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México D.F. Jueves 3 de junio de 2004
Zinacantán, la principal bomba de tiempo; el gobierno local sesiona en San Cristóbal
La persistencia de cacicazgos en Chiapas, evidente ante la próxima batalla electoral
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Cristobal de las Casas, Chis., 2 de junio. Paramilitares priístas de Chenalhó que se vuelven perredistas para ganar la alcaldía y seguir amenazando a las bases de apoyo zapatistas de Polhó. Panistas que expresan nostalgia por Pinochet y exigen "orden". Ex priístas hoy perredistas, armados y listos para enfrentarse en Zinacantán contra los priístas, también armados. Las identidades partidarias se diluyen en una entidad donde el mismo gobierno estatal está compuesto en importante medida por ex priístas confesos y priístas que de momento minimizan la cruz de su parroquia. Lo que en cambio no se diluye son las estructuras de poder y los cacicazgos regionales que quedan.
Ante los próximos comicios estatales, el 3 de octubre, la lucha por las candidaturas, y por la elección misma, de los grupos interesados, refleja zonas significativas del escenario político en la entidad más militarizada de la República, donde sigue su curso una guerra de baja intensidad, cambiante, pero sostenida. La entidad donde se desarrolla también una amplia rebeldía indígena que construye, pacíficamente, formas autónomas de gobierno dentro y fuera de la denominada "zona de conflicto".
De momento, la principal bomba de tiempo asoma en Zinacantán, donde las pugnas entre los grupos caciquiles han generado la siguiente situación: el gobierno municipal (perredista) en pleno se ha trasladado a la vecina ciudad de San Cristóbal ante la "falta de condiciones" en su propia cabecera municipal, mientras los priístas de Zinacantán dicen temer una inminente agresión de los grupos armados y encapuchados que respaldan al edil Martín Sánchez Hernández.
Sin mayor explicación, al menos pública, desde la semana pasada el ayuntamiento zinacanteco despacha en esta ciudad, en instalaciones que se establecieron el año pasado luego del enfrentamiento armado entre priístas y perredistas en el pueblo de Zinacantán. Esta presidencia "alterna" está separada por sólo una pared, por cierto, de la casa del hasta hace poco subprocurador de Justicia Indígena, Isidro Gómez Entzin, aliado del alcalde Martín Sánchez. Fue removido del cargo casi silenciosamente por el gobierno estatal, a raíz del ataque de perredistas armados contra una marcha de cuatro mil zapatistas en la comunidad de Pasté, el pasado 10 de abril. El nuevo subprocurador indígena es Mariano López Pérez, originario de Nachig (Zinacantán), igual que Martín Sánchez, aunque al parecer no pertenece al mismo grupo.
Aquí no hay hechos que sean aislados. Y el clima prelectoral es determinante. También en Chenalhó han rencarnado como neoperredistas los grupos y caciques paramilitares que se sintieron "abandonados" por el PRI luego de la matanza de Acteal y el escándalo mayúsculo que significó. Suyos son los presos que aún purgan en el penal de Cerro Hueco su participación en Acteal; suyos son los que salieron de la cárcel, así como los que siguen libres, coleando (y nunca desarmados) en Los Chorros, Tzanembolom y Yabteclum.
Tanto en Zinacantán como en Chenalhó fue ya eliminado el perredismo original, proveniente del cardenismo independiente o agrupado, por ejemplo, en Las Abejas. Ese PRD es cosa del pasado. El nuevo PRD lo encabezan los grupos contrainsurgentes (y para colmo aliados) en ambos municipios de los Altos, que sin ser vecinos los une la misma causa: combatir la autonomía zapatista y desplazar del gobierno municipal oficial a los caciques rivales, y de momento menos beligerantes, que permanecen en el PRI.
Esas nostalgias irresistibles
Puede tratarse de un delirio de senilidad o un exabrupto de los que le gusta hacer uso, pero resulta pertinente mencionar las más recientes opiniones del doctor Valdemar Rojas López, patriarca histórico del PAN chiapaneco, actual diputado local y padre del diputado federal panista y ex alcalde tuxtleco Paco Rojas. Sobre todo al calor de la brutalidad exhibida la semana pasada por el gobierno, también panista, de Jalisco. ƑMera coincidencia, o uno de los ríos profundos de la derecha panista?
"Yo soy de línea dura", se explica Rojas López en la primera plana del periódico Es Diario de Tuxtla Gutiérrez en su edición de hoy. "Yo creo que hace falta aquí un Pinochet, o de perdida un Fujimori. Yo creo que en este momento es más que necesario que alguien tome una determinación para que se vuelva a tener el estado de derecho". Y es que, agrega el legislador blanquiazul, en México "ya nadie respeta a nadie... y si no se toman medidas enérgicas, esto se va a agravar y vamos a ir al caos".
Es el mismo personaje que el año pasado, para burlarse de un diputado indígena que lo había antecedido en la tribuna hablando tzotzil, inició su intervención en inglés, para que vieran lo que se siente que le hablen a uno en un idioma que no entiende. Antes de trivializar la declaración de principios pinochetista de Rojas López (por demás fuera de timing ahora que el ex dictador chileno acaba de perder su penúltima batalla contra la historia), cabe recordar que el partido político del declarante participa de la alianza electoral (con el PRD) que originó al gobierno del cambio en Chiapas, además de ser el partido gobernante en el país. Además, el doctor Rojas es considerado mentor político de Juan Carlos Cal y Mayor, virtual candidato panista y probable ganador para la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez.
Cuando el precandidato priísta para la alcaldía de San Cristóbal de las Casas, Sergio Lobato, centra su propaganda en la frase que adorna postes y bardas: "recuperemos nuesta ciudad", Ƒa qué se refiere? Recuperarla, Ƒde quién? En clave sancristobalense, en particular "coleta", es claro: de los indios. Sí, también recuperarla para el PRI; pero una vez más la identidad partidaria no es lo relevante. Esta ciudad se ha transformado en la pasada década; es un caso extremo de reindianización. La población tzotzil, especialmente chamula, ha crecido en número, presencia y poder político y económico.
No hay que olvidar que el actual alcalde (hoy también aspirante a diputado) Enoc Hernández, en las pasadas elecciones venció al PRI, al PAN y al PRD con el registro de PAS y el voto de los chamulas. Independientemente de sus aciertos o yerros, que como sea no lo muestran más ineficaz que sus antecesores coletos, y priístas, el presidente municipal de San Cristóbal es unánimemente rechazado por las clases media y alta. Se dice que no gobierna para el centro de la ciudad, sino para la periferia (es decir, el populoso cinturón de colonias indígenas que cubre hasta los cerros el valle de Jovel).
Un dato adicional: los precandidatos priístas para la diputación de San Cristóbal y Teopisca son Mariano Díaz Ochoa, Gustavo Moscoso y Rolando Villafuerte. Los tres han ocupado la presidencia municipal y se les identifica con los alguna vez llamados "auténticos coletos". El pasado y el presente se dan la mano.
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