"Es como querer coger un relámpago por la cola", dice el senador colombiano

La negociación entre Alvaro Uribe y el ELN no vale un quinto: Navarro Wolf

BLANCHE PETRICH

El senador colombiano por el Polo Democrático Independiente Antonio Navarro Wolf no da un quinto por el proceso de negociación entre el gobierno del presidente Alvaro Uribe y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en el que México actúa como facilitador. "Poner en condiciones de negociación lo que hasta ahora existe es como querer coger un relámpago por la cola", dice.

Y atribuye su pesimismo al gran nudo que se ha formado en el país sudamericano con el recién iniciado proceso de negociación con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), una coalición de grupos paramilitares, muchos de ellos conducidos por caciques que además controlan tajadas del narcotráfico.

Es, vaticina, un proceso "con mal pronóstico" que, además, ha contaminado las posibilidades de dialogar no sólo con el ELN, sino con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El nudo, explica el dirigente del desaparecido Movimiento 19 de Abril (M-19) en entrevista con La Jornada, durante una breve estadía en la ciudad de México, gira en torno al esquema de cese el fuego que Uribe exige y ha tomado como punto de honor: antes de sentarse a la mesa con él, cualquier fuerza beligerante deberá cesar sus acciones ofensivas. Los paramilitares de las AUC aceptaron el formalismo y desde que decretaron su cese al fuego han asesinado a más de mil civiles y han incorporado a sus filas a más de 3 mil reclutas. A las FARC, a las que Uribe ha enviado señales para que se reanuden las negociaciones suspendidas en 2003, y al ELN, en estos primeros escarceos, les ha planteado la misma condición irreductible.

-Entonces, Ƒcómo prendió la propuesta que surgió en Guadalajara a finales de mayo?

-Esa fue la tercera o cuarta invitación pública al ELN. La diferencia es que esta vez es la primera que el ELN no responde que no. Aparentemente, el anuncio de Guadalajara coincidió con una reunión de la dirección nacional de la organización -que es una instancia de jefes de regiones, que le tiene que responder más a sus militantes, a diferencia del Comando Central, mucho más cupular- y por eso se decidió hacer una contrapropuesta.

Pero hay dificultades desde el arranque. El gobierno ha hecho la propuesta de que el ELN decrete un cese al fuego unilateral y una vez cumplido ellos también lo harían. Esta fórmula no necesita que nadie se siente a una mesa a dialogar. El ELN hizo una contrapropuesta: los decretos de cese al fuego, aunque unilaterales, tienen que ser simultáneos. Esa sería la forma de tomar la punta del ovillo y empezar a jalar. Pero no va a suceder, ya lo ha dicho Uribe, porque para él es una cuestión de principios: no acepta negociar sin un cese al fuego previo, aunque sólo sea un formalismo sin sustancia.

Lo falso de esta salida lo demuestra el acuerdo con las AUC, que aun con cese al fuego ha cometido matanzas y atrocidades, como siempre.

-Y con las FARC, Ƒpor qué no hay acercamiento alguno?

-Hace tres semanas, o un mes máximo, Uribe envió un mensaje a las FARC por condcuto de Alvaro Leyva, un ex ministro conservador de todas sus confianzas, en el sentido que acepten empezar a negociar.

-La guerrilla no quiere legitimar las negociaciones con las AUC. ƑTendría que hacerlo?

-No, no tienen por qué hacerlo. Es una fuerza que decreta un cese al fuego y acto seguido asesina a mil personas, entre ellos a varios de los suyos; a su líder, Carlos Castaño, por ejemplo. Porque de que está muerto, nadie lo duda en Colombia. Es una fuerza que desde el supuesto cese al fuego ha incorporado a 3 mil nuevos reclutas a sus filas, según cifras de inteligencia militar. Si las AUC emitieron ese cese al fuego sin efecto y se sentaron a negociar con Uribe es con el único fin de evitar la extradición de varios de sus jefes a Estados Unidos.

-ƑVe viable una desmovilización de los paramilitares?

