México D.F. Domingo 2 de mayo de 2004
Acudió acompañada de Cecilia Gurza, esposa del
empresario de origen argentino
Visita Rosario Robles a Carlos Ahumada en el
Reclusorio Norte
Explicó que
iba como 舠gestora舡, a petición de la cónyuge del
procesado; en el área de acceso recibió reclamos de
familiares de internos, y una botella que aventaron estuvo a punto de
golpearla
AGUSTIN SALGADO
En calidad de 舠gestora舡, en
compañía de Cecilia Gurza 舑esposa de Carlos
Ahumada舑, y en medio de reclamos, un botellazo fallido y
舠sugerencias舡 de familiares de los internos, Rosario Robles
Berlanga acudió ayer por la mañana al Reclusorio Norte para
visitar al empresario de origen argentino.
Minutos después de las nueve y media de la
mañana, Robles y Gurza aparecieron en la explanada del centro de
rehabilitación, y luego de una espera de alrededor de una hora
pudieron acceder al interior del reclusorio.
Con gafas oscuras, falda negra con motivos florales y
blusa roja, la ex jefa de Gobierno del Distrito Federal caminó paso
a paso con la cónyuge de Ahumada Kurtz hasta el acceso al
área de visitas; tras formarse brevemente en la fila de ingreso
recibió la ficha 246.
Sobre la razón de su presencia ahí,
Robles Berlanga explicó: 舠vengo con la esposa del señor
Ahumada; ella me pidió que hablara con la gente del Gobierno del
Distrito Federal porque está preocupada por la salud y la vida del
señor Ahumada. Yo vengo a decirle que evidentemente no tiene
ningún problema y que el gobierno es respetuoso de los derechos
humanos舡.
Durante los 60 minutos que Gurza y Robles
permanecieron en la explanada, algunas personas se acercaron a la ex
perredista para solicitarle que le reclamara al dueño del grupo
Quart haber manchado al partido del sol azteca.
舠Pero en serio, reclámele, no se vale lo
que hizo; manchó a todo el PRD舡, le exigió una
señora de alrededor de 50 años, a lo cual la ex funcionaria
respondió: 舠claro, pero también habrá que
reclamarle a René Bejarano, que se llevó la lana y hasta las
ligas舡.
Muchos hicieron ese tipo de sugerencias; algunos
frente a Robles Berlanga, otros a la distancia. 舠Si yo fuera la
señora Robles le daba unas buenas cachetadas y le escupía la
cara al tal Ahumada. Quemó a todo el partido y por su culpa hasta López
Obrador está en la mira舡, aseveró otra señora
que acababa de comprar una tarjeta telefónica para
entregársela a su familiar preso.
Otros exigían que Robles y Gurza se formaran en
la fila, tal como ellos lo hacen cada día de visita. 舠Nosotros
estamos desde temprano y ¿para qué? ¿Para que ella
entre primero que nosotros? No tiene caso. Llegamos a las seis y media y me
tocó la ficha 823, ¿cómo voy a creer que a ella le
tocara ese número舡, dijo un hombre mayor que acudió a
visitar a su hijo, en compañía de sus nietos .
Otros especulaban que Rosario Robles también
formó parte del complot en contra de López Obrador.
De pronto, una botella de plástico voló
hacia donde se encontraban Robles y Gurza. El proyectil cayó a unos
metros de la ex presidenta nacional del PRD.
Minutos después, a las 10:30 en punto, personal
del reclusorio les permitió el acceso por el portón de
visitas. Las figuras de Rosario Robles y Cecilia Gurza se perdieron entre
los familiares de otros internos que también ingresaban al penal.
Tres horas después reapareció Robles
Berlanga. Esta vez sin lentes oscuros y sin la compañía de
Cecilia Gurza. Dijo que será la 舠única vez舡 que
visite a Ahumada Kurtz. Indicó que no quisiera 舠que hubiera
alguna interpretación de carácter político舡 de
su visita, y aseguró que desde 舠hacía mucho
tiempo舡 no veía al dueño del Grupo Quart.
舠A mí me parece una cuestión
elemental, de humanidad, apoyar a la gente en condiciones de
adversidad舡, señaló, y luego reiteró que fue a
petición expresa de la cónyuge de Ahumada que acudió
al Reclusorio Norte.
Cuestionada sobre la manera en que fue recibida por
familiares de los internos, Robles argumentó: 舠había
algunos que decían que me formara, pero muchos fueron solidarios y
apoyadores (sic). Sobre todo las mujeres, que me platicaron todas las
situaciones que pasan para poder entrar.
舠Ya nos organizamos; vamos a hacer una carta y
la van a ir a firmar a mi oficina. La gente estaba muy apoyadora (sic). Lo
que pasa, lamentablemente, es que en estas situaciones mucha gente se
siente agredida; las cámaras golpean a los niños, y eso fue
lo que generó el problema舡, sostuvo.
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