México D.F. Martes 10 de agosto de 2004
No le haremos el trabajo sucio a Fox, advierten
Dudas de priístas sobre el desafuero de López
Obrador
ENRIQUE MENDEZ ENVIADO
Guadalajara,
Jal., 9 de agosto. La bancada del PRI difirió para una reunión
especial su postura sobre cómo votará en el juicio de desafuero
contra Andrés Manuel López Obrador, y este martes el coordinador
de la bancada, Emilio Chuayffet Chemor, convocará al encuentro,
que se realizará tentativamente los días 30 y 31 de agosto
en Veracruz. Antes de su decisión, los priístas esperan obtener
más información sobre el proceso, para que los votos de sus
dos diputados en la sección instructora tengan todo el respaldo
del grupo.
La resolución -que se tomó a propuesta de
Carlos Flores Rico- se debió a que durante el día no se logró
una postura única sobre el tema, aunque prevalecieron las opiniones
de que el partido y sus legisladores no le pueden hacer "el trabajo sucio
al presidente Vicente Fox para quitarle de en medio" a López Obrador,
como señaló el diputado Carlos Jiménez Macías.
Además, el dirigente nacional del tricolor,
Roberto Madrazo Pintado, sostuvo que el juicio de procedencia contra el
jefe de Gobierno capitalino debe resolverse "con legalidad y sin linchamientos
políticos".
Ante la falta de consenso, la bancada no comprometió
una postura definitiva en favor o en contra del desafuero de López
Obrador, e inclusive los discursos de Madrazo y del coordinador de la bancada,
Emilio Chuayffet, abonaron a la indefinición del partido sobre este
asunto.
Durante la reunión plenaria de la bancada, legisladores
priístas comentaron que el proceso en la sección instructora
podría retrasarse "entre cuatro y cinco meses", lo cual permitiría
una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
para evitar que el partido se presente como "el verdugo" del perredista.
A esa versión contribuyó el propio Madrazo
Pintado, quien señaló que "la pelota la tiene la Corte, porque
es un asunto de carácter legal, no es un asunto de política".
Legisladores priístas también consideran
que el tricolor en la Cámara de Diputados no puede echarse
a cuestas la responsabilidad de votar el desafuero de López Obrador.
"Los priístas no vamos a llorar esos muertos, ni a entrar en una
guerra que no es nuestra", sostuvo el diputado Alberto Aguilar Iñárritu.
La noche del domingo, diputados del sector campesino se
reunieron para analizar -entre otros temas- la postura que los priístas
deben adoptar al respecto, y la conclusión fue que no debían
secundar al PAN ni a Fox en sus ánimos de deshacerse de un adversario
político.
También del lado del sector obrero, el diputado
Armando Neyra Chávez confió en que el Partido de la Revolución
Democrática "nos convencerá de que no se vote el desafuero.
López Obrador es un hombre que trabaja, tiene carisma y tiene futuro.
Estamos seguros que Pablo Gómez negociará, él sabe
de esto y el cabildeo ha avanzado con el PRI".
Además, los diputados Carlos Flores Rico, Heliodoro
Díaz, Héctor Pablo Ramírez Puga y Carlos Jiménez
Macías establecieron que si no hay pruebas del supuesto desacato
de López Obrador a un mandato judicial, el asunto debe ser sobreseído.
"O en todo caso, que se analice al mismo tiempo el juicio político
contra el procurador Rafael Macedo de la Concha", consideró Ramírez
Puga.
Así que la evaluación general de la bancada
se centra en que la única posibilidad de evitar que el asunto llegue
al pleno camaral es que, después del análisis jurídico,
la sección instructora deseche la solicitud presentada por el Ministerio
Público Federal por el caso de El Encino. Ello implicaría
que los integrantes de ese órgano legislativo votaran tres a uno
en contra del juicio de procedencia, o dos a dos, para declarar un empate
y el desechamiento de la petición.
La instructora se integra por un perredista, Horacio Duarte
Olivares, que la preside; dos priístas, Rebeca Godínez y
Bravo y Cuauhtémoc Frías, y el panista Alvaro Elías
Loredo.
Además, el cálculo del PRI es que a las
bancadas del PAN (151 diputados) y del Verde Ecologista (17) sólo
les haría falta el voto de 83 de los 123 priístas para contar
con la mitad más uno del pleno para votar a favor del dictamen de
desafuero.
A partir de todo ese panorama, Emilio Chuayffet construyó
un discurso en el que presentó las dos caras del caso.
''Ningún argumento -avanzó el ex gobernador
mexiquense- justifica la ruptura de la legalidad, como ningún otro
justifica esgrimirla en beneficio de la injusticia. Quienes creemos en
la legalidad corremos más riesgos que aquellos que la relativizan
o de plano la desdeñan.
"Por eso, los legisladores del Partido Revolucionario
Institucional tenemos que buscar distancia por igual del fetichismo jurídico,
que sólo busca que la ley no se viole, aunque prevalezca la injusticia,
y del relativismo legal, que ironiza sobre la formalidad del derecho mirando
como mera minucia la agresión de la ley", afirmó el diputado.
-¿Entonces no se negociará la ley en el
caso del desafuero de López Obrador? -se le preguntó.
-Como tampoco debe usarse la ley para perpetuar injusticias.
Esto es, ni una ni la otra posición son legítimas para un
hombre de leyes. El mensaje fue claro, completo, y que cada quien le dé
su propia interpretación.
A ese juego de dos visiones sobre el mismo asunto, pero
sin comprometer una sola, contribuyó el dirigente nacional del tricolor,
Roberto Madrazo Pintado, quien primero señaló que el Revolucionario
Institucional debe atender los reclamos de la sociedad mexicana "de que
no se violente el estado de derecho y que no se rompa con la legalidad
en aras de supuestas defensas que no tienen que ver más que con
protagonismos de carácter personal".
Y más adelante, el tabasqueño defendió
que la administración federal debe desistir de la práctica
de la "judicialización de la política o la politización
de la justicia", porque de otra forma no podrá alejarse el escándalo
de la lucha cotidiana de los partidos políticos.
Finalmente, ya por la noche, el diputado por Durango,
Pedro Avila Nevárez, del sector campesino del PRI, redondeó:
"Claro que no voy a votar por el desafuero, ni les voy a seguir el juego
a los locos de la Secretaría de Gobernación y de Los Pinos".
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