México D.F. Domingo 11 de julio de 2004
Habría escuelas administradas como McDonald's,
advierte el experto Clyde W. Barrow
La liberalización de universidades en EU, hacia
el franquiciamiento
La educación superior, quinto rubro de exportación
de servicios más alto de ese país
JOSE GALAN
El poderío de Estados Unidos en el negocio de la
educación superior -domina un tercio del mercado mundial de estos
servicios por consumo en el extranjero- plantea tres preocupaciones: la
rápida trasnacionalización del rubro abruma a los sistemas
más débiles y menos avanzados de los países en desarrollo;
la globalización de la educación superior margina la transmisión
de la cultura nacional y local, y subordina la ciudadanía democrática
a los objetivos de maximizar las utilidades de las empresas trasnacionales
y sus unidades de soporte educativo.
Además,
la transformación de colegios y universidades en corporaciones,
inevitablemente lleva a una pérdida del control y gobernabilidad
del profesorado, advierte Clyde W. Barrow, director del Centro para el
Análisis de Políticas y catedrático de estudios de
políticas de la Universidad de Massachusetts en Dartmouth, en el
estudio La liberalización del comercio y la trasnacionalización
de la industria de la educación superior de Estados Unidos.
"No es aventurado sugerir que el poder financiero de las
instituciones de educación superior de Estados Unidos -siempre en
busca de nuevas corrientes de ingresos- podrían crear franquicias
globales comparables con McDonald's, Coca-Cola y Kentucky Fried Chicken.
Agrega que la liberalización comercial multilateral
tiene el potencial de transformar la educación superior en un producto
cada vez más privatizado que se comercia en los mercados mundiales
con las reglas aplicadas al carbón y los automóviles, y que
existen poderosas fuerzas sociales que buscan crear mercados globales que
impulsarán a colegios y universidades en esta dirección;
fuerzas que incluyen universidades corporativas, universidades lucrativas,
las administraciones de muchas instituciones públicas y privadas,
y las delegaciones comerciales gubernamentales.
El analista afirma que Estados Unidos tiene más
de 59 mil establecimientos comerciales de educación superior, que
representan casi 3.5 millones de trabajos, o 2.7 por ciento del empleo
total en Estados Unidos. La industria de los servicios a la educación
superior representa entre 185 mil y 200 mil millones de dólares
en ventas anuales, rendimiento mayor al producto interno bruto de 110 países,
sin tomar en cuenta la derrama económica generada por la educación
superior por venta de libros de texto, computadoras y software,
servicios de impresión y fotocopiado, viajes profesionales, o el
manejo privado de las librerías de los planteles, servicios alimentarios
y hasta dormitorios, lo que hace del sector un importante elemento de vitalidad
económica en ese país.
La educación superior es ahora el quinto rubro
de exportación de servicios más alto de Estados Unidos, y
en 2000 los servicios a la educación superior prestados a estudiantes
extranjeros -colegiaturas, cuotas, dormitorios- generaron unos 8 mil 100
millones de dólares de impacto económico neto en la economía
local y estatal.
Revela que 70 por ciento de los colegios, universidades
y escuelas profesionales estadunidenses, así como 70 por ciento
de las escuelas técnicas superiores universitarias e institutos
técnicos, "son aún empresas gubernamentales estatales o locales.
Hasta las instituciones 'privadas' de educación superior siguen
dependiendo en gran medida de programas de ayuda financiera con fondos
estatales o federales -subsidios de colegiaturas- y contratos de investigación
con fondos federales para apoyar sus operaciones".
Además, 30 por ciento del profesorado de colegios
y universidades pertenece a sindicatos, por lo que la educación
superior "es uno de los negocios más densamente sindicalizadas en
Estados Unidos. De esta forma, en un momento en que las instituciones tradicionales
de educación superior se perciben de manera creciente como una carga
en los presupuestos públicos en lugar de una inversión social,
así también los líderes comerciales y políticos
las consideran cada vez más como monopolios públicos inflexibles
que se han mostrado particularmente resistentes a los imperativos del mercado".
El liderazgo político de Estados Unidos considera
abiertamente los acuerdos de libre comercio multilaterales y regionales
como mecanismos para apuntalar la ventaja competitiva global del país
en servicios y alta tecnología. No obstante, su dominio en el sector
de la educación superior está siendo disputado por los gobiernos
de Japón, Australia, Nueva Zelanda, Canadá y la Unión
Europea, que buscan estrategias de reclutamiento de estudiantes extranjeros
y asociaciones de enseñanza a distancia, como parte de una agresiva
política de exportación de servicios a la educación
superior.
Sin embargo, ya que los principales participantes de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico,
en el mercado global de la educación superior comienzan a competir
entre sí, particularmente Estados Unidos, "en un juego cuya suma
es casi cero", comparten un interés común por encontrar formas
de incrementar la dimensión del mercado global de educación
superior, abriendo mercados con demandas crecientes o no satisfechas de
ese tipo de educación.
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