México D.F. Viernes 23 de julio de 2004
La empresa productora de plaguicidas se asentó
en Juchitepec en 1994
Planta química causa intoxicaciones a habitantes
de poblado mexiquense
Descarga al drenaje sus aguas residuales sin tratamiento,
que han contaminado la zona, y maneja sustancias peligrosas como lindano,
pentaclorofenol y carbofurano
ANGELICA ENCISO L.
Alrededor de 60 por ciento de los 30 mil habitantes de
Juchitepec, estado de México, han presentado cuadros de intoxicación
aguda desde que ahí se estableció la empresa Artivi, productora
de plaguicidas, la cual descarga al drenaje sus aguas residuales sin tratamiento
y ha contaminado la zona, señalaron representantes de la Comisión
de Ciudadanos del municipio.
Además,
la tendencia de casos de cáncer entre la población ha crecido
en forma dramática, ya que de tres enfermos al año que se
presentaban en la década de los 80, ahora hay alrededor de 15, de
acuerdo con reportes oficiales del sector salud del estado, explicó
Jorge Arturo León, investigador de la Facultad de Medicina de la
UNAM.
Luego de aplicar una encuesta entre la población,
el especialista encontró que entre las mujeres embarazadas hubo
aumento en el número de malformaciones congénitas, que junto
con el cáncer es causa frecuente de muertes entre la población
de Juchitepec.
Desde 1994 Artivi se instaló en terrenos del municipio
-ubicado a hora y media del Distrito Federal- como industria procesadora
de alimentos, vinos y licores, pero en realidad se dedicó a la producción
de sustancias químicas para trasnacionales como FMC, Zeneca (que
ahora es de Syngenta) y Aventis (de Bayer), indicó en conferencia
de prensa Fernando Bejarano, de la Red de Acción sobre Plaguicidas
y Alternativas en México (Rapam).
Dedicada a la maquila de plaguicidas para esas empresas,
diariamente produce 100 mil litros de químicos; utiliza sustancias
como lindano, insecticida utilizado fundamentalmente en el control de piojos,
y pentaclorofenol, que se usa para el control de termitas. Estos son organoclorados
que forman parte de los materiales prohibidos por el Convenio de Estocolmo,
el cual prevé su eliminación total.
La venta de lindano está prohibida en México
y entre sus efectos a la salud tiene el de lesionar el sistema nervioso,
además de que se acumula en los tejidos grasos, explicó Bejarano.
El pentaclorofenol, en altos niveles de exposición ocasiona daños
al sistema inmunológico, tiene efectos negativos sobre la reproducción
y el desarrollo, además de que está ligado al incremento
de casos de cáncer.
Artivi también maneja carbofurano, que se utiliza
como insecticida en el campo, es altamente tóxico y daña
el sistema nervioso, produce intoxicación y problemas respiratorios.
Este plaguicida es el que más muertes genera al año por intoxicación,
indicó De León.
Precisó que el contacto de la población
con los contaminantes se da por el aire; la gente respira la contaminación
que genera la industria, y les irrita la piel, además de que la
ingieren, ya que se deposita en los alimentos. Las aguas residuales con
restos de químicos de la empresa terminan en el drenaje y también
afectan los campos de cultivo, agregó. El especialista precisó
que se ha pedido a diferentes dependencias información sobre la
operación de la empresa, pero no ha habido claridad en la respuesta.
La planta emplea a alrededor de 70 personas, la mayoría
originarias del municipio, y la gente que vive cerca de ella presenta problemas
recurrentes de salud, entre éstos dolores de cabeza, náuseas,
vómitos y enfermedades respiratorias. "Resulta preocupante que los
niños presenten esos problemas cuando juegan al aire libre", dijo
Elena Rocha, habitante del municipio.
En el 2002, Artivi, por medio de su departamento jurídico,
ante denuncias por la contaminación que genera argumentó
que la fábrica cumple con todas las medidas que exige la ley y que
para prevenir el impacto ambiental cuenta con licencias para su funcionamiento.
Sin embargo, los problemas que enfrenta la población
son palpables, por lo que demandaron a las secretarías de Salud
y de Medio Ambiente que atiendan con rigor sus obligaciones respecto al
uso y manejo de plaguicidas. Hay un "alarmante descontrol en esta materia,
y nula supervisión de las empresas que formulan y venden sustancias
tóxicas", señalaron la Rapam y Greenpeace, que junto con
la Comisión de Ciudadanos pidieron la clausura de la empresa.
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