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México D.F. Domingo 27 de junio de 2004
Laura Alicia Garza Galindo
Simulación y transparencia
Pena ajena genera la simulación que el gobierno "del cambio" realiza con la transparencia y rendición de cuentas; es normal que ante denuncias de actos de corrupción, veloces, publiquen cifras manipuladas, buscando la exoneración. El caso de la Lotería Nacional y su fundación es muy grave, como lo es que existan al menos otros 173 fideicomisos, todos no auditables, a los que se suman otras acciones fraudulentas y triangulación de recursos públicos y, claro, privados, extranjeros, vinculados a dependencias federales -que manejan recursos públicos- sin que se conozcan montos, origen y destino.
Ahí esta el caso de Pemex: el ocultamiento de cifras es inmenso. Hoy, por arte de magia, México ha dejado de ser potencia energética y, de quinto Ƒo séptimo? productor mundial, poseedor de grandes riquezas en hidrocarburos, en un pestañeo, pasamos a la nada. Mire usted, en 2000 había 34 mil millones de barriles de petróleo (mbp); hoy sólo quedan 18 mbp y ya no hay reservas, afirman. Se debe, dicen, a un ajuste contable. El futuro de la nación se desvanece como por ensalmo, Ƒdónde quedó la bolita?
La mera explicación del ajuste contable nos deja inconformes por la obvia "cooperación" del gobierno foxiano con los vecinos del norte, a los que ayuda para abatir el precio internacional del petróleo con nuestros energéticos y así evitar que Estados Unidos use sus propias reservas estratégicas. ƑCómo saber en realidad a cuánto ascienden los barriles que se exportan diario desde México? ƑCómo conocer su precio y el tipo de cambio al que se realizan? ƑCuántas reservas existen realmente y cuántas se explotan a espaldas de los mexicanos? ƑY las ganancias? Son demasiadas interrogantes. Sólo Pemex conoce las respuestas. Mientras sus dueños, los mexicanos, las ignoramos.
En tanto, el director de Pemex, sin recato alguno, ha reconocido que la inversión en explotación y producción de nuestro crudo es prioritaria, por encima del uso de la refinación y la petroquímica, que le agregarían valor a nuestro petróleo, pues se podrían producir miles de productos industriales y de uso diario: plásticos, cosméticos, medias para dama... eso, no se atiende, porque la rápida venta del crudo en barriles les significa rentabilidad desde el cien hasta el mil por ciento. Y me pregunto: Ƒrentas rápidas para qué y para quiénes? ƑY los mexicanos? Bien, gracias.
Sabemos, aunque las autoridades responsables lo nieguen, que México realizó con Canadá y EU un inventario de energéticos, entregando información clave en la que se identifican las reservas reales de México. Esa misma información es la que entregan a los bancos extranjeros para obtener el financiamiento que después utilizan, precisamente, para acelerar el circulo vicioso de más producción-más exportación-más deuda pública. Así privatizan los energéticos mexicanos.
Usando su capacidad de deuda -sin control, claro- Pemex coloca bonos en el mercado financiero; sí, los pagamos usted y yo, con plazos de vencimiento que llegan al año 2022 y avalados por las ventas presentes y futuras de exportación del petróleo. En 2003, sólo para financiar esos proyectos, lógico, registrados en deuda pública del mismo año, sumaron casi 11 mil millones de dólares provenientes de mercados de capital extranjero, nacional, préstamos bancarios y créditos a la exportación. Para 2004, la cantidad será de ocho mil millones de dólares, colocados en certificados bursátiles. Esta holgura para emitir deuda en bonos no se tendría si no existieran suficientes reservas de hidrocarburos.
Desde 2001 la Auditoria Superior de Fiscalización denunció la falta de claridad en la comercialización del crudo: en la facturación, en los importes, falta de registros de ventas de petróleo y hay, además, duplicidades. La venta de petróleo se realiza bajo lineamientos del Comité de Comercio Exterior de Petróleo, que se constituyó solito, bajo el arbitrio del Consejo de Administración de Pemex y no de la Secretaría de Energía. Esto es ilegal.
A todo esto, se suma que Pemex no ha explicado la constitución y operación de 17 empresas filiales, que maneja a discreción, como si fueran privadas, es decir, sin reportar su situación económica y financiera, con las que instrumenta diversos negocios: ahí están, entre otros, el Fideicomiso Master Trust, que hace la ingeniería financiera para la emisión y colocación de bonos; PMI, que comercializa el crudo en el extranjero; PMI Holding BV, colocadora de acciones; Mex-Gas-International, que comercializa gas, y KOT Insurance Company (aseguradora), ninguna auditable. Pemex, además, tiene participación accionaría en 43 empresas internacionales -aunque la Comisión Nacional Bancaria y de Valores sólo reconoce 25-, entre ellas Repsol, que operan en paraísos fiscales: Islas Caimán, Bahamas, Bermudas y Antillas. Ninguna auditable, pues son extranjeras, no sujetas a las leyes nacionales. Y mientras, no hay empleos ni salarios para los mexicanos. ƑY las ganancias?
Y hoy, con la novedad de que el gobernador texano recomienda, preocupado por nuestro bienestar, agilizar la privatización de nuestros energéticos. Tanta inquietud por nuestro futuro y nuestras emociones en verdad conmueve.
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