México D.F. Viernes 7 de mayo de 2004
Es hora de que "rueden cabezas en el Pentágono":
funcionarios de la Casa Blanca
El escándalo de las torturas a presos en Irak
podría llevar al despido de Rumsfeld
Powell, cansado de disculparse por las acciones de Bush,
revela un asesor
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 6 de mayo. La publicación
de fotografías de la tortura de detenidos iraquíes por soldados
estadunidenses y el desplome de los índices de aprobación
del gobierno de George W. Bush en las encuestas, han generado una creciente
preocupación en la cúpula republicana este año electoral
y podrían incluso llevar al despido del secretario de Defensa, Donald
Rumsfeld, en los próximos meses.
Los
costos políticos de los "errores" de la guerra en Irak se incrementan
cada día en casa.
En respuesta, Bush buscó distanciarse de Rumsfeld
esta semana, al criticarlo públicamente por su manejo del escándalo
de la tortura de prisioneros iraquíes. A la vez, algunos defensores
de la guerra cuestionan ahora la falta de planeación para ese conflicto
y la ocupación de Irak que ha dejado a Estados Unidos sin suficientes
tropas, chalecos antibalas, radios y equipo de combate, por ejemplo, se
informa que las tropas estaban usando triplay en sus vehículos,
a falta de blindaje, para protegerse contra balas.
La justificación por las faltas y carencias militares
en Irak de Douglas Feith, el oficial del Pentágono encargado de
planeación de posguerra, fue sugerir que es lo que siempre ocurre
en las guerras. Tal vez, indicó, se necesitaba establecer una oficina
para planear operaciones posguerra para conflictos bélicos futuros
para evitar estos problemas. Esta sugerencia provocó respuestas
como la de la columnista del New York Times Maureen Dowd: "¿guerras
futuras?"
Pero mientras ideólogos neoconservadores como Feith
ya planean guerras para el futuro, algunas figuras republicanas preocupadas
por la campaña de relección del presidente están indicando
que quizá llegó el momento de deshacerse de gente como Feith,
Rumsfeld y otros neoconservadores. Así, algunos en la Casa Blanca
se preocupan por si este viernes, durante una audiencia legislativa, algunos
legisladores republicanos le preguntan a Rumsfeld si tiene planes para
renunciar, y un funcionario dijo al Washington Post que Rumsfeld
"podría no sobrevivir para ver el día de las elecciones",
mientras otro comentó a Los Angeles Times que "es hora de
que rueden algunas cabezas en el Pentágono".
El senador republicano John McCain, afirmó hoy:
"no presumo de indicarle al presidente qué decir, pero es obvio
que el secretario Rumsfeld y otros tienen mucho que explicar". El propio
presidente se vio obligado hoy a afirmar que no desea la renuncia de Rumsfeld.
"Es un muy buen secretario de Defensa, forma parte importante de mi gabinete
y se quedará ahí", dijo a reporteros en la Casa Blanca.
Por supuesto que el candidato presidencial demócrata
John Kerry ha dicho durante meses que la Casa Blanca debería despedir
a Rumsfeld y varios prominentes políticos demócratas se sumaron
al coro esta semana.
Los medios, a su vez, se han enfocado en el escándalo
de los prisioneros de Irak y quién debería asumir el costo
político dentro del gobierno. El principal editorial del Washington
Post hoy, un rotativo cuya línea editorial ha sido de defensa
y hasta promoción de la invasión a Irak, dijo que los abusos
recién revelados "pueden ser trazados, en parte, con las decisiones
políticas y declaraciones públicas del secretario de Defensa,
Donald H. Rumsfeld".
Pero el ímpetu para deshacerse de Rumsfeld podría
provenir más de la gente de la Casa Blanca encargada de lograr la
relección de Bush. "Karl Rove, el principal asesor político
del presidente, ha comentado que cree que tardará una generación
para que Estados Unidos supere este escándalo en el mundo árabe",
reportó hoy el New York Times. Según el rotativo,
Rove señaló que esto manifiesta el peligro de basar la campaña
de relección en hechos de política exterior que están
más allá del control de presidente.
