México D.F. Viernes 23 de julio de 2004
Corresponde a atletas y federativos superar
temores y defender sus derechos, agregan
Evitar que la ley de deporte sea letra muerta, piden
dirigentes
Rivadeneyra lamenta el amparo interpuesto por el Comité
Olímpico Mexicano
ABRIL DEL RIO
Legisladores y dirigentes deportivos coincidieron en que
falta consolidar el interés y la confianza de los directamente involucrados
en hacer valer la Ley General de Cultura Física y Deporte, y su
reglamento, cuya edición comercial (Porrúa) fue presentada
ayer, durante el 71 aniversario de la Confederación Deportiva Mexicana
(Codeme).
Para
Nelson Vargas Basáñez, titular de la Codeme y de la Conade
(Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte), los atletas
deberán dejar de lado los temores a denunciar, y los federativos
los vicios de poder, para hacer valer sus derechos y obligaciones, pues
sin el interés de los involucrados por hacer uso de la ley que los
rige, es como si no existiera.
"Por eso se está publicando ahora, por eso es que
va a costar 20 o 30 pesos, y por eso todo federativo debe traer su reglamento
en la mano como los agentes de tránsito, con su reglamento, y hacer
valer los derechos que marca la ley.
"Afortunadamente hemos visto cambios positivos en algunas
federaciones. La gente ya levanta la voz.
"Todo dependerá del interés que tengan los
deportistas, entrenadores y federativos", expresó Vargas Basáñez.
Acompañado de los comisionados para el deporte
en las cámaras de Diputados y Senadores, Nelson Vargas encabezó
el acto.
La primera iniciativa como documento aprobado en una cámara
legislativa se presentó el 27 de diciembre de 1990, con la Ley de
Fomento y Estímulo del Deporte, misma que adquirió rango
federal hasta el 28 de junio de 1994, y luego transcurrieron varios años
de gestiones, de intentos fallidos entre modificaciones y propuestas de
reglamentos para aplicar dicha ley, hasta que la definitiva fue publicada
en el Diario Oficial el 24 de febrero de 2003, y su reglamento aceptado
el 16 de abril de 2004.
Tal vez la modificación más sobresaliente
fue la inclusión del deporte profesional, aunque de éste
rubro sólo destaca que lo referente a los "atletas rentados" se
regirán "por lo establecido en la Ley Federal del Trabajo", y que
la Conade promoverá la constitución de comisiones nacionales
de deporte profesional", lo cual deja casi en las mismas circunstancias
a los profesionales, pues no existe ningún reglamento que defina
a detalle la relación patrón-trabajador.
En el proceso de establecer la ley deportiva, impulsada
para salir de los archivos por el partido verde hacia el 2000, también
destaca la autonomía que logró la Comisión de Apelación
y Arbitraje del Deporte.
En torno al documento actual, "siempre perfectible", según
Martín Toscano, coordinador de Normatividad de la Codeme, ha surgido
el cuestionamiento del Comité Olímpico Mexicano, organismo
que interpuso un amparo en cuanto al reglamento que determina la participación
de los seleccionados en competencias internacionales, pues si bien establece
que los organismos deportivos actuarán de manera colegiada, COM
se atribuye aspectos de representación olímpica.
Juan José Rivadeneyra, consejero jurídico
de la Conade, indicó que la responsabilidad más fuerte en
la aplicación de la ley deportiva "es la que tengamos las instituciones,
y si creamos diferencias, faltas de respeto, incluso las voluntades de
los poderes Legislador y Ejecutivo en su facultad exclusiva de reglamentación
por parte de algunas instituciones, como está siendo el caso del
COM, en su genuino derecho, se ensombrecerá un poquito el buen ánimo
y disposición con que todas las demás instituciones que participan
en la estructura deportiva nacional han recibido la nueva ley y su reglamento.
-¿Reclamar será lo más difícil
en una cultura tan mal acostumbrada a no utilizar sus leyes, sujeta a amenazas
de represalias?
-Esa es la gran exhortación que hacemos. La masificación
del deporte es cuestión preponderante en el Sistema Nacional del
Deporte: crear conciencia en el ciudadano y en todos los que participan
en esta estructura, de no sólo pedir, sino reclamar el apoyo y todo
aquello que estemos obligados a hacer dentro de este marco.
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