México D.F. Miércoles 9 de junio de 2004
Menos de 100 pesos diarios, el ingreso de 60% de la población ocupada en la región
En Juárez, el mayor incumplimiento a la LFT: centro de estudios laborales
PATRICIA MUÑOZ RIOS
Ciudad Juárez, Chihuahua, es una de las regiones donde se registran más violaciones a los derechos humanos laborales en el país, ya que las maquiladoras, que son una de las principales fuentes de empleo, incumplen con la Ley Federal del Trabajo (LFT), engañan en el pago de salarios, impiden la libertad sindical, y muchas de ellas son empresas "golondrinas", que emigran de un lugar a otro sin pagar liquidaciones.
Además, están en contubernio con empresas de outsourcing (subcontratación en el extranjero) que fungen como sus agencias de colocación y contratan trabajadores a través de estas intermediarias, sin el pago de prestaciones, liquidaciones ni los mínimos de ley.
Al hacer un diagnóstico sobre la situación laboral en esta zona fronteriza, el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) señaló que uno de cada tres trabajadores en Ciudad Juárez labora en las maquiladoras, y de ellos, 80 por ciento son obreros que perciben como cuota diaria entre uno y dos salarios mínimos, sin embargo se les entrega pagos adicionales fingidos por medio de "bonos", para no pagar impuestos ni aguinaldos u otras prestaciones sobre estos ingresos.
En esta ciudad, aproximadamente 60 por ciento de la población trabajadora gana menos de 100 pesos diarios y la gran masa laboral percibe bajas remuneraciones, según se declara a las autoridades.
Pero más allá de los salarios fingidos, este centro señala que una constante entre los trabajadores de la entidad es la denuncia de que los principios de la Ley Federal del Trabajo son violados constantemente por los patrones; que éstos exigen sometimiento a extensas jornadas de trabajo, pésimas condiciones de labor, cero participación sindical, rotación de turnos y trabajo nocturno o sabático sin pago extra y otros, si se quiere conservar el empleo.
Para los trabajadores de Ciudad Juárez, es mejor separarse voluntariamente ante la amenaza de una mala recomendación, ya que los trabajadores que defienden sus derechos son "boletinados" entre otras empresas del ramo para que nadie los contrate, ya que está muy castigada la participación sindical. Todo ello motiva una alta rotatividad de obreros, para que éstos no creen derechos, e incluso es una práctica común en algunas empresas mantener bajo contratos temporales durante años a sus obreros.
A esta inseguridad en el trabajo se suma una fuente de injusticia más "con la llegada de las empresas llamadas outsourcing, que son agencias de personal que fungen como intermediarias entre los trabajadores y una segunda compañía donde van a prestar sus servicios, que con la nueva forma de contratos, permite evitar el pago de indemnización; tampoco cubren prestaciones adicionales como fondo de ahorro, pólizas de seguro y otros beneficios que se otorgan a los empleados de planta", con lo que se abarata el costo laboral.
En el caso de que los trabajadores levanten demandas contra los patrones, señala la investigación del Cereal, "las autoridades laborales de la región, lejos de ser un órgano imparcial, dejan hacer y dejan pasar, sancionando convenios claramente injustos para el trabajador y ventajosos para el patrón, o inclinando los procesos a favor de éste e impidiendo a toda costa que los trabajadores inconformes se organicen y ejerzan su derecho al sindicato y a la huelga".
Anualmente hay cerca de 4 mil demandas por despido injustificado, de las cuales 60 por ciento son ganadas por los trabajadores, aunque en su mayoría terminan en un convenio con pago de 50 por ciento o menos de lo que marca la ley.
La contratación de menores y el despido de mujeres embarazadas son prácticas comunes en Ciudad Juárez, y de todos los abusos están enterados los inspectores del Trabajo, la representación de esta dependencia y sobre todo los patrones y sus despachos de abogados que, "conocedores de lo que pasa y la tolerancia de las autoridades, ofrecen caros servicios a las empresas pero con la garantía de que ahorrarán más en los casos de demandas laborales que les tramiten y en las que no se pagarán las cantidades que prevé la Ley Federal del Trabajo", concluye el Cereal.
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