Rove ha estado observando tres encuestas recientes según
las cuales el nivel de aprobación del presidente se ha desplomado
al punto más bajo de su gestión. Una del Wall Street Journal
difundida hoy registró que la opinión pública ya no
cree que la guerra valió los costos en vidas de soldados estadunidenses
y que la mayoría cree que Irak no llegará a ser un país
democrático cuando Estados Unidos salga de ahí.
La
encuesta también detectó que sólo 47 por ciento dio
su aprobación a la manera en que Bush se ha conducido, y 49 por
ciento opina que no merece ser relecto. Un sondeo de Gallup difundido esta
semana registró que "los estadunidenses están más
insatisfechos con la dirección del país que en cualquier
momento en más de ocho años".
Uno de los problemas más espinosos y que han causado
mayor daño a la Casa Blanca han sido las revelaciones de que el
Pentágono fracasó en preparar esta guerra y la subsiguiente
ocupación. "Cuando llegamos a Bagdad, pronto nos dimos cuenta de
que la gente que planeó esta guerra lo había hecho mal",
comentó el teniente Paul Rieckhoff, de la Guardia Nacional, en un
mensaje difundido por el Partido Demócrata en el cual señaló:
"no había vehículos, municiones, equipo médico y agua
suficientes".
Otros reportajes en los medios incluyen notas como la
del soldado que informó a su familia de que sólo contaban
con un intérprete para una división de miles de soldados;
otro comentó a un amigo vía correo electrónico que
algunos de sus compañeros estaban comprando radios de comunicación
en Radio Shack para llevarlos a Irak por falta de equipo de comunicación
en el ejército.
La pregunta que muchos oficiales militares están
empezando a hacer en esta capital es ¿Cómo podría
haber ocurrido esto? ¿Cómo fue que la fuerza militar más
rica, más poderosa y más organizada en la historia humana
fue capaz de calcular tan mal esta guerra?
Las fuerzas armadas estadunidenses, con un presupuesto
de cerca de medio billón de dólares anuales, están
en tales condiciones que, por ejemplo, han tenido que solicitar el regreso
de howitzers prestados a empresas estadunidenses que administran
el deporte de esquí -esas armas son utilizadas para bombardear zonas
nevadas de alto riesgo en las montañas- para enviarlas a Irak. El
mes pasado el Pentágono anunció que estaba cancelando un
envió de transportes de tropas Humveee a Israel, ya que necesitaban
en Irak también.
Inicialmente, el Pentágono había anticipado
que requeriría menos de 100 mil soldados en Irak para este verano,
y hace un mes estableció ese nivel en no más de 115 mil.
Pero esta semana, comandantes estadunidenses debieron admitir que tendrán
que mantener una fuerza de 138 mil efectivos en Irak por lo menos hasta
finales de 2005, lo que destruye todos los pronósticos optimistas
que había pintado el Pentágono durante este año. Algunos
comandantes creen que ni ese número es suficiente.
En tanto, el secretario de Estado, Colin Powell, tal vez
ante la vulnerabilidad política del secretario de Defensa en esta
coyuntura, ha permitido que sus subordinados critiquen abiertamente a Rumsfeld
y su gente en una entrevista para la revista GQ.
Larry Wilkerson, jefe de asesores de Powell, dijo que
el secretario de Estado ya está cansado de "realizar el control
de daños" y "disculparse" por las acciones del gobierno de Bush.
En particular, criticó a los altos mandos civiles del Pentágono
y comparó al subsecretario de Defensa Paul Wolfowitz, con Lenin.
Los llamó utópicos, según la revista: "no me importa
si los utópicos son Vladimir Lenin.... o Paul Wolfowitz. No me gustan.
Nunca se va lograr traer la utopía, y vas a dañar a mucha
gente en el intento".
O sea, los costos políticos de esta guerra están
creciendo en casa, dentro del propio gobierno, y a nivel nacional. Ahora,
todos esperan ver quién paga, y cuánto.
