En la búsqueda de metas irreales aumentan la deuda de la paraestatal, dicen trabajadores

Ahogan a Pemex expertos que actúan como gestores internos de trasnacionales

PATRICIA MUÑOZ RIOS

En el sector energético del país se percibe un "vacío de poder", especialmente en Petróleos Mexicanos (Pemex), donde los "expertos empresariales" que desplazaron a prestigiados técnicos en las direcciones de la paraestatal "no se ponen de acuerdo, no toman decisiones y, peor aún, enfrentan conflictos entre ellos, que en el fondo son disputas por negocios", señala la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera (UNTCIP).

Sostiene que en todas las áreas de la paraestatal se observa un estancamiento en la aplicación de los proyectos y falta de dirección, lo cual es muy grave.

Para nadie es un secreto que la preocupación de los nuevos directivos de Pemex se centra en concertar contratos a largo plazo para las compañías extranjeras, con las cuales muchos están ligados e incluso prácticamente las "representan" dentro de Pemex, indica la UNTCIP en un análisis sobre la situación actual de esta industria.

"Los especialistas, en los centros administrativos regionales, en las áreas de procesamiento de información, en las plataformas, los pozos, instalaciones superficiales, en la plantas de procesamiento de gas y de transformación, presenciamos cómo la actual dirección es incapaz de comprender las necesidades de los procesos de exploración, explotación y transformación industrial de los hidrocarburos y las necesidades de sus expertos petroleros. Sólo comprometen metas de producción fantasiosas que provocan daños a nuestros yacimientos e instalaciones y riesgos al personal", puntualiza esta organización.

Denuncia que hoy los directivos de esta paraestatal aplican sofisticadas, engañosas e inconstitucionales estrategias que aumentan en forma considerable su deuda financiera; provocan la obsolescencia de las refinerías y plantas petroquímicas; malbaratan equipo e infraestructura; despiden a expertos mexicanos en todas las áreas, y todo ello para propiciar el usufructo de los productos primarios de la empresa por los capitales trasnacionales.

En los tres años que ha conducido este gobierno la industria petrolera, se ha generado una pesada estructura corporativa que en la práctica se convirtió en una agencia de colocaciones, y se han erogado cuantiosos recursos para pagar altísimas percepciones y prestaciones a los directivos impuestos por el foxismo.

Sin embargo, advierte, el daño mayor en el que han incurrido radica en la estrategia petrolera y energética que han emprendido, pues la alta dirección de Pemex determina su situación financiera, la rentabilidad de su estructura y operación, así como la viabilidad de proyectos e inversiones con base en indicadores de desempeño de empresas trasnacionales que nada tienen que ver con una explotación racional, con garantizar un desarrollo sustentable de las regiones, con un compromiso social y menos aún con contribuir fiscalmente a las arcas del gobierno.

La actual dirección de Pemex debe considerar seriamente si reincide en su error de no escuchar a los expertos petroleros. "Debe recordar que se le expuso hace tres años la inviabilidad de la política energética basada en la producción de electricidad con gas, debido a que las reservas con que la fundamentó eran inexistentes y no aceptó las propuestas de generar con hidrocarburos líquidos" y concentrar las inversiones en la construcción de refinerías para producir los petrolíferos, principalmente las gasolinas que demanda el mercado interno.

Hoy el resultado está a la vista: se están incrementando en forma alarmante las importaciones de gas, petrolíferos y petroquímicos, y se siguen enviando mayores volúmenes de petróleo crudo a Estados Unidos, que los devuelve procesados. Todo parece una acción deliberada de la propia dirección de Pemex para hacer cada vez más inviable a la empresa y demostrar que es necesaria su privatización, advirtió la UNTCIP.