De Juan Pablo Villaseñor, se volverá a exhibir el domingo

Cautiva y conmueve al público la cinta Los niños de Morelia

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

Una larga y emotiva ovación fue otorgada al documental de Juan Pablo Villaseñor, Los niños de Morelia, exhibida en la función inaugural del ciclo Panorama del Cine Mexicano, que desde el martes se lleva a cabo en la Cineteca Nacional.

La película de Villaseñor cuenta la historia de 456 niños españoles que fueron enviados a la capital de Michoacán en 1937 para ponerlos a salvo de la guerra civil española.

Villaseñor es originario de Morelia, donde oyó desde pequeño hablar de aquellos niños que con el tiempo pasaron a formar parte de la historia de la ciudad. Sin embargo, al paso de los años notó que dicha historia iba quedando gradualmente en el olvido, conforme morían sus protagonistas.

Con el propósito de contribuir a que esos testimonios no se perdieran, en 2002 entrevistó a los últimos seis 舠niños de Morelia舡 que aún vivían en la capital michoacana 舑obvia­mente ya ancianos舑, para que le contaran sus respectivas experiencias. El resultado fue Los niños de Morelia, que durante su primera exhibición en la ciudad de México, cautivó y conmovió al público.

Realizado prácticamente sin recursos, 舠con la ayuda de los amigos舡, el documental tiene como hilo conductor las voces y las imágenes 舑poderosamente en­trañables舑 de aquellos sobrevivientes: Emeterio Payá Valera, José Rius Rodríguez, Martina Benedet Gironés, Acacio González Perujo, José Dobla Vázquez y Vicente Carrión Fos. Seis historias que, desde lo personal, informan y sensibilizan al espectador sobre un tema en apariencia lejano del presente, pero de muchas maneras relacionado; un testimonio conmovedoramente humano, más que político.

No están ausentes los elementos que ubican y ayudan a comprender un momento histórico, en el que destacó el sentido humanista y solidario de la política exterior mexicana impulsada por el entonces presidente Lázaro Cárdenas.

Los niños de Morelia evita el tono didáctico que suele menudear en el género, y se convierte en un relato ordenado cronológicamente, con sus momentos de drama, alegría, esperanza, desencanto, resignación, rebeldía.

Se repite experiencia

Como ya ocurrió en marzo pasado, durante la Muestra de Cine Mexicano de Guadalajara, de principio a fin el público se prendió de la historia. Y más de uno, entre sollozos, terminó 舑lo revelaban en sus comentarios舑 con una mezcla de sensaciones que iban de la tristeza, la indignación, la solidaridad, el asombro. Esto se hizo patente en el diálogo que al final de la exhibición Juan Pablo Villaseñor sostuvo con los espectadores. Varios, al hacer sus comentarios o preguntas, aún se mostraban conmovidos.

No obstante la buena recepción que ha tenido tanto en la Muestra de Guadalajara como el jueves en la Cineteca, y a pesar de tener invitaciones para asistir a festivales internacionales, la proyección del documental en salas mexicanas todavía es incierta. La cuestión es que quienes controlan la distribución cinematográfica en el país, no se han interesado en la película por considerar que no es comercial. La historia de siempre.

Los niños de Morelia se exhibirá nuevamente en la Cineteca el próximo domingo, también en el ciclo Panorama del Cine Mexicano.