Sólo uno por ciento de los ingresos por venta de drogas llega a manos de campesinos

Acaparan grupos delictivos enormes ganancias por siembra de cultivos ilícitos

Estudio de la JIFE pone al descubierto el espejismo de la producción de enervantes en el agro

A pesar de que la producción de drogas ilícitas incrementa la creación de em-pleos en el sector rural a corto plazo, sobre todo para pequeños productores y campesinos migrantes, el impacto económico para los agricultores es limitado, pues se estima que sólo uno por ciento de las ganancias totales de este comercio llega a manos de los trabajadores del campo, mientras el resto pasa a manos de grupos de narcotraficantes.

Un informe elaborado por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), organismo financiando por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para vigilar el cumplimiento de los tratados internacionales relacionados con el control de estupefacientes, asegura que tanto en Estados Unidos como en Europa occidental, considerados los principales mercados de drogas ilícitas, se gastaron anualmente 48 mil millones de dólares en el consumo de cocaína y 32 mil millones en heroína, ''lo que indica que sólo uno por ciento de la suma que gastan los adictos en todo el mundo para consumir drogas se percibe como ingresos agrícolas en los países en desarrollo''.

Por lo que respecta al valor del cultivo de adormidera (heroína) y coca para el productor agrícola, estimado en mil 100 millones de doláres durante 2001, sólo representó 1.3 por ciento del ingreso agrícola total de los países involucrados, lo que indica que la ganancia por el producto de los cultivos ilícitos ''constituye apenas una fracción de los presupuestos de fiscalización de drogas de los países más afectados, como Estados Unidos, que ese año destinó 33 mil millones de dólares en fondos federales y estatales para la fiscalización de drogas, es decir, recursos 30 veces mayores que los ingresos de los agricultores que se dedican a la producción ilícita de coca y adormidera''.

Grandes ganancias en EU, por tráfico de cocaína y heroína

La venta de cocaína y heroína en Estados Unidos durante el año 2000, agrega el informe, generó ganancias por 36 mil millones de dólares, mientras ese mismo año la producción y venta de estas sustancias ilícitas, destinadas al mercado estadunidense, sólo representó un ingreso por 12 mil millones de dólares para los países en desarrollo, donde se estima que en las regiones donde existen cultivos ilícitos el porcentaje de la población local involucrada en esta actividad podría haber sobrepasado 20 por ciento.

Las grandes ganancias obtenidas por estos cultivos, destaca la JIFE, ''quedan en manos de unos pocos, principalmente los que organizan el comercio de drogas, ya que a la larga esta industria ilegal provoca graves problemas que socavarán el desarrollo económico de los países involucrados, pues no existe indicio alguno que la expensansión del cultivo ilícito haya dado lugar al mejoramiento de la situación económica en general. Por el contrario, en los países donde se han producido drogas ilícitas se ha comprobado una declinación del crecimiento económico''.

Entre los efectos negativos del tráfico de drogas y los cultivos ilegales, destaca el informe, está la desestabilización de las instituciones del Estado, ''debido al enorme poder económico de las bandas delictivas de narcotraficantes para promover la corrupción, lo que trae en consecuencia la reducción de las inversiones legítimas y el deterioro del entorno comercial''.

Incremento de la delincuencia y deterioro del estado de derecho

A ello, agrega la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, se suma el deterioro social por el incremento de la delincuencia y el debilitamiento del estado de derecho en los diferentes países, pues se estima que un periodo prolongado de delincuencia y violencia ''contribuye a la degradación del capital social de un país y en general compromete el estado de derecho''.

(LAURA POY SOLANO)