Llama la ex embajadora a desalentar la polarización

La Habana no supo leer la línea foxista: Paredes

Condena el trato mediático de los asuntos judiciales

JOSE GALAN

La actual crisis en las relaciones entre México y Cuba no puede plantearse bajo la disyuntiva de estar con una nación o con otra, porque eso es dramático y grave. "No juguemos a la polarización ni busquemos fragmentar el país", advirtió Beatriz Paredes Rangel, ex embajadora ante el gobierno de Fidel Castro y actual presidenta de la Fundación Colosio, del PRI, quien llamó a los medios de comunicación a no caer en esa trampa.

Añadió que sí es posible estar con ambos, y que las críticas o el rechazo a esta postura, sustentada en la historia y las relaciones tradicionales entre ambos países, "nos ponen en la antesala del macartismo". Insistió: "Eso es dramático e inadmisible; es necesario ubicar el incidente en su verdadera dimensión".

Al participar anoche en una mesa redonda sobre el tema, junto con la periodista Beatriz Pagés y el también ex embajador ante La Habana Ricardo Pascoe Pierce, organizada por la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco, la ex diputada consideró, como parte de los elementos de la crisis diplomática, que la lógica de la actual administración federal consiste en la politización de los asuntos judiciales, y enumeró el Pemexgate, los Amigos de Fox y los videoescándalos como ejemplos de casos judiciales que fueron politizados y ventilados en los medios masivos de comunicación.

"Para mayores señas, basta con ver lo que ha sucedido en términos de eficiencia jurídica, es decir, la relación entre lo que ha sucedido en las instancias judiciales y lo que se ha manejado en los medios de comunicación", añadió. "Es el estilo mediático de dirimir los conflictos, en los que no se han utilizado en ningún momento los mecanismos de la política. Se pierde la sustancia, se evita la profundización y se constriñe a los adjetivos: que si uno es bueno y el otro malo, que si es blanco o negro", expuso.

Subrayó que "es una manera de golpear a la cultura democrática, que ha servido para denostar al Congreso -con 3 por ciento de aceptación entre la gente-, ridiculizar a los gobernadores en una Conago sin éxito, y para esparcir la especie de que todos los partidos son corruptos; como estilo ha sido eficiente".

"Previsible desde el principio"

Poco antes, luego de expresar opiniones sobre Cuba con base en su paso por la isla como representante diplomática, sin olvidar las referencias a la revolución cubana, Paredes llamó la atención sobre el hecho de que México no había tenido antes de Vicente Fox un gobierno "abierta y claramente de derecha", por lo que le parece lógico que el actual tome distancia de otro Estado, el cubano, que representa "la última expresión vigente de un régimen medularmente antagónico", por lo que la crisis actual "resultaba previsible desde el principio".

El gobierno decidió nombrar al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores "a una persona (Jorge G. Castañeda) con una visión emocional y subjetiva del régimen cubano", por lo que a partir del inicio de la actual administración la relación con Cuba "ha sido accidentada; es una crisis preñada de desencuentros y, obviamente, no se ha caracterizado por una relación tradicional".

Pero también advirtió que La Habana "no supo leer" los lineamientos de la política exterior de Vicente Fox, y desde hace varios años el gobierno cubano "no entiende qué está pasando en México, quizá porque tiene una idea romántica del pasado".