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México D.F. Sábado 12 de junio de 2004
Entrega al gobierno capitalino copias de los
documentos en que basa su versión
El Encino, reconocido como propiedad privada desde
1950: Reforma Agraria
Corresponde al GDF investigar quiénes son los
dueños del predio, dice Salazar Adame
MATILDE PEREZ U.
Las 42.7 hectáreas del predio Totolapa, una de
cuyas cinco fracciones es El Encino, son propiedad privada; desde 1950
se reconoció oficialmente que salieron del dominio de la nación,
asentó el titular de la Secretaría de la Reforma Agraria
(SRA), Florencio Salazar Adame, quien ayer envió al gobierno capitalino
copias certificadas de los tres tomos del expediente en que se encuentra
el proceso jurídico que de 1945 a 1950 se realizó en torno
a dicho predio, incluidos los 86 mil 968 metros cuadrados que hoy reclama
como propios Promotora Internacional Santa Fe.
Luego
de presentar un resumen de la investigación que realizaron la Subsecretaría
de Ordenamiento Territorial y el jurídico de la SRA, Salazar Adame
puntualizó que corresponde al Gobierno del Distrito Federal (GDF)
investigar en el Registro Público de la Propiedad quiénes
han sido los subsecuentes propietarios de El Encino.
"El trabajo realizado y la entrega de las copias certificadas
demuestran la voluntad del presidente Vicente Fox de colaborar, dentro
del marco de la ley, con el gobierno capitalino."
Consideró innecesario "hacer un llamado" al jefe
del GDF, Andrés Manuel López Obrador, para que "acepte la
información de la SRA; la documentación entregada es legal".
Y reiteró: desde el 3 de noviembre de 1950, el subsecretario de
Agricultura, Jesús Merino Fernández, por medio de cinco oficios,
informó que 427 mil 867 metros cuadrados (42.7 hectáreas)
que conformaban el predio rústico Totolapa habían "salido
del dominio de la nación por prescripción".
Dicha determinación, añadió el titular
de la SRA, se fundó en el artículo 44 de la Ley sobre Ocupación
y Enajenación de Terrenos Baldíos, del 26 de marzo de 1894,
la cual reconocía como propietarios a quienes acreditaran poseer
los predios desde 20 o más años antes.
Así, los propietarios de dicha superficie ya fraccionada
en 1950 eran Eugenio Gutiérrez, 80 mil 637 metros cuadrados de la
fracción seis, El Jagüey; María de Jesús Gutiérrez,
86 mil 814 de la fracción dos, El Ocote; Víctor Gutiérrez,
86 mil 968 de la fracción tres, El Encino; Julia Gutiérrez,
86 mil 538 de la fracción uno, y J. Carmen Gutiérrez, 86
mil 910 metros cuadrados de la fracción cinco, La Joya.
Un largo proceso
Explicó que en 1945 se integró el expediente
80320 para analizar el reclamo que hizo Alfredo Leal Toledo sobre 14 hectáreas
de presunta propiedad nacional, localizadas en la entonces demarcación
de Santa Fe -hoy delegación Cuajimalpa-; un año después,
al publicarse en el Diario Oficial el aviso de deslinde, Ignacio
Leal Sánchez, Rafael Azuela Lara y Felipe Hernández también
exigieron que se reconociera como suya una superficie adicional de 6.6
hectáreas.
Durante
ese proceso, María del Pilar Almaraz viuda de Gutiérrez presentó
la escritura 4598 del 28 de mayo de 1924, que la acreditaba como propietaria
de los terrenos Tlaxala, Tepozan, La Majada, El Capulín, Totolapa,
El Ocote, El Escorpión, El Tejocote, Hueyatla o Manzana y Tejocotla,
los cuales, por derechos sucesorios, le había dejado su esposo Eugenio
Gutiérrez.
En el deslinde que el 15 de julio de 1947 presentó
el jefe de la Oficina Consultiva y de Legislación de la Comisión
Nacional de Colonización, Salvador Pérez de León,
se reconoció a la viuda de Gutiérrez como legítima
propietaria de dichos predios, excepto del conocido como La Majada. El
27 de febrero de 1948, el director de Terrenos Nacionales de la Secretaría
de Agricultura y Ganadería -entonces encargada del ordenamiento
territorial del país- acreditó la propiedad de la viuda de
Gutiérrez; en octubre de ese mismo año, el entonces titular
de dicha secretaría, Nazario S. Ortiz Garza, informó que
Pilar Almaraz y otras personas -no se especificaron los nombres- eran las
legítimas propietarias de los 10 predios solicitados.
Respecto al predio Totolapa -del que luego se hicieron
fracciones, entre ellas la tres, de El Encino-, la SRA estableció
que en 1949, de acuerdo con información de la Dirección General
de Terrenos Nacionales, sólo se le podían reconocer 12.5
hectáreas, no las 53.2 reclamadas. La autoridad formuló diversos
requerimientos a la viuda de Gutiérrez para que pagara 3 mil 122.92
pesos (de entonces) por las 40.6 hectáreas excedentes, a lo cual
no respondió.
Pero el 18 de agosto de 1950 el director Consultivo y
de Legislación de la Secretaría de Agricultura y Ganadería
(oficio 01052) informó al director de Terrenos Nacionales que suspendiera
el procedimiento coercitivo para recuperar las 40.6 hectáreas, ya
que Pilar Almaraz había acreditado, mediante la escritura 4598,
poseer la propiedad desde 1924, pero lo había fraccionado en 1938
en favor de Mauro, Víctor, Eugenio, Julia, María de Jesús
y J. Carmen Gutiérrez Almaraz, quienes tenían contratos de
compraventa privados inscritos en el Registro Público de la Propiedad.
El 19 de octubre de 1938, Pilar Almaraz vendió,
mediante contrato privado, a Víctor Gutiérrez la fracción
tres -El Encino- del predio rústico Totolapa, acción que
fue ratificada en noviembre de ese año ante el juez de paz Eduardo
de la Fuente, de la demarcación de Santa Fe.
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