México D.F. Domingo 2 de mayo de 2004
El encuentro libresco cerrará con la presencia de Luis Eduardo
Aute y Rius
Hoy concluye el Festival de
la Palabra
ANGEL VARGAS
Este domingo concluye el
Festival de la Palabra Ciudad de México, que durante 10
días se ha convertido en la más grande librería de
la urbe, con más de 22 mil metros cuadrados de extensión.
Con sede en el Centro Banamex
del Hipódromo de las Américas, la jornada de clausura de
este encuentro libresco tiene entre sus principales atracciones una
charla con el cantautor español Luis Eduardo Aute, a las
13 horas.
También un acto del que
seguramente saldrán chispas es el homenaje Rius: 50 años de caricaturista, a las 18 horas, en el que el
público gozará del ingenio punzante y crítico de
varios maestros de la caricatura política, comenzando por el
mismísimo homenajeado, quien será acompañado por
sus colegas El Fisgón, Helguera, Patricio y José
Hernández.
Deslucido Concierto de Fito y
Los de Abajo
Con más pena que gloria
transcurrió la noche del viernes el concierto del cantante
argentino Fito Páez y el grupo mexicano Los de Abajo, inscrito
en el Festival de la Palabra.
Quizá fue por la lluvia
vespertina o la amenaza constante de que ésta irrumpiera de
nuevo en cualquier momento, además del frío nocturno,
pero el espacio que los organizadores acondicionaron para las
presentaciones musicales, ubicado al aire libre, resultó
demasiado grande, pues acaso asistieron mil personas, cuando el aforo
está previsto para albergar por lo menos tres veces más
esa cantidad.
A ello debe sumarse la
apatía, incluso frialdad, de gran parte de los concurrentes, en
gruesa mayoría jóvenes bien, naïs, que muy poco se prendieron con el desgarbado y
cachondón ritmo de Los de Abajo, indiferencia que más
adelante recriminaría Fito en más de una ocasión.
Jocosa paradoja: 舠Los de Abajo
tocando para los de arriba舡, señalaron en tono irónico
algunos jóvenes para quienes resultó obvio que el grupo
mexicano no encajaba entre la audiencia pirruris.
Nada de slam, ni siquiera un
madracito. Cuando mucho algunos llegaron a saltar como chapulines en
comal caliente con dos o tres rolas de la agrupación.
Poco más de 60 minutos
de música prendida ofrecieron Los de Abajo, cuyos integrantes
atribuyeron tan poco asistencia a lo elevado del precio de las
localidades, así como a lo inaccesible que resulta este foro
para los que andan a pie.
Luego de un receso de 50
minutos, apareció en el escenario Fito El Flaquísimo Páez,
con su acostumbrada extravagancia en el vestir: de cuero rojo y holanes
en las empuñadoras de la camisa.
Cual estadio futbolero, los
舖舖ole/ ole/ ole舗舗 y los gritos de 舖舖Fito/ Fito舗舗 hacían pensar
que el concierto estaba por llegar a su clímax. Pero no. Los
coros espontáneos fueron extinguiéndose hasta apenas
hacerse audibles.
Fito, en medio de un
leviatán de teclados y sintetizadores, fue desgranando sus
canciones una a una hasta llegar a 17, entre ellas varias
clásicas: Circo beat, Mariposa
tecnicolor, Cadáver
exquisito...
Llegó la última
pieza y el preludio se cumplió: no hubo encore. Bajó
rápido del escenario y abordó una camioneta, tal vez para
gozar en otra parte de ese calor que nunca logró generarse en el
concierto.
Maltrato a la prensa
Una vez más los
elementos de seguridad privada dieron la nota. En esta ocasión
el servicio contratado por el Festival de la Palabra negó el
paso al referido concierto a cuando menos tres reporteros
gráficos, entre ellos María Luisa Severiano, de La Jornada, a quien incluso
se le arrebató del cuello un gafete que le fue proporcionado por
personal del comité organizador, luego de que ella reclamara la
negligencia de los vigilantes.
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