México D.F. Lunes 5 de julio de 2004
La trama, relacionada con el problema de ''quién
soy'', define el también dramaturgo
Con El actor se prepara, Hugo Hiriart incursiona
en la narrativa policiaca
''A veces realizamos actos que nunca pensamos hacer,
y nos sorprende cuando así es''
FABIOLA PALAPA QUIJAS
El novelista y dramaturgo Hugo Hiriart aborda el tema
de la identidad personal en su más reciente obra, El actor se
prepara, cuya historia se plantea en un relato policiaco.
"El propósito estético fue hacer una novela
acerca de la identidad personal. Muchas veces realizamos cosas que no pensamos
que podríamos hacer y nos sorprende a nosotros mismos", explica
Hiriart.
Cirilo, el personaje de la historia, duda de quién
es y de cómo puede llegar a un punto donde no pueda representar
nada. "Es una especie de esencia, solitario, que reflexiona sobre si eso
es él".
El
dramaturgo ejemplifica: "estudiaba pintura en la mañana y en la
tarde iba a estudiar historia del arte a Filosofía. De pronto dejé
de ir a pintura y fui más a filosofía. ¿Por qué
si me gustaba tanto y tenía tanta facilidad dejé la pintura?
No sé".
En el relato sucede esa situación y a partir de
que el personaje duda de quién es, se plantea un enigma, un misterio:
"intenté mezclar ese tipo de discusión de enigmas y misterios
en la novela policiaca".
En la estructura se inserta el problema de la identidad
personal del protagonista en muchos niveles distintos. Al respecto comenta:
''el personaje central, una persona religiosa que al quedarse sólo
empieza a hablar con Dios, se da cuenta que no está representando
roles y está más cerca de ser lo que es él, pero luego
desaparece porque comienza a realizar cosas que no esperaba hacer en su
vida.
"Decía Eric Fromm que en el mundo moderno cada
vez menos la gente puede estar sola, sin hacer nada aparente. Representar
papeles distintos coloca al personaje de Cirilio en una desgracia, pues
esa situación lo ahoga, así que todo lo que sucede en la
novela está relacionado con el problema de quién soy.''
El escritor incursiona en el género policiaco con
El actor se prepara (Tusquets), debido a que "la solución
del enigma tiene que ver con descifrar cómo es una persona, por
qué hizo ciertas cosas. Se vuelve la misma búsqueda que el
personaje tiene con él mismo".
Hiriart explica que la figura del criminal en el volumen
se ve muy oblicuamente: "es una presencia que está ahí, pero
nunca aparece directamente, ninguno de los delincuentes a los que se alude
en la novela".
Siempre en la novela policiaca el criminal es una persona
interesante. "El mundo de la criminalidad está en la historia, aunque
sea de corte policial, no tiene ni los detectives convencionales, ni el
mundo criminal convencional, porque se presenta oblicuamente, muy al paso".
A la gente de la manifestación del domingo le falta
un sano ejercicio de criminología imaginaria -dice el escritor-,
habla de lo que le pasa a ellos, pero no intenta imaginar al criminal,
por qué hizo eso, quién es el criminal. Por qué no
se ponen a reflexionar en el hecho de que las sociedades tan injustas como
la sociedad mexicana generan mucha criminalidad. El que existan unos ricos
y una inmensa cantidad de pobres que no tienen empleos genera eso.
Agrega: ''lo que resuelve los problemas es educar e informar
y la información es saber qué pasa y luego educar masivamente
y por supuesto mejorar las condiciones de vida".
En entrevista, el autor de Galaor (2002) expresa
que desea escribir otras novelas en las que enfrente directamente al personaje
de un criminal, "pero verlo bien e imaginarlo con todas sus sustancias".
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