Sostiene que no va a prosperar la acusación por desacato en el caso de El Encino

López Obrador: es absurdo encausarme por ser el superior jerárquico en el GDF

Lamenta que a pesar de la alternancia se emplee a la PGR como arma de persecución

Ningún funcionario del gobierno capitalino incumplió mandamientos judiciales, insiste

BERTHA TERESA RAMIREZ

Durante la cuarta sesión del seminario-taller sobre el predio El Encino, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, manifestó que este caso en su contra no va a prosperar, pues los servidores públicos de la administración local jamás incumplieron orden judicial alguna, por lo que consideró absurdo que se pretenda responsabilizarlo por el simple hecho de ser el superior jerárquico.

Lamentó que a pesar de la alternancia en el poder se haya vuelto a usar a la Procuraduría General de la República como si fuera tribunal de la Inquisición y que las instituciones se empleen como instrumento de acoso político por medio de lo cual "quieren a toda costa atajarnos con miras a las elecciones de 2006". Remarcó que es absurdo que sin pruebas directas y sólo por el hecho de ser el titular de la administración capitalina quieran que recaiga en él la responsabilidad.

Indicó que fincarle una acusación de ese tipo es tanto como si se pretendiera responsabilizar al Presidente de la República de la devolución extrajudicial del impuesto al valor agregado por mil 400 millones de pesos a la empresa Jugos del Valle por parte de la Secretaría de Hacienda, basándose simplemente en la obligación que tiene el Presidente, de acuerdo con el artículo 89 de la Constitución, de promover en la esfera administrativa la exacta observancia de las leyes.

O, por ejemplo, agregó, que se ordenara el ejercicio de la acción penal contra el procurador Rafael Macedo de la Concha por el homicidio de un comerciante del mercado de La Merced perpetrado por agentes de la Agencia Federal de Investigaciones, con el argumento de que el funcionario tiene la obligación de garantizar el respeto a los derechos humanos, de conformidad con el artículo 54 de la ley orgánica de esa institución.

Sería como si se encontrara culpable al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por un presunto acto de corrupción cometido por un juez o un magistrado, sólo por el hecho de que él es también presidente de la Judicatura, órgano encargado de vigilar y sancionar los actos ilegales de los funcionarios del Poder Judicial de la Federación, añadió.

A "los que se desgarran las vestiduras e invocan cada vez que les conviene el estricto apego al estado de derecho, no está demás recordarles que hay un principio jurídico según el cual la responsabilidad penal de una persona no es transferible", puntualizó.

Insistió en que en ningún momento desobedeció la orden del juez noveno de distrito en materia administrativa de paralizar los trabajos de apertura de vialidades en la parte de las fracciones expropiadas que servían de acceso al predio El Encino, lo cual fue incluso sustentado por el magistrado Alberto Pérez Dayán, el 23 de enero de 2003.

Preguntó que cómo podrán sus adversarios explicar a la gente "que por intentar abrir una calle el jefe de Gobierno sea desaforado, inhabilitado y acabe en la cárcel".

Interrogado respecto a si ya se está preparando para defenderse desde la tribuna de la Cámara de Diputados, contestó afirmativamente y dijo estar listo para enfrentar cualquier adversidad.

Interrogado sobre una encuesta publicada ayer por un diario de circulación nacional, la cual indica que López Obrador ya superó el trago amargo después de los videos y señala que su popularidad repuntó 70 por ciento y la calificación aprobatoria a 7 por ciento, así como que de quienes votaron por el PRI en las pasadas elecciones 60 por ciento opina que el jefe de Gobierno tiene un mejor desempeño frente a 8 por ciento del presidente Vicente Fox, el mandatario capitalino comentó: "Nos está yendo bien, así que, ¡pecho a tierra!", por aquello de que cada vez que las encuestas lo benefician sus adversarios lo atacan.