Grave incremento de la dependencia alimentaria, advierte

En franco deterioro, apoyos para el sector agroalimentario: CNA

MATILDE PEREZ

El sector agroalimentario es uno de los grandes generadores de empleos; sin embargo, el gasto público y el crédito al campo -elementos fundamentales para el crecimiento- "siguen en franco deterioro", y el gobierno federal y la clase política no comprenden que dicho sector productivo requiere una estrategia a largo plazo que aliente la producción de granos, aseveró el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Armando Paredes Arroyo Loza, al anunciar la constitución del Centro de Estudios de Política Agroalimentaria del Sector Privado.

El panorama para el sector no es alentador, ya que en los pasados nueve años el gasto público destinado a programas productivos de la división agropecuaria y pesquera se redujo 55 por ciento de 1994 a 2002, y el crédito descendió 81 por ciento en el mismo periodo.

También la inversión es marginal, lo que impide incrementar los niveles de productividad y competitividad; durante el citado periodo, la inversión extranjera acumulada en el sector agropecuario fue de 274 millones de dólares, 40 veces menor al monto invertido en el sector agroalimentario en 2002 y 39 menor a lo destinado a alimentos (procesados), bebidas y tabaco.

De no variar esa tendencia, el futuro de México en el contexto mundial agroalimentario también será pesimista, ya que en 15 años, más de la mitad del consumo de alimentos que demande la población será importado. Actualmente la producción de granos y oleaginosas oscila entre 28 y 29 millones de toneladas frente a un consumo de 45 a 47 millones, mientras para 2020 el consumo se estima en casi 60 millones de toneladas, en tanto que la producción será de 31 millones. En el renglón de cárnicos la dependencia para 2020 será menor, ya que se pronostica lograr 6.2 millones de toneladas y se calcula un consumo de casi 8 millones de toneladas.

En ocho años, México incrementará sus compras mundiales 14 por ciento en maíz, ocho en soya, cuatro en trigo, 58 en sorgo y de dos en arroz; en carnes, 14 por res; 11 de pollo y 13 de cerdo.

Esa tendencia es reversible si se alienta la producción de granos, agregó el presidente del CNA y consideró que cerca de 1.46 millones de hectáreas podrían sumarse a la superficie agrícola destinada a la producción de maíz, sorgo, frijol y trigo, en las cuales también habría que duplicar el rendimiento, con lo que se tendrían 13.37 millones de toneladas más de esos granos.

Para superar ese panorama sugirió impulsar una reforma fiscal integral, diversificar los mercados internacionales, alentar la competitividad del sector agroalimentario, aumentar el gasto público sostenidamente.