México D.F. Miércoles 19 de mayo de 2004
Comienza en Guanajuato coloquio sobre el personaje
Las amenazas del mundo actual propician la relectura de El Quijote
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Guanajuato, 18 de mayo. Si Don Quijote y Thomas Hobbes se hubieran conocido y hablado, sus planteamientos habrían sido opuestos, antitéticos.
El pensador inglés defendería la idea de la necesidad del Estado para garantizar la seguridad del ser humano, mientras que el ingenioso Hidalgo le manifestaría su desconfianza por las instituciones y pondría por delante la necesidad de la libertad.
Por eso, ante la inseguridad que hoy generan el estado de derecho y el terrorismo internacional, es necesario hacer la relectura de El Quijote, en el que predominan la búsqueda de la libertad y del bien del prójimo.
Lo anterior se desprende de los planteamientos del cervantista Virgilio Zapatero en su conferencia magistral Don Quijote y la libertad, con la que se inauguró el Coloquio Cervantino Internacional, que con el tema central Los tiempos de Don Quijote celebra sus 15 años.
La inauguración oficial del decimoquinto Coloquio Cervantino Internacional, que concluirá el sábado próximo, estuvo a cargo del rector de la Universidad de Guanajuato, Arturo Lara, y del gobernador Juan Carlos Romero Hicks.
Alejado de los reflectores, como lo prefiere, se mantenía el cervantista, pensador y publicista Eulalio Ferrer, promotor de este coloquio, presidente de la Fundación Cervantina de México e impulsor del Centro de Estudios Cervantinos, creado el año pasado.
"Este coloquio es un preludio para el magno acontecimiento que nos espera en 2005, la celebración del cuarto centenario de la publicación de El Quijote", dijo Ferrer a La Jornada.
"Don Virgilio Zapatero, de hecho, nos han introducido ya en el tiempo de Don Quijote, que tendrá una culminación el año que viene, sobre todo en Guanajuato. Estamos preparando una serie de actos magnos de forma que el coloquio ahora será una celebración a todo lo largo del año, entre ellas la declaración ya oficial de esta ciudad como capital cervantina de América, propuesta de la UNESCO".
Para Virgilio Zapatero El Quijote, como todo clásico, es una obra que plantea problemas eternos del ser humano, que se vuelve inmortal y sigue interpelando a las nuevas generaciones.
Señaló que en un mundo como el actual, "golpeado por el terrorismo, sorprendido y escandalizado por las guerras", qué mejor forma de celebrar el cuarto centenario de esa obra que buscar en Cervantes una respuesta al eterno problema de la libertad, al fin y al cabo el tema central de El Quijote.
Zapatero imaginó un diálogo entre el autor de Leviatán y Don Quijote, cuya premisa básica es la bondad del hombre por naturaleza.
-Del estado de naturaleza hay que salir -le diría Hobbes al Caballero de la Triste Figura.
-Al estado de naturaleza, hay que volver -respondería Don Quijote.
-El estado de naturaleza es el problema, pues el hombre es un lobo para el hombre.
-No, Hobbes, el estado de naturaleza, con su comunidad de bienes y su libertad irrestricta, es y debe ser siempre nuestro destino.
Como dice Don Quijote a su fiel escudero: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que nos dieron los cielos (...) El cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres".
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