Propuesta laboral de Bush, forma de esclavitud: Davis, representante en México

Reitera la AFL-CIO apoyo a reformas en EU para beneficiar a migrantes

FABIOLA MARTINEZ

La AFL-CIO, central obrera más grande de Estados Unidos, ratificó su apoyo en favor de reformas que aseguren los derechos laborales básicos para millones de migrantes que viven en aquel país, así como en la promoción de comercio justo en el continente.

Benjamin Davis, nuevo representante en México de la AFL-CIO, dijo que aun cuando los próximos meses estarán influidos por los temas electorales -de cara a los comicios de noviembre próximo en la vecina nación del norte- es necesario pugnar por los derechos de los migrantes con el objetivo de que todo trabajador pueda recibir la protección social de las leyes nacionales e internacionales.

"Nuestra central no apoya un anteproyecto de reforma migratoria específico, aunque hemos criticado el plan de Bush en la materia porque no ofrece protección adecuada a los trabajadores y, sobre todo, es una forma de esclavitud, toda vez que no precisa si el plazo legal de tres años (que se otorgaría a los trabajadores migrantes) es renovable", estimó.

La federación obrera estadunidense mantiene oficinas en diversos países del mundo, esquema que en México toma el nombre de Centro Americano para la Solidaridad Sindical Internacional (CASSI), el cual no ha estado exento de críticas, inclusive por presunta "injerencia" en la vida sindical local.

Lo anterior, por apoyar movimientos de organizaciones independientes, en especial de obreros de la industria maquiladora en la frontera norte, y coadyuvar para promover demandas ante la oficina del Acuerdo de Cooperación Laboral de América del Norte, mecanismo alterno al tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.

Al respecto, Davis afirma que tales acusaciones "son sumamente contradictorias" porque los trabajadores que prestan servicios en Estados Unidos y su organización, la AFL-CIO (con una membresía calculada en 13 millones), luchan por el respeto a la soberanía de los países en vías de desarrollo, en especial en el contexto de los procesos de privatización, en los cuales "las decisiones deben estar en manos de mexicanos y no de trasnacionales".

La soberanía, agrega el representante de la central, no se resguarda al mantener tras la línea fronteriza a las diversas organizaciones internacionales, sino al preservar como entidades públicas las estructuras que proveen a los habitantes de servicios básicos, como educación, salud y agua, entre otros.

Por eso, el CASSI ratifica su apoyo a los trabajadores ante los sucesos referidos y ante la competitividad comercial que deben enfrentar los trabajadores de ambos lados de la frontera, debido al avance de la comercialización de los productos de origen asiático. "Ahí es donde nos damos cuenta de que no es una competencia norte-sur, sino sur-sur".

No obstante, para la AFL-CIO es de principal interés estar atentos al desarrollo de los sucesos en México y reforzar su diálogo y cooperación con las afiliadas a la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres en este país, es decir, la Confederación de Trabajadores de México, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos y la Unión Nacional de Trabajadores.

Es interesante, agregó, observar la evolución de los preceptos de libertad sindical, más aún cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha pronunciado en favor de ese tema, en respaldo a diversos acuerdos ratificados por México, como el convenio 87 de esa instancia.

"Nuestra misión es apoyar al movimiento sindical en su lucha por la defensa de derechos nacionales e internacionales. La experiencia del TLCAN nos ha enseñado que tenemos intereses comunes y frecuentemente enfrentamos los mismos problemas", señaló Davis, quien desde el mes pasado ocupa el cargo que dejó Ana Elsa Avilés.