.. |
México D.F. Domingo 2 de mayo de 2004
BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife- Rahme
Fin de una era: alzas de petróleo y tasas de
interés
El escenario de George
Perry, jefe de los asesores económicos de la Casa Blanca en 1961,
sobre un precio de barril del petróleo exageradamente elevado (a un
mínimo de 60 dólares), debido a factores geopolíticos
en Medio Oriente, no está lejos de ser alcanzado (La guerra contra
el terrorismo; el mercado del mundo petrolero y la economía de EU,
Brookings Institution, 28-XI-01). Cabe señalar que el
舠escenario Perry舡 fue retomado como muy plausible por el
economista neoliberal Rudiger Dornbusch, el polémico brazo armado
retórico del FMI (Die Welt, 15-I-02).
Pues tal parece que las
fuerzas oscuras de la región contribuyen a hacer reales los
vaticinios del atribulado Alan Greenspan, gobernador de la Reserva Federal,
en referencia a un 舠nuevo choque petrolero舡 similar al de la
década de los 70 del siglo pasado: cuatro sicarios penetraron en la
oficina de un contratista petrolero en la ciudad de Yanbu (Arabia Saudita),
puerto del mar Rojo, para ultimar a cinco anglosajones (dos
estadunidenses, dos británicos y un australiano) y a un
saudita. El ataque se había iniciado en la planta
petroquímica en copropiedad de Exxon-Mobil y la
compañía saudita SABIC. El reino wahabita depende en forma
increíble de 6 millones de trabajadores foráneos, entre ellos
30 mil estadunidenses, para manejar su sector petrolero (NYT, 1º-V-04). ¿A
quién conviene un alza desmedida de petróleo y gas, es
decir, un nuevo choque petrolero-gasero?
En retrospectiva, es archisabido
que el 舠choque petrolero舡 de los 70 fue auspiciado por Henry
Kissinger para favorecer a las trasnacionales anglosajonas, como revelaron
en su momento tanto al jeque Zaki Yamani, ministro de Petróleo
saudita, como el depuesto sha de Irán, quien después de haber
sido exprimida su limitada utilidad se volvió desechable para
la petrocracia anglosajona, según los rituales expiatorios del
tácito axioma geopolítico: quien pone depone.
La texana Exxon-Mobil,
primera trasnacional petrolera global, había anunciado dos
días antes los atentados a sus instalaciones un incremento en sus
ganancias en 14 por ciento, debido a las altas cotizaciones del oro negro
(Reuters, 29-IV-04), lo cual ha sido tónica general de los
舠ingresos récord舡 de las 舠cuatro hermanas舡
anglosajonas: Chevron-Texaco, con un aumento de 33 por ciento (Financial Times, 30-IV-04); British
Petroleum (BP), 17 por ciento, con todo y la magia contable (The Guardian, 27-IV-04), y
Shell, 9 por ciento, pese a sus avatares de criminalidad contable (FT, 27-IV-04). Son tiempos de la
economía parasitaria: la empresa mafiosa texana, válgase la
tautología, Halliburton, petrolera de 舠servicios舡 que
vive a expensas de las 舠cuatro hermanas舡 anglosajonas y de la
que fue mandamás el vicepresidente Dick Cheney, descolgó un
incremento espectacular de 80 por ciento en sus ingresos gracias a la
invasión de Irak (Reuters, 29-IV-04), lo cual exuda el aroma de
más de 10 mil iraquíes asesinados y el soporte técnico
de sus mercenarios que han privatizado hasta la tortura.
En el contexto de
suculentas ganancias, nada menos que el célebre lord John Browne, jerarca de BP,
tercera trasnacional más importante del planeta, estremeció
al mundo de la petropolítica al anunciar el retiro de su empresa que
tenía la noble intención de 舠reconstruir舡 (sic) Irak: 舠no me queda
claro que se necesiten las compañías extranjeras para el
desarrollo petrolero de Irak舡, mientras el periodista Terry
Macalistair reporta que lord Browne aseveró que 舠las empresas privadas
podrían desestabilizar aún más la deteriorada
situación, por lo que quizá era preferible dejársela a
los grupos locales estatales舡 (The
Guardian, 30-IV-04). Pues para que tome nota,
aunque sea en teoría que no entiende, el entreguista del
petróleo mexicano, el salinista-cordobista Felipe
Calderón Hinojosa, uno de los tres presidenciables del eje
Irán-contras y
el edificio Omega de Paseo de la Reforma (nido del espionaje trasnacional
medio-oriental).
