México D.F. Domingo 18 de abril de 2004
El director general del ISSSTE presentará el martes diagnóstico sobre el tema
Urge replantear el financiamiento de la seguridad social en AL: González Roaro
FABIOLA MARTINEZ
En los países de América Latina es urgente encontrar fórmulas de financiamiento para enfrentar las necesidades de seguridad social y, de esta forma, encarar los déficit financieros predominantes, advirtió Benjamín González Roaro, director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
El funcionario presentará el martes el libro La seguridad social en el mundo, un extenso trabajo de su autoría, el cual inevitablemente será incluido en la discusión sobre la reforma a los esquemas de jubilaciones y pensiones en los dos principales organismos de este sector en nuestro país: Instituto Mexicano del Seguro Social e ISSSTE.
En la obra, de 510 páginas, González Roaro presenta cuatro estudios comparativos de la seguridad social en América, Europa, Africa, Asia y Oceanía. Al término de cada capítulo escribe una reflexión y al final del libro una conclusión general.
En cada apartado resalta que existe una preocupación prácticamente mundial, derivada del desarrollo demográfico generalizado; la razón es simple: cada día habrá menos trabajadores en activo que puedan contribuir a fondear los actuales esquemas para el retiro.
Esta alerta cunde aun en los países desarrollados que integran la Unión Europea, región que ha alcanzado niveles óptimos de cobertura, pero que ve amenazados sus logros y estabilidad por la baja tasa de natalidad. Es por ello que analiza alternativas no sólo para aumentar la edad de inicio de la vida laboral y la jubilación, sino reincorporar al mercado laboral a discapacitados y a los desempleados, por ejemplo.
No obstante los riesgos, el autor destaca que para la obtención de los beneficios actuales, los integrantes de la Unión Europea no recurrieron a la privatización de los ahorros para el retiro.
La seguridad social, afirma González Roaro, constituye una serie de derechos que el Estado tiene que reconocer, promover y garantizar, debido a que en la medida en que sea amplio el esquema referido, permitirá preservar el bienestar personal y familiar.
Destaca que el tema significa una de las mayores preocupaciones de los gobiernos desde hace tres décadas, específicamente sobre los recursos necesarios para hacer frente a las pensiones de vejez, invalidez y muerte, así como enfermedad y maternidad.
En América Latina, precisa, seis países optaron por privatización o capitalización individual en sistemas mixtos (entre ellos México), mientras que los sistemas de Canadá y Estados Unidos tienen como base el nivel de ingresos de la población.
Resulta de especial interés el caso de América Latina, pues en la región poco más de 50 por ciento de la población económicamente activa se ubica en el sector informal, esto es, mayoritariamente fuera de los beneficios de la seguridad social.
"Urge en este continente ampliar la cobertura de manera integral y universal y, sobre todo, encontrar fórmulas de financiamiento para hacer frente a las necesidades de la seguridad social. Habrá que esperar para ver los resultados de la privatización, total o parcial, a fin de determinar si es un camino viable que pudieran seguir otros países", apunta.
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