Propone levantar moratoria al cultivo de maíz transgénico

Llama la Cibiogem a aprobar la ley de bioseguridad y organismos modificados

ANGELICA ENCISO

El secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), Víctor Villalobos Arámbula, señaló que para el gobierno es determinante la aprobación de la ley de bioseguridad y organismos genéticamente modificados, que actualmente está en la Cámara de Diputados, y señaló que la moratoria en el cultivo de maíz se debe levantar para hacer experimentos que ayuden a comprender la contaminación que se presentó en Oaxaca.

Explicó que la iniciativa que ya ha estado en análisis en distintos foros, además de los debates entre las comisiones de legisladores, se debe aprobar, porque con la entrada en vigor en septiembre pasado del Protocolo de Cartagena sobre diversidad biológica, es necesario que en el país existan los mecanismos legales particulares.

Agregó que hay acciones que se deben adoptar y que la primera recomendación del protocolo es que los países definan sus propios mecanismos legales, "sí sentimos la necesidad cada vez mayor de que esa ley pase y de que después se desarrollen sus propios instrumentos, reglamentos y normas".

Sobre la propuesta que la Cibiogem hizo para permitir el cultivo experimental de maíz transgénico, el funcionario precisó que es una medida necesaria para responder a las preguntas que se derivan de la presencia de transgénicos en los cultivos criollos de Oaxaca.

A finales del año pasado la Cibiogem propuso levantar la prohibición al cultivo de maíz con fines experimentales -establecida desde 1998-, y el Instituto Nacional de Ecología y la Comisión Nacional de Biodiversidad recomendaron excluir los centros de domesticación del maíz, donde se prevé que existe la mayor diversidad de razas del grano.

Por su parte, Francisco Bolívar Zapata, indicó que la iniciativa ya debió haber sido trabajada por los legisladores y no se debe dejar para un siguiente periodo.

Precisó que en la ley se "cuida el principio precautorio, para que se analicen, caso por caso, los posibles transgénicos que se quieran desarrollar o liberar al ambiente u otros propósitos como el desarrollo de fármacos". Indicó que es importante, porque si no hay un marco jurídico y estímulos para desarrollar la bioseguridad y la biotecnología, "seremos rebasados".