México D.F. Domingo 11 de abril de 2004
Destinarán 2 millones 900 mil euros para
la salud mental de los afectados
Madrileños recordarán este Domingo de
Pascua a las 192 víctimas del 11-M
Condolencias, poemas, flores, veladoras y mensajes en
algunas de las tres estaciones
JENARO VILLAMIL ENVIADO
Madrid, 10 de abril. Este Domingo de Pascua los
madrileños y miles de extranjeros que han colocado sus condolencias,
poemas, recuerdos, flores, veladoras y mensajes en algunas de las tres
estaciones de los trenes de cercanías de Atocha, El Pozo del tío
Raymundo o Santa Eugenia recordarán el primer mes de los peores
atentados terroristas en la historia reciente de España.
En
los hospitales aún quedan 46 personas heridas, dos de ellas de gravedad,
y entre los últimos fallecimientos de una lista de 192 personas
están registrados los de una mujer española de 49 años
de edad, el 29 de marzo, y de una joven peruana de 22 años, el 18
de marzo, según los datos de la Conserjería de Sanidad.
"México con España: Cerca o lejos jamás
olvidaremos. Ibamos todos en esos vagones y todos hemos muerto un poco.
Pero ningún terrorista matará nuestro derecho a vivir en
paz y libertad".
Este es uno de los miles de mensajes que se leen en la
estación de Atocha, donde en los últimos días han
desfilado a diario personas de todas las nacionalidades y las edades para
recordar la tragedia del 11 de marzo. Y esa es quizá una de las
características esenciales: el duelo por el 11-M rebasa las
fronteras españolas.
Así también se leen cartulinas en árabe,
en chino, en rumano y en búlgaro para re-cordar a buena parte de
las víctimas que fa-llecieron ante el impacto de las cuatro ex-plosiones
en los trenes de cercanías.
La tercera parte de las víctimas fueron de origen
extranjero. Conmueve la foto de una víctima marroquí, colocada
en uno de los altares de Atocha con la leyenda "Viniste a España
a trabajar y tus propios paisanos te mataron. ¿Por qué?"
Cientos de mensajes expresan la cercanía y el duelo
con los ciudadanos españoles desde el origen nacional que conviven
en este crisol que es Madrid y que el 11-M sacó a relucir:
"Brasil es madrileño", "Rumania-Bucarest, estamos cerca de vosotros",
"Los chilenos lloramos con y por las víctimas del terrorismo", "Basta
de la violencia, Puerto Rico se une a Madrid", "Bolivia recuerda con dolor
y llora junto a España el 11-M. Te queremos España",
"Millones de estadunidenses se oponen a la guerra y os apoyamos y estamos
con vosotros en vuestro dolor", "Ecuador contra el terrorismo"
Versos sentidos, poemas únicos como los de Pablo
Neruda, de España en el corazón, escrito en 1937,
se vuelven a leer en Atocha y El Pozo: "¡No han muerto!/ Están
en me-dio de la pólvora/ de pie, como muchos ar-diendo". Y otros
versos anónimos, como és-tos: "Madrid Matriz Madre/ tierra
de todos/ pisó tu linda cara/ el monstruo poliédrico/ ahogando
con su nube/ tus flores singulares/ sembradas con aromas/ de muchos cielos".
Y es que en cada una de estas estaciones, desde el 12
de marzo, al día siguiente de los atentados, no dejan de desfilar
miles de ciudadanos para expresar su solidaridad y su dolor con las víctimas,
pero también para expresar su rabia y su odio contra los go-biernos
que promovieron la guerra en Irak.
Junto con muchas imágenes religiosas también
se observan mensajes que dicen "Aznar responsable", "Bush, Putin, Aznar,
Superterror", "Aznar apoya a Bush y el pueblo paga las consecuencias".
Nadie olvida, nadie quiere cerrar la página, en
estas expresiones que han desbordado al saliente gobierno de José
María Aznar y el Partido Popular.
De hecho, sólo en la calle Génova se lee
una manta con aquel lema que dictó Aznar para la marcha del 12 de
marzo y que nadie ha repetido: "Con las víctimas, con la Constitución
y contra el terrorismo".
A cambio, han crecido las expresiones que demandan el
retiro de las tropas de Irak, la paz y el fin de la estigmatización.
En Santa Eugenia también se lee: "Marroquíes sí, Al
Qaeda no".
Un mes después de los atentados, la co-munidad
de Madrid informó, según reporte de la Cadena Ser, que se
destinará una partida de 2 millones 900 mil euros a acciones destinadas
directamente a la salud mental de quienes fueron afectados directa o indirectamente
por los atentados.
La cifra de los afectados directamente, quienes estuvieron
en esas horas tomando los trenes, supera las 5 mil personas.
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