México D.F. Domingo 18 de abril de 2004
Quiere seguir imponiendo candidatos: legisladores
Devuelve Fox al Senado reformas sobre ley de tribunales
agrarios
ANDREA BECERRIL
En un hecho que representa una nueva confrontación,
el presidente Vicente Fox devolvió a la Cámara de Senadores
la ley -aprobada por el Congreso- cuyo propósito es impedir que
el Ejecutivo federal utilice con discrecionalidad o con fines partidistas
su facultad de nombrar y ratificar a los magistrados agrarios.
Este
asunto ha sido motivo de conflictos permanentes entre Fox y el Senado,
e incluso el Presidente interpuso en marzo pasado una controversia constitucional
contra ese órgano legislativo, por la determinación tomada
en comisiones de ratificar como magistrado supernumerario al presidente
del Tribunal Superior Agrario, Ricardo García Villalobos.
El dictamen, aprobado por todas las fuerzas políticas,
con excepción del PAN, no pudo pasar al pleno, ya que en la sesión
en que se votaría llegó a la mesa directiva del Senado un
recurso de suspensión, dictado por el ministro de la Suprema Corte,
Genaro Góngora Pimentel, quien lleva la controversia constitucional
interpuesta por Fox.
El senador del PRI Antonio García Torres precisó:
''Interpusimos un recurso de reclamación ante la Suprema Corte,
que esperamos nos sea favorable, ya que consideramos indebido que el ministro
Góngora suspendiera un proceso legislativo, pero ahora nos enfrentamos
de nuevo al doble discurso de Fox, que nos devuelve el decreto con reformas
al artículo 17 de la Ley Orgánica de los Tribunales Agrarios,
porque quiere seguir imponiendo candidatos''.
Recordó que el diferendo con el Presidente fue
porque propuso no ratificar a García Villalobos -a quien trató
de restar méritos por su filiación priísta- para poner
en su lugar a candidatos con menos capacidad, entre ellos el ex gobernador
panista de Baja California, Alejandro González Alcocer, que ni siquiera
tiene carrera judicial.
''Lo que intentamos con esa reforma es que se respeten
los derechos de los magistrados y se preserve la profesionalización
y el escalafón en los tribunales agrarios'', agregó el legislador
priísta.
Sin embargo, la Presidencia de la República remitió
al Senado el decreto por el que se reformó la Ley Orgánica
de los Tribunales Agrarios, aprobada el 30 de marzo por la Cámara
de Diputados.
En el escrito, que se turnó al pleno senatorial
el pasado jueves, Fox argumenta que se trata de ''una reforma inconstitucional'',
toda vez que ''menoscaba la facultad del Ejecutivo federal de intervenir
en la ratificación de magistrados agrarios, situación que
vulnera patentemente el texto constitucional''.
Para García Torres, presidente de la Comisión
de Estudios Legislativos del Senado, ello es ''absurdo'', porque no se
dan mayores facultades al Legislativo, ''únicamente proponemos que
todos los magistrados agrarios que hayan concluido sus seis años
de gestión puedan estar en las listas para ser ratificados, pero
es obvio que Fox lo que quiere es discrecionalidad''.
En su escrito, el presidente Fox argumenta que el hecho
de que el Ejecutivo federal deba ''incluir forzosamente en la lista al
o a los magistrados que hayan concluido su primer periodo de seis años,
por ese simple hecho dejar de ser órgano proponente, puesto que
tal obligación ya no puede implicar una manifestación de
voluntad''. El Presidente se convertiría en ''un simple tramitador'',
dentro de un procedimiento ''en el que la decisión corresponde exclusivamente
al órgano legislativo''.
El mandatario asegura que en el nombramiento de magistrados
ha sido ''particularmente respetuoso'' de la autonomía de los tribunales
agrarios y ha valorado las propuestas de los plenos de los mismos, ''asegurando
así el principio de profesionalización de la función
jurisdiccional en las materias respectivas y la continuidad en la función,
lejos de cualquier valoración política o partidista, o más
aún, lejos de lo que se define en la minuta como capricho o discreción
del Poder Ejecutivo''.
La realidad ''desmiente tal afirmación'', comentó
el senador García Torres. Dijo que basta con analizar el caso de
García Villalobos, donde fue evidente el ''capricho'' presidencial
de no ratificarlo. Hizo notar que no hubo argumentos sólidos para
quitarlo del cargo, ''sólo que en su currículo no especificó
los cargos que antes ocupó en administraciones priístas''.
|