-No. Cuando el gobierno incorporó a la Organización de Estados Americanos como verificadora del proceso con las AUC, César Gaviria pidió, sensatamente, que los activos de los paras se concentraran en una sola zona, porque con las organizaciones regadas por todo el territorio no era posible dialogar. Uribe negoció durante tres meses la concentración de las AUC y no lo logró. Los paras y sus seguidores argumentaron que donde las AUC se retiren de inmediato ese espacio será ocupado por las FARC. Eso simplemente quiere decir que no se van a desmovilizar y el gobierno, como resultado de la negociación, va a semilegalizarlos. A cambio se adoptó una fórmula que consiste en que diez de los máximos jefes de los paramilitares se concentren en Santa Fe del Ralito. ƑQué es eso? Ahí simplemente están protegidos y el resto de su gente sigue en lo suyo. ƑCómo se puede legitimar eso?

-ƑPor qué las AUC se ven en la necesidad de negociar?

-Porque ya no aguantan. Está demostradísimo que en sus zonas de control, si el ejército no los protege, las FARC les ganan. Así que lo que están haciendo es negociar como un mecanismo para obtener la protección del Estado.

-ƑSigue brindándoles protección el ejército?

-Eso nunca ha sido aceptado por el gobierno. Pero hay indicios. Por ejemplo: ellos nunca dejaron de expanderse, están en una situación de semilegalidad porque el ejército nunca los persigue. Los grupos de las AUC pensaron que podrían enfrentar a las FARC sin el apoyo militar, pero no lo han logrado. Ahora, claro, las FARC se concentran en chocar con el ejército. Las AUC ya no les preocupan.

-ƑEs verdad que el proceso de reinserción social de los paramilitares puede traducirse en su incorporación a los congresos locales y a los poderes regionales?

-Hasta ahora lo han hecho por medio de la coacción: matando, amenazando, robando, despojando a la gente de sus propiedades, vendiendo protección a cambio del voto. Así hay por lo menos dos gobernadores electos, el de Magdalena Medio y Cesare.

Salvatore Mancuso (inspector general de las AUC, jefe del paramilitar Bloque Cacique Nutibara y líder de su brazo político, el Frente Patriótico) ha presumido de que 30 por ciento de los miembros del Congreso son apoyados por ellos. Eso es parcialmente cierto. Creo que la proporción correcta es de 20 por ciento, no de 30. Por lo menos controlan un millón de votos entre los electores con una ideología autoritaria de derecha. Así como en las FARC algunos líderes -no todos- ostentan una ideología autoritaria de izquierda. Además, tienen control territorial. Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesare, parte de Boyacá, parte de Santander, Arauca y Casanare.

-En comparación, Ƒcuál es la correlación de fuerzas políticas y militares de las FARC?

-Están aguantando. Uribe tuvo un mérito. Llevó la guerra de las poblaciones urbanas a las zonas menos pobladas. Por tanto, la sociedad siente menos la guerra, aunque exista. Entonces la mayoría se siente más segura que en años anteriores.

-Pero está a un año de concluir su mandato y su objetivo era derrotar a las FARC...

-Y está muy lejos de ese objetivo. El ejército está en muchas zonas a la defensiva y en otras, donde está a la ofensiva, simplemente no encuentra a las FARC. Eso está pasando con el avance al suroeste. El Plan Patriota (la mayor ofensiva militar para decapitar a la guerrilla) es un golpe al vacío.

-ƑLas FARC siguen teniendo presencia en un tercio del territorio, como aseguraron en su momento de mayor auge?

-En menos. Están replegadas. Pero sí están en un 10 por ciento. Las FARC han sido la única guerrilla que ha llevado a la práctica la estrategia de guerra popular prolongada. Quizá han disminuido sus filas en tamaño, han abandonado territorio y están en su retaguardia. Pero en lo fundamental, en sus estructuras de cuadros, está sin merma. Su estado mayor central está intacto, ni uno ha muerto en combate o ha sido capturado.

-ƑY Uribe? ƑCómo ve sus perspectivas de relección?

-Imparables desde el punto de vista de la reforma constitucional. Pero en 2006 las elecciones van a estar muy polarizadas. Más que figuras, van a ser dos proyectos enfrentados: el de la derecha, con él, y el del Polo Democrático Independiente. O quizá tres proyectos, si es que Atanas Mokus (ex alcalde de Bogotá) decide seguir independiente, como ahora, llanero solitito sin plata ni caballo. Será el candidato del Polo Democrático, o más bien de una coalición con el Partido Liberal, con algunos conservadores, con Alternativa Democrática y otros sectores independientes, quien enfrente a Uribe.

Y será, también, el fin del esquema bipartidista en Colombia.