.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones

P O L I T I C A
..

México D.F. Domingo 2 de mayo de 2004

LA VIDA (BREVE) EN SAN LAZARO

José Agustín Ortiz Pinchetti

La mala imagen

Termino el periodo legislativo como los toreros medianos: sin pena ni gloria, con frutos magros. Aún está pendiente la reforma electoral, en la que  ahora, al menos temporalmente, se ha excluido al PAN-gobierno. Lo cual me parece injusto y contraproducente.

Una antigua amiga secretaria, quien tiene el feo vicio de ser asidua del Canal del Congreso, se quejó conmigo: 舠La impresión que tiene uno es que ustedes no trabajan en serio. Los pobres oradores  están habla y habla en la tribuna y la Cámara está casi vacía y los pocos diputados que asisten están ahí chacoteando, leyendo el periódico. ¡Qué diferencia  con los españoles! Tan serios que están en sus escritorios, siempre trabajando, leyendo códigos o haciendo notas舰  Esos son diputados de verdad舰 No que ustedes, unos vividores.舡

Quise ahorcarla. Pero tiene parcialmente razón. Lo grave que sus malos juicios coinciden con las encuestas de Mitofsky, pues 87 por ciento de la población opina que no nos ganamos el dinero que se nos paga; 90 por ciento piensa que por ningún concepto podríamos ser relectos. Esto es un duro golpe a una iniciativa reciente en el Senado. No es una mala idea, porque la relección es la única forma de obligar a los diputados y a los senadores a rendir cuentas. Su trabajo tendría que ser evaluado por los ciudadanos y calificado. A los malos los reprobarían y a los buenos los relegirían. Pero aprobar la relección con tan mala imagen de los legisladores podría provocar un motín.

Tienen razon los que opinan que las sesiones en la Cámara son aburridas. Es increíble el número de iniciativas, puntos de acuerdo, exhortos, efemérides a revisarse en el pleno que obligan a 500 diputados a estar absortos en cuestiones que no tienen más destino que ser turnadas a las comisiones. Por lo general, terminan en un sueño eterno, en la congeladora. ¿Para qué llevar al pleno y sujetar a votación los puntos de acuerdo decididos previamente por unanimidad en la Junta de Coordinación Política?, donde están representados todos los partidos. ¿Por qué mantener leyes y reglamentos obsoletos que permiten un enredo parlamentario, que las sesiones (que son muy pocas) se vuelvan fastidiosas e inútiles? ¿Por qué estimular el protagonismo? Un buen número de diputados suben a hablar por hablar, sin más afán que lograr una imagen en la más alta tribuna del país que pueda ser enviada a sus familiares y amigos en sus lugares de origen y los acredite como padres de la patria. ¿Por qué no permitirles que se fotografíen en un set, donde se videograbarían sus discursos por un módico precio? ¿Por qué sólo hay 55 días del año de plenarias? Es como si estuviéramos en el siglo XIX (a principios); en estas escasas sesiones se concentra la montaña de asuntos burocráticos, en su mayoría absurdos.

Pero los que nos descalifican no perciben que también realizamos ciertos trabajos importantes: 1) Algunas leyes aprobadas van a mejorar la vida de la gente. 2) Hay debates interesantes sobre temas importantes, como la investigación científica, los tributos, el papel del Presidente de la República, el oscurantismo clerical. 3) Hacemos contrapeso efectivo frente a la Presidencia de la República, antes omnipotente. Era mucho más cómodo que el Presidente fuera el único legislador efectivo. Pero ahora se están definiendo las funciones y se están compensando mutuamente. 4) Cuando hay asuntos importantes a votar, por lo menos 400 diputados están en sus lugares conteniendo la respiración. A veces las polémicas son brillantes y hasta apasionantes.

Me consuelo pensando que finalmente nuestra tradición parlamentaria es casi insignificante. En este momento la Cámara de Diputados ha dejado de ser el espacio político muy poco respetable que fue. Estamos aprendiendo a parlamentar; a querer o no, somos pioneros. México tiene que darse tiempo a sí mismo y a su clase política para crear un estilo nuevo de hacer leyes y hacer política.

eJaop@-prodigy.net.mx

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email