Desde el mar Rojo hasta al
golfo Pérsico, al ritmo de éxodo obligado tanto en Irak, la
segunda reserva 舠oficial舡 de petróleo, como en Arabia
Saudita, la primera reserva (además de primer productor mundial), la
disminución del abastecimiento por el 舠método
terrorista舡 舑a lo que habría que agregar la
extraña baja de inventarios en EU (¿deliberada?) y la
fuerte demanda de China e India舑 ha repercutido notablemente en el
precio del barril que va que vuela a la estratosfera. En la variedad West
Intermediate Texas, el precio rasguña el 舠umbral
sicológico舡 de 40 dólares por barril y no deja de
llamar la atención la deslumbrante sincronía
舑quizá causal, quizá no舑 entre el alarmante
anuncio de Greenspan sobre un nuevo choque petrolero-gasero, y los
atentados perpetrados por fuerzas oscuras en el lapso de una semana a la
terminal off-shore de
Khor Al-Amaya, en el golfo Pérsico y, ahora, en la planta
petroquímica en el puerto saudita de Yunba, en el mar Rojo.
El pasado 27 de abril, un
hito histórico para la petropolítica, Greenspan, el mago que
se quedó sin conejos (pero no sin tontos), advirtió durante
una conferencia sobre energéticos en Washington que la
economía global había entrado en una 舠era de precios
permanentemente altos del petróleo舡 y, sobre todo, del gas
(CNNMoney 27-IV-04): pronosticó en forma dramática un alza
para los próximos seis años 舠que seguramente
afectará su consumo en EU舡 e hizo notar que las importaciones
de petróleo global correspondían a 57 por ciento frente
a 23 por ciento del consumo de gas natural. Para Stratfor (30-IV-04),
centro de pensamiento conectado a la petrocracia texana, las
admoniciones 舠dramáticas舡 de Greenspan
significan en el 舠corto plazo, altos costos que afectarán
las inversiones de los negocios y el gasto de los consumidores. En el
largo plazo, la economía de EU se beneficiaría en forma
considerable 舡(sic). Stratfor señala que los precios todavía no
alcanzan los niveles del choque petrolero de la década de 1970 y que
las alzas previstas para los próximos seis años
舠permanecerán debajo de su alza histórica de 78.40
dólares, el valor del barril calculado en dólares de
1973舡. ¿Es decir, que a 舠dólares chatarra舡
de 2004 podría rebasar los 70 el barril, rasguñando los 80?
Se desprende que las automotrices están ya presionadas para fabricar
autos 舠híbridos舡, a lo que se han adelantado la
Unión Europea y, en particular, las japonesas Toyota y Honda en sus
instalaciones en China. Pero en el corto plazo productores y consumidores
estarán afectados por el 舠crujido de los costos舡, por lo
que 舠las industrias intensivas en gas, como las petroquímicas
y las manufacturas fertilizadoras, deberán relocalizarse fuera de EU
[舰] con un impacto en la creación de empleos舡, lo cual
舠implica también mayores costos舡 en el
transporte, materiales de construcción, alimentos y medicamentos.
En forma tan abstracta que
hasta parece alucinógena, Greenspan aseveró en su muy
fastidiosa jerigonza neoliberal que la transformación
energética de EU, el principal consumidor mundial, 舠lo
beneficiará en forma desproporcionada [sic] en el largo plazo舡,
debido a su 舠mejor utilización eficiente舡 que lo
hará 舠más competitivo gracias a su liderazgo en la
productividad舡. Una cosa es real: el alza desmedida del gas natural
afectará más a los competidores globales de EU: la
Unión Europea, Japón, China e India. Ni más ni
menos que el 舠síndrome Sansón舡: todos se caen,
pero unos se caen más que otros y en el descenso vertiginoso, la
dupla Bush-Cheney, apalancada por el fallido mago Greenspan, pretende que
logrará sobrevivir mejor (es decir, se caerá menos que los
demás) gracias a su 舠eficiencia舡 y
舠productividad舡 sin igual. Veremos.