El mandatario, molesto por no haber sido informado
directamente de la situación
Bush se disculpa por los abusos contra presos iraquíes;
el Post publica más fotos
Legisladores exigen al Pentágono aplicar "justicia
pronta" a soldados implicados en torturas
REUTERS, AFP Y DPA
Washington, 6 de mayo. El presidente estadunidense,
George W. Bush, ofreció disculpas este jueves por los casos de tortura
contra prisioneros iraquíes, y afirmó que debió haber
sido informado de estos actos directamente, y no por los medios de comunicación,
mientras el diario The Washington Post publicó hoy nuevas
fotografías de abusos de soldados estadunidenses contra prisioneros
iraquíes.
"Siento
mucho que los presos hayan sufrido estas humillaciones", declaró
Bush durante una conferencia de prensa tras una reunión en la Casa
Blanca con el rey Abdullah II de Jordania. "Es una mancha en el honor y
la reputación de nuestro país". Las imágenes de "crueldad
y humillación" sobre los abusos cometidos contra la presos "nos
descomponen el estómago" a los estadunidenses, agregó.
Bush insistió que las torturas son casos aislados
y no reflejan la buena disposición de las tropas hacia los iraquíes.
"Los soldados que hay en Irak están allí para la seguridad
y la paz, y son los mejores de los mejores", subrayó.
El secretario de Estado, Colin Powell, dijo que Washington
responderá de manera "exhaustiva" a las quejas por maltratos a prisioneros
en Irak y los reclamos de acciones correctivas del Comité Internacional
de la Cruz Roja.
El diario The Washington Post publicó hoy
nuevas fotos de prisioneros iraquíes. En la portada, una mujer identificada
como la soldado Lynndie England, sostiene lo que parece ser una correa
para perros alrededor del cuello de un hombre desnudo en la prisión
de Abu Gharib. La militar escribió a su madre, según el Post,
que estuvo en el lugar equivocado, en el momento equivocado. En las páginas
interiores del periódico hay tres fotos más.
La primera muestra a un grupo de hombres desnudos y atados
tendidos en el piso; en la segunda, un hombre desnudo y encapuchado está
esposado a la puerta de una celda, y en la tercera se ve a un hombre atado
y desnudo sobre la litera de una celda con una prenda de ropa interior
femenina en la cabeza.
El diario señaló que las fotos que publicó
son sólo algunas de muchas que han circulado. Según el rotativo,
se trata de más de mil fotos digitales que abarcan desde imágenes
de la vida militar de todos los días hasta otras que simulan relaciones
sexuales entre soldados.
La Cámara de Representantes estadunidense aprobó
este jueves por 365 votos en favor y 50 en contra una resolución
deplorando los abusos cometidos contra prisioneros en Irak. La resolución
llamó al Pentágono a aplicar "justicia pronta" a cualquier
miembro de las fuerzas armadas estadunidenses que se compruebe que haya
participado en la humillación a detenidos iraquíes.
A su vez, varios senadores -demócratas y republicanos-
pidieron al Pentágono la demolición de Abu Gharib para borrar
un símbolo de las salas de tortura de Saddam Hussein, pero también
del escándalo por las que propinaron soldados estadunidenses a prisioneros
iraquíes en ese mismo escenario.
Por lo pronto, el primer ministro de Gran Bretaña,
Tony Blair, y el presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, condenaron
hoy en Londres los abusos cometidos por las tropas de ocupación.
En conferencia de prensa conjunta, tras un encuentro en Downing Street,
Blair y Kwasniewski declararon que para ello no existe ninguna justificación.
Los responsables deben ser condenados y hay que "abolir" este tipo de prácticas,
demandaron de forma unánime.
De igual forma se pronunció el gobierno de Japón,
que deploró los malos tratos infligidos por los militares estadunidenses
a los prisioneros iraquíes, y exhortó a Washington a revelar
los detalles de este escándalo que provocó fuertes críticas
en diferentes países.
Recupera el ejército invasor la gobernación
de Najaf
Enfrentamientos y un atentado dejan casi 70 muertos
en Irak
AFP, DPA Y REUTER
Bagdad, 6 de mayo. Al menos 41 guerrilleros fueron
abatidos este jueves por las tropas de ocupación que recuperaron
el control del sector de la sede de gobernación de la ciudad santa
chiíta de Najaf, mientras siete personas perdieron la vida en un
atentado con coche bomba en Bagdad, así como otra veintena murieron
en diversos enfrentamientos en Kirkuk, Nasiriya y Ciudad Sadr.
