México D.F. Jueves 27 de mayo de 2004
De los usos y costumbres a la revocación
del mando
Tlalnepantla, Mor., 26 de mayo. La disputa por
el poder en Tlalnepantla se inició el 10 de abril de 2003, cuando
un grupo de habitantes eligió por usos y costumbres al profesor
Conrado Pacheco Rayón como presidente municipal,.
El PRI, sin embaro, contravino la tradición y registró
ante el Consejo Municipal Electoral a Elías Osorio Torres. Para
llenar el requisito de competir en los comicios constitucionales, los comuneros
inscribieron a su autoridad con el aval del Partido Fuerza Ciudadana. En
los comicios del 6 de julio de 2003, los resultados fueron desastrosos
para Pacheco Rayón: quedó en cuarto lugar.
El triunfo del priísta no fue aceptado por una
parte del pueblo, que decidió ocupar la presidencia municipal el
1º de noviembre para evitar que los nuevos funcionarios tomaran posesión.
Los integrantes del cabildo electo rindieron protesta en la casa de campaña
de Osorio Torres.
El 11 de enero, el movimiento declaró a Tlalnepantla
municipio autónomo y nombró un concejo popular que entró
en funciones esa misma semana. Dos días después, unos mil
policías desalojaron violentamente la alcaldía durante la
madrugada; en respuesta los pobladores se armaron con todo y repelieron
la acción. El saldo: un muerto, decenas de heridos, 40 desaparecidos,
más de 2 mil personas, incluidas mujeres y niños, desplazadas
a comunidades del Distrito Federal y del vecino municipio de Tlayacapan,
y numerosas averiguaciones previas contra los líderes del movimiento.
Tlalnepantla se convirtió entonces en un pueblo
semifantasma. La ausencia de los habitantes provocó pérdidas
por unos 7 millones de pesos debido al retraso en la cosecha del nopal,
principal actividad económica en la localidad. El conflicto culminó
con la destitución, ayer, de Osorio Torres.
LA JORNADA MORELOS
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