agosto de 2004
Estrenará una adaptación de La
noche de Epifanía, de Shakespeare
Prosigue Margules su búsqueda de la esencialidad
sin ornamentos
Se trata de una ''comedia amarga'' sobre el delirio
amoroso y la transformación sexual''
Tiempo, espacio y emotividad constituyen la base del
quehacer escénico, propone
CARLOS PAUL
La puesta en escena de Noche de reyes o como quieran
es una tragedia humana representada como comedia en la que todos los personajes,
maniatados por las apariencias, buscan su propia identidad y en la que
las relaciones sociales, políticas y sexuales están gobernadas
por el juego del poder, explicó el director Ludwik Margules a sus
actores en uno de los ensayos.
El
montaje, cuyo estreno será el sábado 14 en el teatro El Galeón,
da continuidad al concepto escénico y actoral de Margules, que de
acuerdo con el creador escénico busca la esencialidad, la organicidad
más pura, sin ninguna clase de ornamentos como fueron las puestas
de Cuarteto, de Heiner Müller, y Los justos, de Albert
Camus.
Como ''comedia amarga" es una adaptación de La
noche de Epifanía, de William Shakespeare, que aborda ''el delirio
amoroso y la transformación sexual", explicaría el maestro
Margules, cuyos conceptos ahora son parte de la bitácora del montaje,
dice Hilda Valencia, directora adjunta.
Esta versión -continúa Margules- ''reflexiona
sobre la fragilidad y mutabilidad de los rostros del amor, la segregación
y sectarismo como postura ante la vida".
Eros y el juego del poder
Es una comedia de enredos en la que cada uno de los personajes,
según su situación, identidad, apariencia o gusto sexual,
de manera ''paulatina nos develan la esencia del comportamiento humano,
el dolor que se esconde detrás de la risa, el Eros que se mezcla
con la aspiración al poder.
''No estamos ante una comedia simpática", señalaría
el director en otro momento de los ensayos.
La puesta en escena ''tratará de crear la relación
espacio-actor-tiempo, con el máximo ahorro de los medios de expresión
escénica".
Es una obra ''de delirio amoroso y cambios. Cambio de
identidad de las personas. Inclusive en las equivocaciones (o enredos),
en el juego de disfraces, hay alguna clase de juego de poder".
Responsable de la escenografía e iluminación
Mónica Raya, quien colaboró con Margules en Cuarteto,
Camino rojo a Sabaiba, de Oscar Liera y Los justos, explicó
que en esta ocasión la estética del espacio es continuación
de la exploración y planteamientos de dichos montajes.
Aun cuando aquí no existe esa distancia corta de
aproximadamente un metro entre los actores y el espectador, como en Los
justos, en esta obra, expresa la escenógrafa, ''el espacio vuelve
a ser microscópico".
Con Margules se trabajó con tres elementos que
podrían ser muy escuetos, pero que son la base del quehacer escenográfico:
tiempo-espacio y emotividad.
Físicamente la escenografía es una plancha
de acero, como esa especie de paredón que se presentó en
Los justos, ''pero ahora ampliado, lo que da otro sentido y significado".
Aquí, añade Hilda Valencia, ''a diferencia
de Cuarteto, obra en la que había una distancia entre el
actor y el público; el espectador tiene, por decirlo de alguna manera,
que 'cruzar', 'entrar' en el espacio escénico para apreciar la obra,
como en Los justos".
Traducida por Angelina Muñiz y Alberto Huberman,
con las actuaciones de Arturo Ríos, Miguel Flores, Emma Dib, Claudia
Lobos, Rodrigo Vázquez, Lydia Margules, Diego Jáuregui, Rodolfo
Arias, Carlos Ortega, Alejandro Navarrete, Pedro Izquierdo, Cristian Baumgartner
y Luis Fernando Rojas, vestuario de Beatriz Russek y música original
de Gonzalo Macías, Noche de reyes o como quieran se estrenará
a las 19 horas, el próximo sábado, en el teatro El Galeón
del Centro Cultural del Bosque (avenida Paseo de la Reforma y Campo Marte,
atrás del Auditorio Nacional).
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