México D.F. Jueves 6 de mayo de 2004
Enfrentan
escasez de consumidores y deficientes sistemas de
comercialización
Con el TLCAN se agudizaron
los problemas para productores de frijol
Las
aduanas solapan el contrabando hormiga, señalan dirigentes
campesinos
ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Zacatecas, Zac., 5 de mayo. A cuatro años de que se cumpla el plazo para la
apertura total de las fronteras mexicanas a la importación de
frijol, acordado en el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte (TLCAN), los problemas que se creía surgirían en el
año 2008, ya están aquí.
Cupos de importación 舠convenidos舡 que exceden la
demanda real, contrabando hormiga, altos
volúmenes de producción, deficientes sistemas de
comercialización y el intermediarismo o coyotaje.
A ello hay que sumar la presunta caída del
consumo per cápita del grano (que según cifras oficiales
sería superior a 50 por ciento).
Para este año,
México se comprometió a permitir la
importación de 67 mil toneladas de frijol estadunidense, sin
considerar que la cosecha nacional, de 914 mil 379 toneladas, no se
haya podido mover porque
el contrabando hormiga está
acaparando el mercado.
Según Luis Noel
Salazar, dirigente de frijoleros del municipio zacatecano de
Sombrerete, dicho tráfico ilegal alcanzaría las 300 mil
toneladas (equivalente a 30 por ciento de la producción
nacional).
Para Jesús Padilla
Estrada, presidente de la Unión Estatal de Productores de Frijol
de Zacatecas, el contrabando hormiga ocurre por las garitas de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y
Ciudad Juárez, Chihuahua, lo que vulnera la soberanía
alimentaria.
舑¿Y qué cuidan
las aduanas entonces?
舑Ellos cuidan la mochada... ¡es tan difícil frenar el
contrabando! A nosotros sólo nos corresponde denunciarlo, pero
el gobierno federal debe hacer algo, ¡ya!
Comemos menos
José Luis Montalvo Salas, delegado en
Zacatecas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentación (Sagarpa), afirma que 舠puede ser cierto que
haya esta magnitud del problema, porque no está documentado el
contrabando. Yo no soy autoridad para negarlo o afirmarlo... (la
Secretaría de) Hacienda tiene que dar cuentas de esto y para eso
está la dirección de aduanas.
舠Más que en el contrabando, el problema
está en el consumo. Las cifras dicen que el consumo era de 18
kilos al año y ha caído entre siete y ocho kilogramos por
cabeza, o sea, a la mitad, mientras que la producción se
sostiene. Entonces... tenemos que incentivar todas las propiedades
benéficas de la semilla para que sea adquirida y que no nos gane
la sopa Maruchan, que tiene mucha mercadotecnia y promoción.舡
Agrega que si cada mexicano consume al año
ocho kilogramos de frijol y la población del país es de
110 millones de personas, entonces el volumen total necesario es de 880
mil toneladas anuales, requerimiento que sería cubierto por la
producción nacional, que es superior a las 900 mil toneladas.
Todo el frijol importado, legal y de contrabando, sería entonces
innecesario; sin embargo, lo que es peor: ya está
desbancando a la cosecha nacional.
Montalvo Salas admite lo
舠complejo舡 del problema: 舠tenemos dos años en los que se han
producido más de 800 mil toneladas y si las sumamos a la
producción de los otros estados, supera con mucho el consumo que
tenemos en México, y sin soslayar el problema del contrabando
que la autoridad competente debe atender.舡
Pero si para el funcionario
federal el problema es el consumo, para Roy Barragán Ocampo,
secretario de Desarrollo Agropecuario en la entidad, es en el
contrabando 舠donde está la llaga. Ahí tiene que haber, de
hecho siempre hay, un responsable. Ahí la Secretaría de
Hacienda tiene que poner mano dura, simplemente cumplir la ley para que
no entre ningún grano que sea de contrabando, sino sólo
el cupo convenido舡.
Subsidios a la IP
Tras la desaparición de
Conasupo, en 1998, los productores de frijol en el país
demandaron al gobierno federal la creación de mecanismos para
comercializar sus cosechas. En 2000 fueron constituidas ocho
integradoras de la gramínea en los principales estados donde se
cultiva, operadas por los propios campesinos en sociedades de
producción rural.
Debido a irregularidades
administrativas en la mayor parte de las integradoras, la
舠partidización舡 de sus órganos de dirección; el no
pago y endeudamiento con la banca que otorgó financiamiento para
el acopio; actos de corrupción y la quiebra técnica, el
gobierno federal determinó sustituirlas el año pasado y
contratar a una empresa jalisciense privada 舠profesional舡 para
efectuar la comercialización.
La tarea se encomendó a
Almacenadora Mercader (Almer), que logró un acopio récord
equivalente a más de 700 millones de pesos, mismos que el
gobierno federal le otorgó mediante Apoyos y Servicios a la
Comercialización Agropecuaria (Aserca). Pero esta empresa ha
sido severamente cuestionada por los apoyos y facilidades que le dio el
gobierno federal 舑que no tuvieron las integradoras舑, y la
repetición de actos de corrupción que, se supone,
erradicaría.
Leodegario Varela González, presidente de la
Comisión de Asuntos Agropecuarios de la legislatura local,
sostiene que el hecho de que el acopio lo haya manejado una empresa
privada no significa que sea mejor. Porque cuando los productores se
tuvieron que dedicar a estas tareas, 舠no han podido trabajar
libremente. Siempre son manipulados por las instituciones, con una
fuerte presión, y no con el acceso a las fuentes financieras del
gobierno que se le dieron a Almer.
舠Al final nos dimos cuenta de actos de
corrupción que hubo, documentados y debidamente probados. Y
lamentablemente no se actuó en consecuencia舡, dijo el
legislador.
En los esquemas de acopio
definidos por Sagarpa se estipuló que cada campesino
podría ingresar a Almer hasta 20 toneladas de frijol, empero,
aseguró Leodegario Varela, 舠las mismas organizaciones de
productores detectaron que hubo quienes metieron hasta 400
toneladas舡.
El delegado de Sagarpa, José Luis Montalvo,
aceptó que 舠hubo componendas entre productores y coyotes y, bueno, fueron los goles que se metieron y
que en estrategias futuras tenemos que sanear dichos aspectos舡. Roy
Barragán Ocampo, del departamento de agricultura local,
admitió que 舠hubo gente que rebasó las 20 toneladas, hubo
desafortunadamente la debilidad humana, el error, algunas cosas que
fallaron舡.
El trabajo específico
de Almer, señaló Montalvo, consistió en 舠el
trabajo de acopio, análisis, clasificación, estibado,
selección, encostalado y transporte del frijol... es un costo
por servicio舡.
Almer realizó esta labor en cuatro meses y
cobró 500 pesos por cada tonelada de producto manejado, es
decir, 60 millones de pesos por acopiar 120 mil toneladas. El producto
se encuentra ahora como 舠garantía舡, con certificados de
depósito, en almacenes de Monterrey, Guadalajara, Puebla, estado
de México y el Distrito Federal, bajo resguardo de Sagarpa,
dependencia que le 舠buscará mercado舡 en las cadenas comerciales.
El producto será vendido y recuperado el financiamiento
público.
Pero no es todo, Almer se
llevará además una tajada de 20 por ciento de esta
operación, dijo Roy Barragán
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