México D.F. Martes 11 de mayo de 2004
Prescinde de ''esas tierras que ya están
muy vistas en Oaxaca'', dice en entrevista
Toledo recurre a una técnica más directa
para crear óleos y temples
Espera respuesta de Fox para la exención fiscal
por la venta de piezas de su nueva muestra, recursos que destinará
a los talleres de San Agustín Etla Mañana abrirá
exposición en el DF
GERMAINE GOMEZ HARO
Mañana se inaugura, en la galería Juan Martín,
la exposición individual de Francisco Toledo que reúne su
trabajo realizado durante los tres años recientes.
Con gran expectativa, los numerosos admiradores y coleccionistas
del célebre creador oaxaqueño se darán cita a las
19:30 horas en el recinto de Dickens 33 B, Polancoo, primera sede de una
itinerancia que proseguirá en la galería Quetzalli de Oaxaca
y posteriormente en Latin American Masters de Los Angeles, California.
Con su habitual sencillez y gentileza, el incansable Toledo
nos recibió en su casa para conversar acerca de su trabajo plástico
y de sus invaluables proyectos filantrópicos.
-Sabemos cuánto le aburren las entrevistas, pero
sus seguidores estamos siempre ávidos de saber qué está
haciendo, por dónde va su trabajo y qué nuevos proyectos
está tramando. Su próxima exposición ha creado una
gran expectativa, pues hace tiempo que no se presenta una profusa muestra
de pintura como ésta.
-Sí, es el trabajo de los últimos años;
inclusive hay obras que estaban empacadas desde entonces y ya casi ni las
recuerdo.
Insultos en Los Angeles
-La
anterior entrevista que realizamos fue poco antes de su viaje a Los Angeles,
donde tenía la intención de aislarse para pintar con toda
la tranquilidad que aquí en Oaxaca no consigue debido a sus innumerables
compromisos. ¿Lo logró?
-¡Ay, no tanto! Cuando me fui dejé muchos
pendientes y allá me la pasaba en el teléfono. Me costó
mucho trabajo, nunca había estado ahí y no sabía qué
me esperaba. Yo no manejo y es una ciudad muy difícil para moverse.
''Encima de todo, al poco tiempo de nuestra llegada se
dio el atentado del 11 de septiembre. Había mucha tensión
y una gran hostilidad hacia los extranjeros.
''Inclusive nos llegaron a insultar un día que
viajábamos en automóvil a Santa Bárbara. No sabíamos
si regresarnos, fue muy desgastante. A gusto, a gusto, no trabajé.''
-He tenido oportunidad de ver la obra que se va a exhibir
y lo que más me llama la atención es que la mayoría
de las piezas son pintura-pintura, es decir, obras realizadas con una técnica
muy directa, sin recurrir a elementos extrapictóricos como en muchos
de sus trabajos recientes.
-No sé bien si se le puede llamar ''pintura-pintura",
pero efectivamente busqué una técnica más directa,
o por decirlo de otra manera, más sencilla: óleos y temples
sobre bases preparadas, sin todas esas tierras que ya están muy
vistas en Oaxaca. Eso ya me cansó.
Homenaje al frijol
-En diversas ocasiones ha mencionado que se aburre de
pintar lo mismo, ¿se refiere a su repertorio de personajes?
-No solamente a los personajes, me cansan las técnicas
que me llevan siempre a lo mismo.
''Anteriormente acostumbraba hacer una pasta, aplicar
los colores en polvo, esgrafiar mis dibujos. El resultado era algo similar
a las pinturas rupestres o a las paredes de los baños públicos,
donde las personas escriben o hace grafiti. Todo eso ya me agotó.
''Cuando me fui a Los Angeles pensé en hacer un
'homenaje al frijol'. Luego ya no pude dedicarme a ese tema como hubiese
querido, pero salieron algunas piezas que están en la exposición.
