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México D.F. Domingo 18 de abril de 2004
La exposición estará hasta octubre
en el MCM
El sexo, parte fundamental de la muestra Brujería,
insólitos objetos, fantásticas criaturas
JAIME WHALEY
De lo sobrenatural a los caprichos de la naturaleza, con
su escala en la charlatanería, todo cabe en el alucinante mundo
de la brujería, exhibición que desde ya y hasta el próximo
octubre se podrá visitar en el Museo de la Ciudad de México
(MCM).
Relatos
de terror, de esos pueblerinos, como el de la mujer lobo que habitaba en
Italia, o expresiones de franca tomadura de pelo, como el del personaje
Andrea Zerbini, quien cargó con el ataúd de su amada y la
presentaba en las ferias como una medusa, hasta que la putrefacción
del cuerpo fue tal que, por sanidad, se le prohibió el paso en los
poblados que visitaba, se ofrece a los curiosos visitantes en la muestra
que ocupa cuatro salas del recinto en el Centro Histórico.
La exposición, sin embargo, no brotó así
como así, tuvo sus orígenes serios cuando un coleccionista
italiano, M. Alessandro, se encontró en un edificio de Barcelona
con un sinfín de curiosidades, de ahí la leyenda publicitaria
de la muestra: Brujería, insólitos objetos, fantásticas
criaturas.
Dentro de los primeros cabe mencionar el consolador de
manivela, pues las brujas no estaban (¿o será mejor, no están?)
exentas de las pasiones del sexo, por lo que toda hechicera que se preciara,
o se precie, debe de tener a la mano uno de éstos, aunque, en tiempos
modernos, quizás salga de sobra el aparato, pues la disponibilidad
de brujos o aprendices los torna innecesarios. Está, también,
el féretro de un gnomo o las haditas de un bosque inglés.
De los segundos se pueden admirar un gato bicéfalo,
desde luego que ya disecado, y una serpiente con igual condición,
conservada en formol.
Y de regreso al sexo, éste está bastante
vinculado a la brujería, ¿quién no ha caído
presa del embrujo de una mujer? En los aquelarres, la reunión de
brujas, que devenían orgías, cuéntase que hasta el
conquistador Alejandro Magno fue víctima de sus temores cuando por
precaución se alejó de escultural doncella pues fue advertido
que poseía una vagina dentada, lo que resultó en una buena
broma estudiantil, ya que uno de sus soldados fue el ganón.
Las visitas a la exposición son de martes a domingo,
de las 10 a las 18 horas. La entrada cuesta 35 pesos, y estudiantes y profesores,
así como adultos mayores, 20 pesos.
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