México D.F. Miércoles 11 de agosto de 2004
Santiago Portilla y Enrique Semo en coloquio sobre El Caudillo del Sur
La pobreza mantiene vivos los ideales de Zapata
MATILDE PEREZ U.
Los ideales de Emiliano Zapata seguirán vigentes mientras en el campo persistan los rezagos y no se supere la pobreza, aseveraron el historiador Santiago Portilla y el académico Enrique Semo, quienes señalaron la urgencia de cambiar los esquemas de corporativismo, impulsar la autogestión en el agro y establecer un nuevo pacto entre el campo y la ciudad, en el que se reconozca la importancia de ejidos, comunidades y pequeñas propiedades.
En el primer coloquio internacional 125 aniversario del natalicio del general Emiliano Zapata, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Cámara de Diputados y la Fundación de Estudios e Investigación Emiliano Zapata, Portilla y Semo destacaron que hay enormes rezagos en la concreción de la justicia social por la que murió El Caudillo del Sur.
Algunos rezagos, dijo Semo, son: ocho de cada 10 habitantes rurales son pobres y de éstos seis son miserables, y nueve de cada 10 son agricultores de autoconsumo, carecen de financiamiento para convertirse en productores comerciales. Además, la dependencia alimentaria aumenta.
"Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte hay un impetuoso crecimiento de las importaciones, particularmente de granos; dependemos de las de arroz (60 por ciento), de sorgo (43 por ciento), de maíz (23 por ciento), prácticamente de toda la soya y de la mitad del consumo interno de trigo", asentó.
Para el historiador y maestro emérito de El Colegio de Jalisco, la crisis del campo es "una verdadera emergencia nacional (...); dejar a la intemperie a 25 millones de mexicanos que viven y trabajan en el campo nos amenaza con una catástrofe económica, social y ambiental de grandes dimensiones". Recordó que en el pasado los descalabros agrícolas iban asociados con la aparición de la lucha armada y otras formas de resistencia violenta.
Ante el público reunido en el auditorio del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, Semo comentó que buen número de gente quisiera ver un México sin campesinos, que aquí se siguiera el modelo de Estados Unidos, con una población agrícola de dos o tres por ciento altamente tecnificada, asegurar la independencia alimentaria en farms manejadas por computadora. Esa gente, abundó, pareciera ignorar la diversidad cultural, formas de vida y costumbres de la población de las zonas rurales.
"El campo es productor insustituible de cultura, identidad y solidaridades; depositario de la maravillosa diversidad de nuestra nación, un mundo donde se pueden producir valores sin necesariamente producir ganancias y donde se mantiene viva la relación entre hombre y naturaleza sin el cual el futuro de la humanidad está en serio peligro", acotó.
Portilla consideró que los rezagos sociales podrían atenuarse si se mezclaran dos estrategias masivas; la combinación de lo que fue el programa Solidaridad, con un sentido comunitario, y el actual programa Oportunidades que incide en la familia.
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