Exploraciones en costas yucatecas afectarían a 200 mil personas asentadas en 14 poblaciones

Preocupan a pescadores planes de Pemex en Progreso

LUIS A. BOFFIL GOMEZ CORRESPONSAL

Merida, Yuc., 26 de mayo. El Proyecto Progreso, mediante el cual Pemex pretende comenzar en 2008 exploraciones en las costas yucatecas, afectaría a casi 200 mil personas -en su mayoría pescadores- que habitan en 14 poblaciones de esa región.

Según un estudio preliminar de impacto ambiental difundido por la Semarnat, las comunidades de Telchac Puerto, Sinanché, San Felipe, Tizimín, Río Lagartos, Progreso, Hunucmá, Dzilam González, Motul, Dzilam de Bravo, Dzidzantún, Chicxulub Pueblo, Buctzotz y Celestún serían perjudicadas por los eventuales daños al ecosistema marítimo.

Sin embargo, otro de los peligros latentes se ubica en la periferia del arrecife Alacranes, ubicado a 150 kilómetros al norte de Progreso, donde la paraestatal planea perforar siete pozos con el objetivo de hallar petróleo o gas natural.

Ante este panorama, no obstante que parezca lejano, unos 30 mil pescadores y empresarios del ramo empezaron una serie de cabildeos con la Semarnat, Pemex y el gobierno local para obtener la garantía de que las afectaciones serán mínimas, pero la segunda dependencia -de acuerdo con el estudio ambiental- no puede dar su aval total.

El argumento de Pemex es que todas las perforaciones llevan riesgos, aunque sean menores.

La delegación de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera, integrada por empresarios influyentes, exige retribuciones en caso de que sus actividades vayan en descenso por las exploraciones.

A su vez, la Federación de Trabajadores del Mar, presidida por Mario Uc Cuevas y conformada por entre 30 mil y 40 mil trabajadores, cuya economía depende exclusivamente de la pesca, solicitó que Pemex detenga el Proyecto Progreso hasta que no haya mejores condiciones socioeconómicas.

Para esta serie de medidas, a las cuales se suma la consulta popular de la Semarnat, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) proporciona asesoría a grupos de pescadores que están temerosos del impacto negativo que produzcan las exploraciones de Pemex.

Los pesacadores reciben periódicamente la visita de funcionarios de la Codhey para recibir instrucción sobre sus garantías individuales y la defensa que harían en caso de que Pemex atente contra su economía.