El
ejército estadunidense, que llevaba semanas apostado en la entrada
de la sureña Najaf, lanzó una operación que le permitió
tomar el control del sector de la sede de la gobernación y desalojó
a las milicias radicales chiítas que se refugiaban en el inmueble.
En el ataque perdieron la vida 41 seguidores del clérigo radical
Moqtada Sadr, informó un alto mando de la coalición,
que no reveló si se contabilizaron bajas entre los soldados invasores.
Las fuerzas estadunidenses utilizaron tanques y fuego
de artillería para tomar el control de la gobernación, ubicada
en las afueras de Najaf cerca de la localidad de Kufa, cinco kilómetros
al oeste la ciudad santa, pero se mantuvieron alejados de los lugares sagrados.
Testigos señalaron que cientos de chiítas llegaron del sur
del país a Najaf y Kufa, para unirse a la milicia del clérigo
Sadr.
La toma de la gobernación, cercana a la mezquita
del Imán Alí, en el centro de la ciudad, estrecha el cerco
sobre Sadr, al que Estados Unidos quiere capturar "vivo o muerto". Los
enfrentamientos estallaron poco después de una declaración
del administrador civil estadunidense, Paul Bremer, en la que anunció
el nombramiento del gobernador de Najaf, al que las agencias de prensa
no identificaron, y exigió de nuevo el desarme de la milicia de
Sadr, el ejército de Medhi.
En Kerbala, al suroeste de Bagdad, un miliciano chiíta
falleció y otras nueve personas resultaron heridas en enfrentamientos
entre la resistencia y las fuerzas de ocupación, en los que quedó
completamente destruida una institución religiosa que depende de
Sadr. En Nasiriya, al sur de la capital, tres iraquíes murieron
en enfrentamientos entre milicianos chiítas y soldados italianos,
según informes de la policía local.
En Bagdad seis iraquíes, entre ellos el atacante
suicida y un soldado estadunidense, perecieron en la explosión de
un coche bomba, que ocurrió en el puente 14 de julio, que conduce
al cuartel general de la coalición. El atentado dejó
además 33 iraquíes y dos soldados heridos. Horas más
tarde, un automovilista resultó lesionado y dos vehículos
dañados en la explosión de una bomba artesanal en el centro
de la capital iraquí.
Un funcionario de la administración iraquí,
que no fue identificado por Reuters, señaló que el ataque
en Bagdad lleva la marca de Abu Musab al-Zarqawi, a quien las autoridades
acusan de ser responsable de una serie de atentados con coche bomba y quien
es señalado de ser militante de la red Al Qaeda.
A su vez, 10 "rebeldes" murieron la noche del miércoles
al jueves durante cuatro operaciones llevadas a cabo por el ejército
estadunidense en el barrio chiíta de Ciudad Sadr, en Bagdad, según
un responsable militar de la coalición.
En la norteña Kirkuk, el director del departamento
de agricultura, y su chofer, fueron ultimados a balazos, informaron fuentes
policiales.
Del lado sunita, en la sureña Baquba, cuatro iraquíes
resultaron heridos la mañana de hoy en un atentado contra la sede
de la Unión Patriótica del Kurdistán, informó
la policía local.
El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó
hoy que uno de sus ciudadanos es mantenido como rehén por grupos
insurgentes en Irak. La cadena árabe Al Arabiya emitió un
video en el que un grupo iraquí hasta ahora desconocido, que se
hace llamar Brigadas de la Ira Islámica, muestra a un estadunidense,
de origen iraquí, con los ojos vendados.
En la cinta, el secuestrado declaró que trabaja
como ingeniero para el Departamento de Defensa.
A todo esto, el Ministerio de Defensa británico
calificó de "especulaciones" los informes difundidos hoy en la prensa
local en relación a que enviará tropas a Irak para que asuman
el control de Najaf, en remplazo de las tropas españolas.
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