''Resulta que de niño me metí un frijol
al oído, pues quería hacer un acto de magia y sacarlo por
el otro lado. Algo me falló y se quedó dentro por mucho tiempo,
causándome una serie de trastornos que no se me olvidan.
''Después recordé una historia familiar
que en su momento tuvo relevancia. Mi padre era comerciante y una ocasión
compró en Chiapas un cargamento de frijoles que debía transportar
a Oaxaca.
''El ferrocarril en el que venía la mercancía
se quedó varado a medio camino y cuando mi padre fue a tratar de
rescatar su inversión, en casa nos quedamos todos muy temerosos,
pues esta pérdida significaba un gran golpe económico.
''Cuando mi padre abrió el contenedor, todo el
frijol había germinado y nos contó que era algo increíble.
Siempre pensé que esa imagen merecía un buen cuadro. Además,
recuerdo muchas leyendas que me gustan en torno del frijol, el maíz
y la calabaza, que forman la Divina Trinidad indígena.''
Formación de litógrafo
-También ha incursionado en diferentes técnicas
y materiales.
-Desde mis comienzos en París busqué superficies
distintas. Recuerdo unas obras que hice con unas hojas de corcho recortadas.
''Siempre me han atraído los materiales no tradicionales,
pero últimamente sí he buscado hacer una pintura más
directa, sin 'trucos", y ya no sé ni qué salió. No
las he visto y casi no las recuerdo.''
-Me parecieron pinturas extraordinarias, algunas de ellas
muestran una calidad de dibujo impresionante sobre superficies muy finas,
delicadas, algo inusitado.
-Es cierto, las texturas aparecen ahora de otro modo.
Por ejemplo, hay obras sobre papel que trabajé a manera de ''tatuajes",
es decir, les levanté la piel como un relieve y dibujé con
pastel.
''El dibujo que mencionas es un 'préstamo' del
grabado, de esos trabajos que he hecho con infinidad de rayitas.
''Para mí la gráfica es muy importante,
pues mi formación es de litógrafo. Estudié en La Ciudadela
con el maestro Castelar, pero como siempre he sido muy desordenado, la
litografía no era mi destino. Siempre estoy rayando plaquitas; cuando
me aburro en mi casa, corro al taller de Fernando Sandoval a preparar algún
grabado.
''De hecho, en estos días se inaugura una exposición
de gráfica en Los Angeles en Latin American Masters, la misma galería
que presentará la pintura. Ultimamente también he realizado
obras con mica. Es un material tan maravilloso que es muy poco lo que se
tiene que hacer. Los recortes de mica se cosen a la superficie y yo solo
agrego algo de color con temple.''
-Quizá ese desorden suyo no es tal, pues de alguna
manera se las arregla para hacer infinidad de cosas a la vez. Esto no es
típico de una persona desordenada.
-Recuerdo que Tamayo decía que trabajaba 8 horas
diarias, como un albañil. Yo no puedo hacer algo así. Entro,
salgo, voy, vengo, firmo manifiestos, escucho quejas, contesto cartas.
Es cansado. Finalmente cuando se agendó esta exposición para
mayo me entró el furor y he estado trabajando muchísimo.
A ver cómo encajan estas obras con las anteriores.
Oportunidad para jóvenes creadores
-¿Y qué ocurre con los proyectos culturales
que dirige en Oaxaca?
-Por el momento el más importante es el de los
talleres de San Agustín, en Etla. Hace unos días, finalmente
se logró reunir el dinero suficiente para terminar la restauración
del edificio, por parte del gobierno estatal, el Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes, Banamex y mi participación.
''Se
trata de un proyecto muy ambicioso y, por lo mismo, muy costoso. Hace poco
hice una petición al presidente Fox y Hacienda para ser liberado
de pagar los impuestos correspondientes a las ventas que se generen en
mi próxima exposición, pues mi intención es destinar
ese dinero a este proyecto.
