México D.F. Domingo 2 de mayo de 2004
Guillermo Almeyra
Chipre y Palestina
Las Naciones Unidas, pensando
en satisfacer las exigencias de Estados Unidos, Israel y Turquía,
presentaron un proyecto para la reunificación de Chipre (el norte de
la isla está ocupado militarmente por Turquía desde 1974 y
Ankara ha creado allí una 舠república舡 fantoche
que la ONU no reconoce), pero la mayoría aplastante de los
grecochipriotas y una parte importante de los turcochipriotas dijeron no.
La prensa en general, por intereses espurios o por
simple ignorancia, se abstuvo de explicar ese voto negativo y no
cumplió con su papel de informar. Por eso, desde esta columna, me
veo obligado antes que nada a presentar los hechos.
1) Turquía se amparó para invadir la
isla y ocupar el norte de la misma durante más de un cuarto de siglo
en el Tratado de Garantía de 1960 según el cual Grecia,
Turquía y el Reino Unido velarían por el normal desarrollo de
la República de Chipre (compuesta por turcochipriotas, minoritarios,
y grecochipriotas, mayoritarios). El plan de la ONU rechazado en el
reciente referéndum, a pesar de eso, mantenía y ampliaba el
alcance de dicho tratado y garantizaba la presencia perpetua de tropas
turcas ocupantes en Chipre.
2) Mientras en el caso de Timor Oriental los colonos y
soldados indonesios ocupantes no votaron en el referéndum organizado
por la ONU, ésta permitió en cambio que en el realizado en
Chipre el 24 de abril votasen todos los colonos turcos, que constituyen la
mayoría del padrón electoral de la seudo
舠República Turca del Norte de Chipre舡. Además,
según el plan, a 45 mil de estos colonos les sería reconocida
la nacionalidad chipriota y a otros 20 mil o 25 mil más se les
concedería dicha nacionalidad en un plazo de cuatro años,
debido a que los turcochipriotas nativos, huyendo de la ocupación
militar, emigran en masa hacia el Reino Unido o hacia la parte
grecochipriota y Turquía quiere mantener una población fiel y
sometida en su enclave militar en la isla.
3) El plan ayudaba a Turquía en esa
intención al establecer la cuota permanente de 66 por ciento de
turcoparlantes entre los residentes en el sector turcochipriota, lo cual
significaba, en pocas palabras, que Turquía organizaría el
envío constante de colonos turcos a la isla.
4) Los grecochipriotas desplazados de sus hogares y
tierras, ahora ocupadas por colonos o militares turcos, no
tendrían derecho al retorno a ellas, ya que sólo 18 por
ciento de los habitantes de la actual zona ocupada por Turquía
podría ser grecoparlante.
5) El plan habría perpetuado las divisiones
étnicas en la isla y habría introducido en la Unión
Europea el precedente funesto de una especie de protectorado en una isla
dividida según inestables equilibrios étnicos y culturales,
impidiendo una real reunificación democrática.
6) Para colmo, los grecochipriotas expulsados de sus
propiedades no solamente no podrían volver a ellas, en su inmensa
mayoría, sino que tampoco podrían reclamar
indemnización alguna.
Los grecochipriotas siguen luchando por la
reunificación de la isla, pero no pueden aceptar un plan que,
además de ser violatorio de sus intereses y su dignidad, sienta un
precedente funesto. Israel, en efecto, con el apoyo de Estados Unidos por
medio de Bush, encara 舠la solución舡 al problema
palestino denegando el derecho al retorno a sus tierras a los millones de
palestinos obligados a expatriarse y perpetuando su ocupación
militar de los territorios palestinos. El proyecto de la ONU en Chipre era
un globo de ensayo para denegar la justicia del caso palestino y de todos
los territorios agredidos, ocupados y colonizados.
Ahora al pueblo chipriota (grecochipriota y
turcochipriota, indistintamente) sólo le queda el seguir luchando
por la reunificación y, sobre todo, emprenderla desde abajo, desde
la sociedad. Así han hecho recientemente las agrupaciones de mujeres
de ambos grupos lingüísticos, o los sindicatos turcochipriotas
y grecochipriotas, que unificaron su acción, e importantes sectores
de intelectuales de la República de Chipre y de la seudo
舠República Turca del Norte de Chipre舡.
La acción popular unificada, por el fin de la
ocupación militar turca de la isla y por los derechos de los
turcochipriotas avasallados por el ocupante turco y los colonos que
éste envía sin cesar, dará la base firme para el
reclamo de los derechos de Chipre en la Unión Europea y en la ONU,
derechos que el plan sometido a referéndum ignoraba y pisoteaba.
Chipre, por su posición estratégica en
el Mediterráneo oriental, a sólo 70 kilómetros de
Turquía y frente a Líbano e Israel, constituye una
posición importante para Estados Unidos en su afán de
reforzar a Tel Aviv y de controlar el mundo árabe. De ahí los
constantes esfuerzos por impedir su independencia y su progreso. Pero
Turquía no podrá entrar de pleno derecho en la Unión
Europea mientras ocupe militarmente la parte norte de la República
de Chipre que invadió. El silencio de la prensa sobre el caso de las
舠pequeñas舡 naciones (Chipre, la República
Saharauí, los kurdos oprimidos por los turcos, por ejemplo) expresa
ignorancia y cinismo. No podrá haber libertad mientras un ser humano
sea oprimido, porque la libertad es indivisible. Y el caso de Chiapas
muestra que lo importante no es el número de personas involucradas
directamente en el problema sino cómo éste nos atañe a
todos.
|