México D.F. Lunes 21 de junio de 2004
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
Nuevo experimento del cambio: trabajar más para
ganar menos
A los servidores públicos les duplican la
carga de trabajo y les prolongan los horarios
LA "RACIONALIZACION" Y "redimensionamiento" de
la burocracia federal (léase despedir a miles de empleados con bajos
salarios y contratar a cientos con elevados sueldos, echar a la calle a
los de base para incrementar la nómina vía honorarios, y
"panificar" a los mandos medios y superiores) ha provocado un profundo
malestar entre los llamados servidores públicos, quienes ya no sienten
lo duro, sino lo tupido.
A TALES PROCEDIMIENTOS -por llamarlos de alguna
manera- se agrega la práctica de "recategorizar" (a la baja, desde
luego) plazas (de subdirector al puesto inmediato inferior, por ejemplo)
y salarios (con un diferencial en ocasiones cercano a 35 por ciento del
originalmente pactado, sin que el "movimiento" en la plantilla implique
liquidación legal alguna), pero con responsabilidad y carga de trabajo
ilesas.
SE OBSERVAN OTROS "experimentos": el servidor público
mantiene posición e ingreso, pero a cambio -sin compensación-
se le duplica la carga de trabajo y crece la jornada laboral (se cubren
así los "huecos" producto de la "racionalización"), con la
consabida amenaza de que a quien no le guste el "procedimiento", ya sabe
dónde está la salida. Muchos de estos casos corresponden
a empleados que libraron el "retiro voluntario", pero que están
muy cerca de formar parte -legalmente- del padrón de jubilados.
LA "PANIFICACION" DE la nómina burocrática
en mandos medios y superiores tampoco ha contribuido a mejorar el perfil
del aparato gubernamental, pero sí a encarecer la nómina.
Quejas van, quejas vienen sobre la onerosa incapacidad de muchos de los
nuevos funcionarios blanquiazules (panista que vive fuera del presupuesto
es un pobre panista), pero se fortalece la práctica de "retirar
voluntariamente" a los que saben para nombrar a los correligionarios, dejando
a un lado conocimiento y habilidades sobre el área encomendada al
militante. El procedimiento sólo repite la praxis priísta,
pero ésta nunca presumió de "cambiar" cosa alguna.
PARA NADIE ES UN SECRETO que el costo del aparato
burocrático (no sólo en dinero, sino en ineficiencia) es
un fardo cada vez más pesado en la estructura presupuestal, pero
el abuso y el exceso en contra de los llamados servidores públicos
no debe ser el camino para mejorar el perfil del aparato gubernamental,
amén de que si la ineficiencia y carga económica son los
criterios para nutrir al "programa de separación voluntaria", sus
operadores deberían ver hacia arriba (incluso muy arriba) y no sólo
hacia abajo.
DUDOSO RESULTA QUE lo anterior se lleve a cabo,
pero en vía de mientras un grupo de lectores de México SA
solicitaron el detalle de las "separaciones voluntarias" que se reportaron
en las distintas dependencias públicas en los que ellos y ellas
todavía trabajan. Lo anterior, porque el jueves pasado en este espacio
se dio cuenta del total de "burócratas de escritorio" (Fox dixit)
"retirados" por el gobierno federal durante 2003, así como del costo
unitario promedio cubierto por diez dependencias públicas (de 23
en total), comenzando por la que "separó" al mayor número
de trabajadores (8 mil 167) y destinó más presupuesto (4
mil 908.2 millones de pesos) para tal efecto, es decir, la Secretaría
de Educación Pública, por añadidura la institución
que promueve la cultura prehispánica entre los alumnos.
DEBIDO A QUE EL "programa de separación
voluntaria" 2004 ya camina, desean saber si la liquidación les resultaría
atractiva, o en su defecto tener elementos para saber cómo les iría
en caso de que sus respectivos jefes los "inviten" a que se inscriban a
él.
TODOS AQUELLOS QUE AUN conservan su plaza en el
gobierno federal deben saber que a lo largo de 2003, con el beneplácito
del Rey del ajo, Javier Usabiaga, de la Sagarpa se "retiraron" 3
mil 657 servidores públicos (8.7 por ciento del total), con una
liquidación unitaria promedio de 341 mil 564.12 pesos. Mientras,
en la dependencia a cargo de Pedro Cerisola, es decir, la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes, 6 mil 493 trabajadores quedaron "separados"
mediante la entrega de 241 mil pesos y un pato como promedio por persona.
MIENTRAS FERNANDO Canales Clariond cumple magistralmente
con su función, la Secretaría de Economía "separó"
a 862 servidores públicos, quienes se fueron a casa con 271 mil
461 pesos -en promedio- por haberse inscrito en el PSV, en tanto que de
la Secretaría de Salud, con Julio Frenk y su tecnología contra
los ataques bioterroristas, le dio el adiós a 2 mil 220 trabajadores,
previo pago de 272 mil 837 per cápita.
CON PROBLEMAS PRESUPUESTALES para abastecer de
combustible a la Armada de México, de la Secretaría de Marina,
a cargo del almirante Marco Antonio Pierrot, 230 "burócratas de
escritorio" (Fox dixit) partieron con rumbo desconocido, tras recibir
una liquidación promedio de 392 mil 173 pesos, mientras de la institución
encargada de promover la generación de empleo en el país,
esto es, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, 551
servidores públicos dejaron de serlo luego de obtener una indemnización
de 348 mil 638 pesos.
EL REZAGO AGRARIO ES UNA vergonzosa asignatura
pendiente, pero ya el titular de la Secretaría de la Reforma Agraria,
Florencio Salazar Adame, trabaja afanosamente para que la dependencia a
su cargo desaparezca, por lo que ella aportó 530 personas al "programa
de separación voluntaria", con un costo unitario de 227 mil 735
pesos. La Semarnat, con el especialista Alberto Cárdenas Jiménez
a la cabeza, contribuyó con 3 mil 928 trabajadores, que se llevaron,
en promedio, 329 mil 862 pesos.
REDONDEAN LA LISTA (se cita número de "separados"
y monto recibido por cada uno) las secretarías de la Función
Pública (265 y 303 mil pesos), de Seguridad Pública (331
y 206 mil 646 pesos), la Consejería Jurídica del Ejecutivo
Federal (dos y 350 mil), el Conacyt (110 y 435 mil 454) y el ISSSTE (3
mil 130 y 221 mil 693 pesos).
Las rebanadas del pastel:
VAMOS MÉXICO, MARTITA Sahagún y damas
que la acompañan se niegan rotundamente a participar en el "programa
de separación voluntaria", porque, dicen, "una fundación
fuera del presupuesto es una pobre fundación"... Cuantimás
una candidatura presidencial.
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