Greenspan, quien despues de
fracasar con su modelo monetarista y su sicótica 舠nueva
economía舡 (que ni fue nueva ni economía, sino una
vulgar 舠burbuja Greenspan舡) ahora se disfraza de
economista gasero y propone la 舠solución舡 (sic) por medio de la
construcción masiva de terminales de gas natural licuado (GNL) en la
costa oeste de EU para transformar el gas natural importado sin
atender los códigos ambientales. Tan depredador y torturador es
Greenspan como la dupla Bush-Cheney. Los países susceptibles de
formar parte del cártel agraciado por la importación de gas
natural a EU, según Stratfor, serían: Australia, Indonesia,
Libia, Argelia, Qatar y Trinidad Tobago, y en la lista de espera se
encuentran Venezuela, Perú y Bolivia. En otro artículo
Stratfor (30-IV-04) coloca al petróleo africano del sub-Sahara,
Sudán, Nigeria, Angola y Guinea Ecuatorial en la lista de espera,
dependiendo de la evolución de la guerra contra el terrorismo.
Purnomo Yusgiantoro, ministro de Petróleo de Indonesia y actual presidente rotatorio de
la OPEP, afirmó el mismo 27 de abril, histórico para la
petropolítica, que consideraba elevar el tope del precio de 28
a 34 dólares el barril, que todavía sería
舠sano para la economía mundial舡. Lo que es insano es que
el petróleo se siga cotizando en una moneda chatarra como el
dólar. ¿La humillante derrota en la ciudad-mártir
sunita de Fallujah propinada a los conquistadores anglosajones del oro
negro, obligó a que Greenspan no tuviese más remedio que
abrir sus naipes energéticos y aceptar el 舠fin del
petróleo barato舡, la carta maestra oculta de la dupla oleosa
Bush-Cheney que buscaba apoderarse del petróleo de Irak por el
método de la globalización financiero-militar
acompasada de su cataclísmica privatización? El
ejército invasor de EU es rescatado lastimosamente de su embrollo en
Fallujah por el general Saleh, baazista allegado a Saddam Hussein, mientras
espera que la teocracia de los ayatolas chiítas de Irán lo
salve del avispero de la ciudad-sagrada de Najaf. De tal magnitud
geoestratégica es el triunfo de la asombrosa guerrilla sunita en
Fallujah que orilló no solamente a replegarse al ejército
más poderoso del mundo (por lo visto, en el papel), sino
también a exponer sus dados cargados en la petropolítica.
En medio de una
preocupante aceleración de la inflación en EU, Dan Roberts y
Stephen Schurr, del Financial Times (22-IV-04), evalúan en forma puntual las
consecuencias que tendrá en EU la inminente alza de las tasas de
interés, también manoseada en forma críptica por
Greenspan, lo cual 舠anuncia el súbito y doloroso fin de una
era舡. Mejor ni hablar de Latinoamérica, que atrapará al
neoliberalismo caduco y disfuncional de la triada maligna
Salinas-Zedillo-Fox fuera de la base, como en el beisbol. En realidad, el
mundo capitalista en la variedad anglosajona, la más devastadora,
mediante la agotada globalización financiero-militar, vive el
舠fin de una era舡. No sucedió el hilarante cuan delirante
舠fin de la historia舡 del nipón-estadunidense Francis
Fukuyama, ex empleado del texano James Baker III en el Departamento de
Estado; ni fue el 舠fin de la vieja economía舡, ni la
implantación eterna de la 舠nueva economía舡
alucinada por Greenspan, aliado de los neoconservadores straussianos.
Tampoco fue el 舠fin de la era de los déficit舡 que
pretendió imponer por la vía militar Dick Cheney, verdadero
controlador de Baby Bush, y cuyas hazañas barbáricas se han plasmado en
forma indeleble desde el saqueo del sagrado Museo de Bagdad hasta la
siniestra cárcel de Abu Ghraib donde superaron las torturas de
Saddam. Los mongoles posmodernos, los fracasados conquistadores
anglosajones del oro negro, se empantanaron en las arenas movedizas de la
antigua Mesopotamia que reflejan el shifting (desplazamiento) de la 舠era del
petróleo舡 a la 舠nueva era del gas舡.
舠Todo empezo en Sumer舡
(Kramer dixit)
y la Historia 舠con mayúsculas mayestáticas舡
舑que tanto desdeña Baby Bush como Dick Cheney desprecia los déficit舑
se volvió a escribir en la antigua Sumer, como 7 mil años
atrás. Pese a las falsificaciones de los neoconservadores
straussianos y sus caricaturas globales poco confiables, Sumer, cuna de la
civilización universal, posee una característica singular:
siempre ha sido el cementerio de los conquistadores barbáricos. Once more.
|