México D.F. Lunes 2 de agosto de 2004
Que me bautice el tiempo se presentó en Bellas Artes
Menores coahuilenses ilustraron poemas de Enriqueta Ochoa
ANA MONICA RODRIGUEZ
Los niños de la escuela Lázaro Cárdenas, de Torreón, Coahuila, se convirtieron en artistas al dibujar y pintar fragmentos de la obra poética de Enriqueta Ochoa, reunida en el libro Que me bautice el tiempo.
El volumen, subtitulado Enriqueta Ochoa para niños, presentado en el Palacio de Bellas Artes, fue enmarcado con la presencia de la poeta coahuilense, además de la ambientación musical del grupo Desierto y Valle, y de la escenificación de las pequeñas actrices Mariana Oviedo, Salma Gutiérrez y Danaé Reynand.
''Es una obra extraordinaria, y la esencia de los poemas fue captada con precisión por los niños para ilustrar el libro'', expresa la misma Enriqueta Ochoa, de 76 años, quien fue ovacionada por menores y adultos que coparon la sala Manuel M. Ponce del máximo recinto artístico del país.
Ochoa estuvo acompañada por Sonia Salum, titular de Desarrollo Infantil del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), y por Esther Hernández Palacios, directora de Animación Cultural del mismo instituto, que seleccionó los poemas incluidos en el libro. Además de Chac, diseñador gráfico de la obra, la cual definió como ''joya literaria''.
''Es la primera ocasión que se trabaja con un poeta vivo y los menores fueron guiados por talleristas en su proceso creativo'', explica Salum, directora del programa Alas y Raíces a los Niños.
Hernández Palacios abunda a su vez: ''ante la vasta creación de Enriqueta Ochoa, que es complicada y fuerte, tuve que elegir lo más comprensible de su obra poética para abrir a los niños ese mundo en donde se entretejen temas como la luz, el fuego, el agua y la tierra''.
Agrega: ''Entre esos elementos, el de la tierra fue el más difícil, debido a que la autora transmite en sus creaciones algo más erótico y hermético. Decidí entonces adaptarlo a su mundo, viajes y a las ciudades donde vivió la escritora, quien es la voz de la mujer en el siglo XXI''.
No obstante, continúa, el contexto de los poemas se torna diferente al ser ilustrado por los niños, quienes muestran algo que no leemos los adultos. ''La Enriqueta que llora dibujada en el libro, lo hace con un llanto de ternura, casi con una sonrisa''.
El proyecto literario se realiza desde 1997 con menores originarios del estado natal de cada escritor.
La obra, que fue coeditada por el programa Alas y Raíces a los Niños, del CNCA, y por el Instituto Coahuilense de Cultura, que dirige Rosa del Tepeyacse, se suma a la serie dedicada a los niños con las obras del tabasqueño Carlos Pellicer, Jaime Sabines (Chiapas), Efraín Huerta (Guanajuato) y Elías Nandino (Jalisco).
Destacan entre las obras de Enriqueta Ochoa: Las urgencias de un Dios (1950), Los himnos del ciego (1968), Las vírgenes terrestres (1969), Cartas para el hermano (1969) y Retorno de Electra (1973), entre otras publicaciones.
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