Asunto viejo, el despido de dos profesores, aseguran autoridades de la institución

Defiende el jefe de Gobierno a la UCM; es símbolo de orgullo, dice

Considera un exceso hacer creer que algunas inconformidades alteran sustancialmente su funcionamiento Contribuye a abatir el rezago educativo nacional, señala López Obrador

BERTHA TERESA RAMIREZ

El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, señaló que la Universidad de la Ciudad de México (UCM) funciona correctamente, cuenta con los maestros mejor pagados del país y es un símbolo de orgullo porque contribuye a abatir el rezago educativo a nivel nacional y de manera particular en la ciudad de México, donde no se construía una escuela desde hace 20 años.

El mandatario consideró un exceso hacer creer que la inconformidad de algunos trabajadores en este centro de estudios altera sustancialmente a esta institución, pues la UCM sigue su curso normal.

Sobre los trabajdores despedidos de ese centro de estudios, Hugo Zemelman y Estela Quintar, la UCM informó que este asunto se resolvió hace más de un año, mientras que en diciembre pasado ya no les fue renovado el contrato a ocho personas vinculadas con los citados académicos, debido a que estas habían constituido un organismo al margen de la estructura universitaria, "el cual mantenía un poder dentro del posgrado".

El centro de estudios agregó que la inhabilitación de los académicos Hugo Zemelman y Estela Quintar fue la respuesta institucional que dio esa universidad a las denuncias que presentaron diversos profesores sobre irregularidades realizadas por estos investigadores, quienes "estaban jugando con el empleo de los maestros como si se tratara de regularizar placas o taxis pirata".

La institución informó que las quejas de los profesores en contra de Zemelman y Quintar, quienes coordinaban un programa de posgrado, fueron canalizadas por la vía institucional a través de la Contraloría General del GDF.

Precisó que Estela Quintar renunció en febrero de 2003, mientras que Zemelman lo hizo en abril de ese mismo año, por lo que "esto no es un hecho del día, como se quiere presentar, sino un asunto que se resolvió hace más de un año.

Explicó que las otro ocho personas que fueron despedidas -junto con Zemelman y Quintar- crearon una agrupación en el interior de la UCM que generó mucha confusión, conflicto y malestar, por lo que la institución decidió no renovar su contrato.

Además estas ocho personas aparecían en los testimonios de los profesores que presentaron las denuncias contra Quintar y Zemelman, agregó.

La institución educativa explicó que estas personas aparecían como implicadas porque habían constituido un organismo al margen de la estructura universitaria, "el cual mantenía los mandos y los poderes dentro del posgrado".

La UCM precisó que el profesor Hugo Zemelman fue cesado de El Colegio de México luego de que la situación que se presentó puso en evidencia situaciones respecto de este profesor, que eran más que conocidas en el medio académico.

Se informó que al conocerse las denuncias presentadas por profesores, la UCM "dio la cara y enfrentó con valentía y prudencia esta situación, lo que sirvió para que se le entablara un proceso en El Colegio de México".

Según fuentes consultadas en esa casa de estudios, Zemelman tiene mucho tiempo de haber creado problemas en otras instituciones, como la Escuela Pedagógica Nacional.

La Universidad de la, Ciudad de México agregó que la renuncia de los citados académicos tenía que darse luego de que se detectaron una serie de irregularidades, pues se maltrataba a profesores, actuaban de manera ideologizante y no científica con los estudiantes, "se estaba creando en el posgrado una suerte de big brother, un lugar donde tenían a los estudiantes ideologizados, porque ahí el único dogma que se podía estudiar era el de el evangelio según Zemelman, pues lo único que se estudiaba era la perspectiva de la obra teórica de este investigador.

Se informó que había toda una cerrazón técnica y problema de maltrato en las relaciones, además de un uso verbal muy violento y por ello la Universidad de la Ciudad de México tuvo que actuar.