.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Migración
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
Fotografía
Cartones
CineGuía
Suplementos
Perfiles
La Jornada en tu PALM
La Jornada sin Fronteras
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo electrónico
Búsquedas
Suscripciones

P O L I T I C A
..

México D.F. Domingo 11 de abril de 2004

Rolando Cordera Campos

Fin de semana

Mientras los partidos acaban de contar sus múltiples bajas, abril se abre paso y la agenda mundial se carga de malas nuevas. No hay manera de dejar atrás la sensación de que el planeta que se globaliza a ritmo acelerado al mismo tiempo se desgaja en mil y una unidades que no encuentran centro ni cohesión interna. Irak, con toda su crueldad y violencia, no es, en este sentido, sino una ilustración excesiva de un proceso que no deja en paz a nadie.

Robin Cook se pregunta si George Bush y Tony Blair serán capaces de reconocer sus errores y su especulación no tranquiliza a nadie. Más bien, lo que parece estar en el aire como moneda envenenada es el propio futuro de la patria de Lincoln. Una alternativa, nos informa Arturo Balderas en estas páginas, es la que plantea John Dean, unos de los antihéroes del watergate: o truena la burbuja Bush-Cheney, o truena la democracia estadunidense. Otra, que John Kerry, cuyo discurso sólo puede aburrir a los cursis, logre conformar una gran coalición que no sólo reviva lo mejor o menos peor de William Clinton, sino que ponga a Estados Unidos en la ruta de un auténtico nuevo trato, a la altura de su gran constructor de los años 30 del siglo pasado, el sagaz presidente Roosevelt.

Nosotros no tenemos mucho espacio para el acomodo. Atados a la economía internacional por intermedio de la economía del vecino del norte, nos hemos convertido en viva lección de lo que no hay que hacer en economía política internacional y estamos al borde de volvernos ejemplo de libro de texto sobre lo que no debe hacerse en materia de democratización tardía. Sin clemencia, lo que se impone en el panorama nacional es la demografía del mal empleo y, como advertía Gustavo Cabrera, la posibilidad de una demografía de la pobreza. Este debería ser el punto de partida de una reflexión nacional en busca de un proyecto para todos, en vez de la lamentable sarta de ocurrencias en que se han metido el gobierno y los partidos de oposición cuando hablan, proponen y contraproponen, de unas vacuas reformas de estructura cuyo origen, justificación e implicaciones nadie acierta todavía a explicar a satisfacción.

John Kerry, nos comunican Jim Cason y David Brooks en La Jornada (09/04/04), escribió hace unos años un libro que nos compete y actualiza por entero. En The new war, el ahora candidato demócrata a la presidencia advierte a sus lectores del peligro de la fusión de los corruptos con los empresarios privados del crimen organizado. "Al fragmentarse el PRI -escribía Kerry en 1997- en un ala tecnócrata, encabezada por el presidente Zedillo, que controla poco, y el ala de los dinosaurios, tipificada por Carlos Hank González, que es crecientemente corrupta, México empieza a reflejar las palabras de (el poeta) Yeats: 'las cosas se deshacen; el centro no puede mantenerse'".

No es sólo la sensibilidad sobre México de que da cuenta el demócrata estadunidense lo que merece destacarse, sino la indudable puntualidad de su diagnóstico sobre nuestro país y su relación con el suyo. "Ninguna de estas naciones, decía, ha enfrentado las implicaciones de proceder con la privatización y el libre comercio sin avanzar simultáneamente con las reformas políticas y de seguridad pública necesarias". (La Jornada, 09/04/04, p. 21.)

En esas estamos y seguiremos cuando se resuelva el gran enigma estadunidense que, como anuncia Dean, puede volverse tragedia. Sin excusa, los mexicanos tendríamos que empezar ya a rescribir una agenda que la alternancia dio por resuelta y que se ha probado no sólo esquiva, sino del todo amenazante y laberíntica. Por dónde empezar, más que cómo seguir, se ha vuelto la pregunta ominosa de la hora y del año, y no hay por lo pronto nadie que ose responderla.

Sin duda, crecer rápido y pronto es la exigencia del momento, pero como bien decía Kerry no se puede dejar para mañana el tema de la política y el de la seguridad. El primero, como a su vez nos lo han planteado con brillantez y casi al alimón Raúl Trejo y Luigi Ferrajoli en Nexos de abril, es inseparable del de los medios de información de masas que aquí se han vuelto también medios de incomunicación y confusión masiva. El segundo debería entenderse en toda su complejidad y no dejar fuera el candente asunto de la seguridad social, hoy puesto contra la pared por sus propios servidores profesionales que exigen al país que "respete" sus ritmos gremiales.

Antes de que los ricos acaben de armarse para blindar su seguridad, y de que arramblen contra lo poco que queda de los servicios públicos destinados a proteger a los débiles, los contendientes de la fuga hacia 2006 bien podrían dejarnos saber qué piensan que pueden hacer hoy al respecto. Los dimes y diretes entre procuradores, diputados y asambleístas no dejan tranquilo a nadie y los chascarrillos desmañanados del peje han dejado de tener efecto alguno.

Termina el fin de semana, pero el periodo de gracia de la transición hace mucho que acabó.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4329 y 4110
Email