El culpable del asesinato de una menor está libre, asegura

Familiar de preso en Veracruz exige su liberación; se crucificará, advierte

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Jalapa, Ver., 8 de junio. Pedro Rosales Muñoz, padre de un recluso acusado de asesinato, se crucificó de forma simbólica en la puerta principal de la Catedral de esta diócesis; además empezó una huelga de hambre para reclamar la libertad de su hijo.

Advirtió que está dispuesto a crucificarse "de a de veras" si el caso de su hijo Juan Carlos Rosales no es reabierto por las autoridades judiciales de Veracruz.

El originario de Tulancingo, Hidalgo, se colocó hoy sobre una cruz de madera para simular una crucifixión, y al pie se colocó una manta que dice: "Son ya nueve años de prisión injusta en contra de mi hijo, mientras el verdadero culpable sigue libre".

Desde la cruz de madera explicó que su hijo, Juan Carlos Rosales, fue acusado hace 10 años de asesinar a una menor en el municipio de Alamo, al norte del estado; desde entonces está recluido en el penal de Tuxpan.

"Pero el examen de rodizonato de sodio demostró que él no había disparado. Además la mamá de la víctima declaró ante un notario público el nombre del verdadero asesino; pese a ello mi hijo fue sentenciado a 25 años de prisión", declaró.

Rosales Muñoz dijo que hace apenas una semana fue recibido por el procurador de Justicia estatal, Pericles Namorado, sin tener respuestas sobre el proceso judicial contra su hijo. "No es justo lo que me hace el gobierno de Veracruz. Suelten a mi hijo o aquí me muero. Estoy dispuesto a crucificarme de a de veras; esto es un simulacro nada más, pero estoy dispuesto a morirme aquí en la cruz", advirtió Rosales Muñoz.