Llaman a legisladores priístas a no hacerle el caldo gordo al PAN, que pide destituirlo

Ingobernabilidad, si se insiste en atacar al jefe de Gobierno: senadores perredistas

Aseguran que el sol azteca lo defenderá de esa campaña ''estructurada desde el poder''

ANDREA BECERRIL

Si el presidente Vicente Fox pretende seguir adelante con la campaña de desprestigio contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y se insiste en presionar para que el Senado inicie el proceso para destituirlo, lo que logrará es un serio conflicto que puede llevar al país a la ingobernabilidad, toda vez que no podrán parar las movilizaciones en defensa del mandatario capitalino, advirtieron los senadores perredistas Jesús Ortega y Raymundo Cárdenas.

Precisaron que la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado cabildea con los priístas, a fin de que en la sesión del próximo martes se apruebe llamar a comparecer al secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, para que explique la intervención poco clara de esa dependencia en la investigación contra el ex tesorero del gobierno capitalino, Gustavo Ponce, ''ya que más bien parece que se trata de parte del complot contra López Obrador''.

Ortega recordó que en la sesión del jueves pasado, el panista Diego Fernández de Cevallos impidió que se presentara el punto de acuerdo, toda vez que aquellos asuntos no agendados deben contar con la aprobación de los coordinadores para llegar al pleno, aun sin estar programados.

Para el martes ''ya no podrá haber esa excusa'', agregó Ortega Martínez, quien desechó que el Senado de la República pueda plantear la destitución de López Obrador, como algunos legisladores panistas pretenden. ''No hay ningún elemento para ello y no creo que los senadores del PRI se presten a una canallada de esa naturaleza'', señaló.

En entrevista por separado, el senador Raymundo Cárdenas consideró que todo el PRD defenderá a López Obrador de esa campaña ''estructurada desde el poder''.

Dijo que Fox se vio ya como un pésimo estadista, al negar audiencia al jefe de Gobierno. ''Me parece que la posición del Presidente es ya muy incómoda. No sabe cómo explicar a la opinión pública el involucramiento de autoridades de distintas secretarías en el complot que denunció Andrés Manuel López Obrador'', señaló.

De ahí que ''la reacción primera del Presidente fue no hablar con López Obrador, en un asunto que se asemeja, guardadas las debidas proporciones, con el Watergate que hizo caer a Richard Nixon. Aquél fue un intento de espionaje, de utilización del aparato del Estado para obtener beneficios políticos de partido. Aquí el intento se consumó y creo que están en una situación delicada en el gobierno federal y por eso quieren salir acusando ahora al jefe de Gobierno''.

Respecto a los planteamientos de algunos panistas en el sentido que el Senado intervenga para desaparecer poderes en la capital, sobre todo a partir de que la PGR inició averiguaciones previas contra López Obrador, Cárdenas advirtió que no hay ninguna causal, ni controversia ni ningún problema de funcionamiento de los poderes públicos.

Tampoco hay condiciones, dijo, ''para que en el PRI le hagan el caldo gordo al PAN en eso, porque sería además ''una acción que pondría en riesgo la gobernabilidad del país''.

El factor económico

Tratar de destituir al gobernante con más popularidad en el Distrito Federal, ''pondría al país en un riesgo de ingobernabilidad bárbaro, que afectaría primero a la economía y Fox tiene que pensar en ese riesgo. Tiene que medirle mucho, porque ya está lindando en crear las condiciones para que los inversionistas tengan temor y reaccionen de la forma como ellos lo hacen''.