Olac Fuentes Molinar, ex subsecretario de Educación, subraya los errores de la iniciativa

La SEP, sin voluntad política para reformar programa de secundaria

La esencia de México es el mestizaje; no podemos olvidarnos del mundo prehispánico, señala

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Olac Fuentes Molinar, ex subsecretario de Educación Básica y Normal y artífice de la anterior reforma de secundaria (1993), considera que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no tomó en serio el proyecto de modificar este nivel educativo, por lo que habló de los errores del nuevo programa de estudios, particularmente el de historia, que está "increíblemente descuidado".

Para este experto en políticas educativas, la dependencia se equivoca cuando propone eliminar de los libros de texto la historia de las culturas olmeca, maya, azteca, porque "la esencia de México es el mestizaje, entonces no podemos empezar la historia con la mitad y mucho menos olvidarnos del mundo prehispánico que está absolutamente vivo", considera.

Su otra preocupación es que la SEP no ha demostrado tener voluntad política para emprender un proyecto de esta envergadura. Además, lanzó críticas al actual subsecretario de Educación Básica y Normal, Lorenzo Gómez Morín.

"Es una reforma de primera importancia, realmente de las pocas cosas importantes que se le han ocurrido a esta administración y sólo hasta el viernes pasado se vio al señor subsecretario, a quien no habíamos oído hablar nunca. No sabemos cosas tan importantes como si se ha dado una discusión con el sindicato magisterial", señala el ex funcionario.

Afirma que el problema de fondo de los planes y programas de estudio propuestos por la secretaría es que reproducen el enciclopedismo que critican, porque las autoridades educativas pretendieron resolver el exceso de asignaturas y de contenidos con la "maniobra técnica muy simplona de juntar todo en un grado escolar".

Fuentes Molinar considera que la reforma, que entraría en vigor en el ciclo escolar 2005-2006 y consiste en reducir el número de asignaturas de 34 a 24 y en recortar contenidos, no debe pasar, pues en su lugar conviene impulsar una discusión seria sobre el proyecto.

Sobre las materias opcionales, considera que pueden funcionar siempre y cuando haya reglas claras para evitar que los gobernadores quieran poner asignaturas sin ningún criterio, como ocurrió con un ex mandatario que pretendía dar clases de "campechanismo" o de otro en Tamaulipas, que quería enseñar "misticismo".

La conversación con el ex subsecretario de la SEP se inicia con una reflexión sobre la necesidad de reformar el nivel de secundaria, el cual atiende a 5.6 millones de alumnos e involucra a más de 300 mil docentes.

Estos cambios, asegura, son imprescindibles, porque cada año entran casi 2 millones de jóvenes a la secundaria y se invierten unos 67 mil millones de pesos, pero las evaluaciones están demostrando que no hay buenos resultados.

"Una proporción altísima de los estudiantes, muy cercana a la mitad, no alcanza a dominar por encima de un nivel mínimo competencias básicas como la comprensión y uso de la lectura y el manejo de conceptos realmente fundamentales de ciencias. Eso sucede en el sistema de educación secundaria de México, que dedica mayor número de horas anuales a la enseñanza en todo el mundo", explica.

El origen de este atraso, añade, es que los alumnos mexicanos pasan mucho tiempo en las aulas pero no desarrollan competencias básicas. "Nos ocurre lo que un analista llama 'tener un currículo de una hectárea de extensión y un centímetro de profundidad'", expone.

Por eso se declara convencido de que en el currículo, particularmente en educación básica, la fórmula de menos es más es correcta, y eso "la SEP no lo toca para nada en su nueva propuesta".

Fuentes Molinar considera que en la propuesta de la dependencia "hay una enorme contradicción entre el discurso, los argumentos generales y la forma en la que resuelven en los programas el problema; son dos cosas totalmente distintas".

-¿Qué opina de la reducción de contenidos de la asignatura de historia?

-El caso de historia es especial, es un programa increíblemente descuidado, porque si bien es cierto que los muchachos estudiaron en primaria muchos temas del mundo prehispánico, la importancia de un asunto histórico no depende necesariamente de su cercanía sino de su vigencia, de su presencia viva.

-¿Usted coincide en que se repiten temas de primaria en secundaria y que por eso conviene eliminarlos?

-El programa de primaria da un buen tratamiento al México prehispánico, al choque de civilizaciones y a la Colonia, pero creo que ese tema se debe retomar en secundaria no para repetirlo, sino para darle un tratamiento mucho más reflexivo y recuperar un poco lo que aprendieron, pero ver de ahí cosas históricas y que están vivas y son centrales, nuestra multiculturalidad, por ejemplo. Entonces no encuentro la razón de empezar con el siglo XV.

-Lo que usted propone ¿no contradice esta máxima de que menos contenido es igual a mayor profundidad?

-Por eso digo que no se trata de repetir la información; se trata de retomar este tema y de plantear eso desde un punto de vista que lleve a la reflexión y que justamente ayude a esto.

-¿Qué opina del resto del programa?

-Advierto un error muy grande en la asignatura de formación cívica y ética, que se impartirá sólo en tercer grado. El error que veo es que era una de las muy pocas ocasiones en las cuales los muchachos tenían la posibilidad de ver reflejados algunos de sus problemas. El de la sexualidad, el de la equidad, el de la violencia, el futuro, el de los derechos y de pronto pasa a ser una asignatura de tercero.

"Recuerdo que en las discusiones que llevaron a establecer esta materia, y ahí Miguel Limón (ex secretario de Educación Pública) jugó un papel central, lo que decíamos es que ésta no era una materia en el sentido de lo que eran las otras, sino una oportunidad de acercar, aunque sea parcialmente, la escuela con la vida, cosas que están en el centro del momento de la vida de los estudiantes. Lo grave es que el joven adolescente con muchas dudas y esa niña que ya pasó la pubertad tendrán que esperar a tercero para tener la oportunidad de conocer esos aspectos. Es un grave error."

-¿Qué repercusiones puede tener esto, sobre todo considerando que formación cívica y ética se creó apenas en 1999?

-Significa ruptura de cosas a las que no se les ha dado la oportunidad de que se prueben en la realidad y actuar con ligereza. En cualquier país a una buena evaluación de una innovación, como lo fue ésta, le dan entre 10 y 15 años, porque sabemos lo dura que es la cultura escolar en todas partes.