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México D.F. Viernes 21 de mayo de 2004
EU: INTOLERANCIA E IGNORANCIA
La
decisión del gobierno de George W. Bush de impedir que individuos
homosexuales donen tejidos, órganos y células, anunciada
ayer por la Administración de Alimentos y Medicinas (Food and Drug
Administration, FDA), constituye una nueva expresión de la determinación
de la Casa Blanca de restringir, condicionar o desaparecer los derechos
civiles, implantar en la sociedad del país vecino un segregacionsimo
de facto y convertir la moral puritana en programa de política
interior.
Al mismo tiempo, la medida pone de manifiesto la abismal
ignorancia que impera en la administración pública estadunidense
y la falta, a la hora de tomar y anunciar las decisiones, de nociones de
salud que son, en nuestra época, temas de cultura general básica.
Las nuevas medidas de la FDA ordenan a las organizaciones
que reciben células, órganos y tejidos que antes de aceptar
una donación pregunten al donante si han tenido alguna relación
homosexual en los cinco años previos y que, ante una respuesta afirmativa,
lo consideren "no apto". El administrador de la agencia, Lester Crawford,
pretendió justificar la normativa alegando que la FDA considera
que los contactos homosexuales constituyen "comportamientos de riesgo"
y que al excluir a quienes los manifiestan contribuirá a que órganos,
células y tejidos "sean tan seguros como sea posible".
Lo que la autoridad sanitaria sugiere, pero no se atreve
a decir en forma explícita, es que los homosexuales podrían
donar órganos, tejidos o células portadores de VIH. Es decir,
la administración estadunidense padece un atraso de algo así
como tres lustros en la información y la comprensión del
sida, ignora que la epidemia superó hace mucho tiempo los "grupos
de riesgo" definidos originalmente, que hace mucho tiempo que el virus
dejó de estar vinculado a una preferencia sexual específica
y que hoy en día las personas heterosexuales están tan expuestas
como las homosexuales y bisexuales a contraer la infección referida
y cualquier otra enfermedad de transmisión sexual (ETS). Diversas
asociaciones civiles han señalado, por lo demás, que para
prevenir la donación de órganos, células y tejidos
por individuos seropositivos -homosexuales o no- basta con aplicarles una
prueba de laboratorio que arroja resultados confiables en 72 horas.
Con estas consideraciones en mente, la medida adoptada
por el gobierno de Bush no sólo se plantea como una práctica
discriminatoria contra homosexuales, lesbianas y bisexuales, sino que se
evidencia como una acción de políticas públicas basada
en la moral conservadora y no en nociones científicas. Es oportuno
recordar, a este respecto, que en febrero pasado una asociación
científica presentó al Capitolio un documento en el que advierte
sobre "la manipulación, supresión o deformación sin
precedentes de la ciencia por el gobierno de Bush". Un dato que ilustra
las tendencias oscurantistas y anticientíficas del actual presidente
estadunidense es que, cuando fue gobernador de Texas, ordenó que
en las escuelas públicas se enseñase la postura creacionista
bíblica como un alternativa plausible a la teoría de la evolución.
En suma, la medida adoptada ayer por la FDA refleja la
nefasta confluencia de ignorancia supina e intolerancia moral que caracteriza
al grupo gobernante de la máxima potencia planetaria y da elementos
para comprender esa extraña mezcla de milenarismo cristiano, autoritarismo
y desprecio por la razón y la inteligencia que caracteriza la actuación
del gobierno estadunidense en el ámbito internacional.
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