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México D.F. Martes 11 de mayo de 2004
"Estás bien papacito", le gritaron sus
fanáticas
Alberto Vázquez celebró su aniversario
en dos horas, con 37 temas y 4 cigarros
ARTURO CRUZ BARCENAS
Alberto Vázquez hizo un recuento de sus 45 años
de trayectoria: "De lo hecho y lo no hecho; de lo que impulsa esta historia,
mi historia. De lo que he sido testigo. Hacer lo debido, esa es la meta",
dijo su voz en off al comenzar su concierto en el Auditorio Nacional,
el pasado domingo.
Fumó
lo menos que pudo: sólo cuatro cigarros en poco más de dos
horas, en las que distribuyó 37 canciones. El público -diverso,
pero en su mayoría gente que ha crecido con él y que ha escuchado
sus finas interpretaciones- lo ovacionó de pie varias veces, bailó
e hizo coro.
El opening de El pecador, su máximo
éxito, marcó la atmósfera. La orquesta dirigida por
Julio Jaramillo Arenas, al frente de 16 músicos, hizo recordar los
años en que los arreglos de las canciones eran realizados con elevado
nivel profesional.
Lo gritos de las damas para el galán -"¡Estás
bien papacito!"- fueron contestados con bromas: "¡Y tú estás
bien ciega!"
Los temas de Alberto están en la memoria colectiva.
Abrió con Desencadena mi corazón, rítmica y
cadenciosa. "Nunca creí que te fueras tú". Olvídalo,
a la que el cantante le hizo la letra. "Hemos compartido tantos años
juntos", dijo a los asistentes, y se dio la empatía. El velador,
Cosas... "cada vez que veo por la ventana...".
Saludó a las madres de México y recordó
a su esposa, quien falleció el año pasado. Volvió
a bromear al observar unos asientos vacíos, pocos, pero notorios:
"Se ve que está lloviendo; todos esos lugares están pagados
y no han podido llegar".
Entre los asistentes se halla Raúl Velasco, quien
condujo el programa Siempre en domingo, pero no llegaron todos los
que esperaba para festejar sus 45 años de trayectoria. Se mostró
consternado, pero los disculpó. Recordó el respeto que el
artista tenía por su público, en los años 50 y 60.
"Nada de Big Brother, pura cosa fea. La televisión se ha
vuelto triste".
Canta Tus ojos, para muchos la mejor canción
romántica de los años dorados del rocanrol en México.
A chasquear, con 16 toneladas, que le abrió las puertas de
la fama y lo llevó a Las Vegas, donde le propusieron una carrera
que lo hubiera puesto a competir con Elvis Presley. Decidió quedarse
en México.
A dúo con Yolanda Salinas, integrante de su coro,
interpretó Para decir adiós; luego, O quizás
simplemente te regale una rosa, de Leonardo Fabio. Más emociones
con Tú significas todo para mí y Fue en un café.
Otro lamento al preguntar por Silvia Pinal, quien no asistió. Interpreta
La felicidad llegó, y con Angélica María, La
novia de México: Perdóname, mi vida. "Iba a venir
Enrique (Guzmán), pero se enfermó de la ciática. César
Costa.. está difícil. Laboriel pasó de noche".
Siguen Bote de bananas, Me conformo, Lanza
tus penas al viento. Sube el Mariachi Juvenil Tecalitlán y se
lanza con Cocula, Extráñame, La llorona,
Chatita, Los barandales del puente. Para algunas personas,
Alberto es un talento desaprovechado en música vernácula,
pues le reconocen sus dotes. Tres de amor: Traigo un amor, Un
viejo amor y Por un amor. Más: La embarcación,
No volveré y Mi viejo, dedicado a los viejos padres.
Se va el mariachi y vuelta a la esencia, con Al compás
del reloj. Ceniza de su cigarro vuela sobre el escenario. Con Leticia
Salinas canta Si la invitara esta noche. Luego, a bailar con Anoche
me enamoré, Cuando era un jovencito. En las pantallas
aparece Enrique Guzmán, en su papel de Bartolo.
Atrás de la raya seguida de Maracas,
de Joan Sebastián. Más rock: Hotel de los corazones rotos
y Tutti frutti.
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