''Como Banamex fue eximido después de hacer un
gran negocio con su venta, me parece justo no pagar impuestos por una ganancia
que voy a entregar en su totalidad a la comunidad. Este asunto ha quedado
en el aire, pero espero que se retome en breve porque hay presión
para terminar los trabajos de restauración dentro del periodo del
presente gobierno, pero es necesario tener los recursos para iniciar enseguida
con uno o dos talleres.''
-¿En qué van a consistir estos talleres
y qué impacto tendrá este centro de formación en los
artistas jóvenes?
-No queremos que sea una escuela tradicional, sino un
espacio plural, abierto, en el que se inviten a artistas mexicanos y extranjeros
a trabajar e impartir talleres de gráfica, pintura, textiles y cerámica,
entre otros.
''Los jóvenes tendrán oportunidad de ver
trabajar a creadores de fama internacional y convivir con ellos. Un punto
muy importante será el intercambio entre artistas plásticos,
artesanos y diseñadores.
''En Oaxaca hay muchos artesanos y de distintos niveles,
pero la mayor parte de la producción es de mala calidad porque resulta
repetitiva. A partir de este intercambio se generará entre los jóvenes
un mayor deseo de innovar, que, de hecho, lo tienen, pero no han sabido
encontrar el camino.
''He tenido esta inquietud desde hace años. En
1967 me instalé en Teotitlán del Valle con la intención
de renovar la producción de tapices. No era entonces el centro comercial
que es hoy día. Becamos a un artesano muy talentoso para que aprendiera
técnicas más complejas en México y formamos una cooperativa
con dos talleres.
''Recuerdo que el primer invitado fue el pintor Emilio
Ortiz que nos hizo un cartón precioso. Solicité la beca Guggenheim
para consolidar este proyecto, pero, como no la obtuve, nos quedamos sin
fondos y se vino abajo. Hay una infinidad de posibilidades para los talleres
de San Agustín, pero todo dependerá del dinero que se logre
reunir.
''Quiero agregar que otra preocupación paralela
es la contaminación que generan las instalaciones de los artesanos
debido a que tienen muy pocos recursos. Se necesita enseñarles un
sistema de trabajo que no contamine el ambiente y las aguas. Al respecto
hay todo un planteamiento para convertir a Etla en un pueblo modelo, consciente
de los peligros de la contaminación e instruido en el cuidado de
su entorno natural y la captación de recursos por medios ecológicos.
''Es una tarea difícil, pero si se logra será
un ejemplo para el resto de los valles, e inclusive para la misma ciudad
de Oaxaca, que carece de una planta para tratar las aguas negras y esto
es alarmante, pues ya están surgiendo brotes de cólera.''
Pocas palabras, proteicas acciones
-Volviendo al tema de su exposición, ¿está
nervioso?
(Toledo ríe con ojitos pizpiretos.)
-No tanto. Estoy contento porque se cierra un círculo.
La exposición pasará y lo importante es lo que sigue.
El incansable y aguerrido juchiteco alterna su creación
plástica y la filantrópica, el talento artístico y
su enorme capacidad de liderazgo.
No contamos en el país con un artista tan generoso
y comprometido con todas las causas culturales y sociales de su comunidad
como Francisco Toledo. Hombre de pocas palabras y proteicas acciones, que
es ejemplo de fortaleza moral y ética en un mundo en el que estos
valores peligran en convertirse en referencias arqueológicas.
Un ser humano humilde que desconfía de los halagos
y las tentaciones del mercado del arte. Un artista cabal cuya obra no deja
de sorprendernos por su frescura, calidad e infinita inventiva.
-Finalmente, ¿está satisfecho con su pintura
reciente?
-No sé. No lo puedo saber. Siguiendo a Kafka, escribí
lo siguiente en el prólogo del catálogo:
''Yo sé pintar como los otros, solamente que tengo
más memoria que los demás. No he podido olvidar la época
en que no sabía pintar, como no he olvidado, no me sirve de nada
saber pintar."
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