Dos grupos de comuneros en pugna intercambian rehenes para "distender" el conflicto

Comuneros de Santa Cruz Ayotuxco responsabilizan al alcalde por la violencia en Huixquilucan

SILVIA CHAVEZ GONZALEZ Y JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSALES

La madrugada de este lunes los comuneros de Santa Cruz Ayotuxco y los pobladores de Llano Grande, ubicados en el municipio de Huixquilucan, estado de México, entregaron a los rehenes que cada grupo mantenía en su poder, con el propósito de distender el conflicto agrario que originó un enfrentamiento con machetes, palos y piedras, y que dejó un saldo de 15 heridos de ambos bandos.

Este lunes, el primero de los dos grupos se manifestó frente al palacio municipal de Huixquilucan y responsabilizó al alcalde priísta David Korenfeld de haber "detonado" los hechos violentos por la disputa de 5 mil 896 hectáreas, al pretender construir un centro de salud en las tierras en litigio.

La noche del domingo, después del enfrentamiento, los comuneros de Santa Cruz Ayotuxco entregaron a Oscar Gutiérrez, y los de la comunidad Llano Grande devolvieron a las cinco personas que mantenían en calidad de rehenes.

Cerca de 300 comuneros de Santa Cruz Ayotuxco marcharon desde el poblado de Dos Ríos al palacio municipal, donde exigieron una audiencia con Korenfeld, petición que les fue negada. Además, el acceso al inmueble fue cercado por 50 granaderos, armados con escudos y toletes.

Paulo Romero Segura, representante de los comuneros, responsabilizó al edil de Huixquilucan del enfrentamiento, ya que -añadió- Korenfeld anunció la construcción de una clínica en tierras en litigio de Llano Grande, medida que "es apoyada por pequeños propietarios, quienes han empezado a fraccionar nuestras tierras, y este domingo nos agredieron, comenzando por cerrarnos el agua para el cultivo de nuestras tierras", denunció.

En 1997 el Tribunal Colegiado otorgó un amparo a los pequeños propietarios de Llano Grande, con el que se estipula que las tierras no serán alteradas, mientras el Tribunal Agrario Unitario (TAU) -con sede en Naucalpan- emite el fallo correspondiente por la posesión del predio. Sin embargo, después de ocho años el proceso no ha concluido.

Humberto Navarro D'Alba, secretario del ayuntamiento de Huxquilucan, confirmó que una fracción del paraje Llano Grande sería utilizada para construir una clínica municipal, aunque insistió en que el predio se ubica fuera de la poligonal de tierras en litigio, además de que fue donado al gobierno municipal por vecinos del lugar.

En tanto, en el Hospital de Traumatología del IMSS de Lomas Verdes permanecía internado el comunero Cirilo Valdi Flores, cuyo brazo fue intervenido quirúrgicamente por una herida de machete.

Entre los heridos se ubicó a los hermanos Fidel e Israel Romero Segura; el primero presentó una lesión en un brazo y el segundo un balazo en la mano.

Otras personas lesionadas fueron Evaristo Martínez, Luis Ramírez, Domingo Ramírez, Paz Ramírez y Alberto Barranco, quienes presentaban descalabros y algunas cortaduras, las cuales mostraron durante la manifestación frente al palacio municipal, lugar en el que los inconformes realizaron un mitin y pidieron apoyo para pagar los 12 mil pesos del servicio médico brindado a Cirilo Valadi.

Después de cuatro horas los comuneros de Santa Cruz Ayotuxco se retiraron sin ser atendidos por las autoridades municipales. Indicaron que en los próximos días sostendrán una asamblea para analizar el conflicto y exigir que el TAU dictamine sobre el mismo.

Ejidatarios de Acolman retienen a funcionarios

Por otra parte, comuneros del poblado San Pedro Tepetitlán, del municipio de Acolman, retuvieron a dos funcionarios de gobernación estatal y de la Procuraduría Agraria (PA), con el objetivo de presionar a las autoridades para que resuelvan sobre la restitución de 198 hectáreas de tierras que demandan, y que desde hace seis años el Tribunal Superior Agrario concedió a un grupo de 46 particulares, aun cuando en el juicio se estipula que las tierras constituyen una ampliación para el ejido.

Ayer por la tarde, los ejidatarios detuvieron a Arturo Lacustre Maldonado, director de la Subsecretaría de Gobernación de la región de Ecatepec, y a Jesús García Rodríguez, visitador de la PA, en represalia porque funcionarios de ambas dependencias no acudieron a una reunión que tenían pactada con ellos.

Hasta el cierre de la edición, los servidores públicos permanecían retenidos en la casa ejidal de San Pedro, la cual era custodiada por al menos 500 comuneros.