México D.F. Martes 22 de junio de 2004
Tres oleoductos que atraviesan el puerto yucateco podrían estallar, advierten pobladores
Bomba de tiempo de Pemex amenaza a Progreso
LUIS A. BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL
Merida, Yuc., 20 de junio. Progreso, el principal puerto yucateco, está amenazado doblemente por Petróleos Mexicanos.
A la posibilidad de que Pemex instale entre 2007 y 2010 siete pozos exploratorios para detectar y en su caso extraer hidrocarburos en las costas de la entidad, se agrega que atraviesan Progreso ductos que la paraestatal instaló hace años para abastecer de gas y otros energéticos a su planta instalada en Mérida. Los tubos constantemente presentan fugas y se les atribuye que contaminan el agua potable.
Diversos sectores de la comunidad porteña han asegurado que el riesgo está latente, y no descartan que se presente una explosión como la sucedida en Guadalajara, Jalisco, el 22 de abril de 1992.
La posibilidad de que se dé una explosión de magnitud ha provocado que personas que viven cerca de tres canales de acero transportadores de gas -que dividen una zona habitacional importante de Progreso que aloja comercios, pequeñas empresas, cientos de viviendas y escuelas- se q uejen y presenten denuncias.
De acuerdo con el Programa Parcial de Desarrollo Urbano del Acceso Sur a Progreso, elaborado en 1996 por las divisiones Exploración y Refinación de Pemex -aunque también disputa la paternidad del documento el cabildo porteño-, una serie de ductos están instalados en la calle 84 de la ciudad, una de las principales vialidades.
Los tubos están a una profundidad de tres metros y no están separados uno del otro 35 metros, como indica un ordenamiento de la Secretaría de Desarrollo Social. Pemex, aparentemente por saber los problemas que traerían los ductos, habría recomendado hace años mantener en Progreso una densidad poblacional "adecuada" y utilizar "correctamente" el suelo a lo largo de la calle 84, pero sólo ahora se conocieron las medidas de apremio.
En el estudio se agrega que las tuberías de Pemex generan contaminación del aire, del agua y fugas de gas que arriesgan a los habitantes de la zona, además de lo que traería consigo la puesta en marcha de pozos de explotación. Para tratar de compensar la situación, Pemex diseñó el programa llamado Prevención y Atención de Emergencias Urbanas, que no ha puesto en marcha.
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