México D.F. Miércoles 7 de abril de 2004
Gobernación asegura que son 33 y autoridades
de Coahuila señalan que 34 perecieron
Sube la cifra de muertos en Piedras Negras; reportan
20 desaparecidos
Descarta el gobernador que se realice una investigación;
fue "algo sorpresivo", aduce
ALONSO URRUTIA ENVIADO
Piedras
Negras, Coahuila, 6 de abril. La cifra de muertos provocados por el
desbordamiento del río Escondido se elevó este martes a 34,
según la información del gobierno del estado; sin embargo,
la Secretaría de Gobernación mantuvo en 33 el número
oficial de muertos.
Además, al cierre de esta edición se hablaba
de la aparición de otros dos cuerpos femeninos en las aguas del
río Bravo, a 30 kilómetros de donde ocurrió el desastre.
Estos corresponderían a dos mujeres de entre 23 y 30 años.
Hasta el momento han sido identificados 29 de los 34 cuerpos
que se han rescatado.
De acuerdo con las cifras del gobierno del estado aún
hay al menos 20 personas desaparecidas en la localidad Villa de Fuentes,
colindante a esta ciudad fronteriza, donde los servicios de agua y energía
eléctrica no han sido restablecidos.
Una cuadrilla de 12 vehículos tipo buldozer,
camiones de volteo y motoconformadores retiraron escombros de casas y reabrieron
caminos que estaban bloqueados por los residuos que dejó la avenida
del río Escondido, el cual en los últimos 50 años
no había crecido más de 20 centímetros, pero la noche
del lunes aumentó su volumen como resultado de escurrimientos producto
de las lluvias en la sierra de Coahuila. Y esta madrugada volvió
a llover.
La nueva tormenta, que cayó a las cuatro de la
mañana, obligó a la evacuación de unos 400 habitantes
de las colonias Argentina y El Edén -por las cuales cruza el arroyo
El Soldado, que alimenta al río Escondido-, a quienes se trasladó
al refugio temporal Beto Estrada.
Este
mediodía arribó la secretaria de Desarrollo Social (Sedeso),
Josefina Vázquez Mota, quien de inmediato realizó un sobrevuelo
por la zona devastada en compañía del gobernador del estado,
Enrique Martínez y Martínez, y el alcalde Claudio Bress.
Vázquez Mota anunció apoyos federales por
una suma de 34.5 millones de pesos, los cuales se destinarán a la
reconstrucción de viviendas e infraestructura, así como a
la aplicación del programa Empleo Temporal en esta región,
el cual se orientará hacia la remoción de escombros.
El gobernador del estado descartó que se vaya a
iniciar una investigación en torno al desempeño de las autoridades
municipales y a los cargos directivos de los cuerpos de Protección
Civil estatal y municipal, toda vez que, aseguró, la magnitud de
los daños y el número de víctimas fueron provocados
por el sorpresivo "golpe de agua", proveniente del río Escondido
que azotó la zona Villa de Fuentes.
"Una tragedia como éstas dilata solamente cinco
minutos", dijo el mandatario estatal, y aludió a los reportes técnicos
recibidos por los expertos de la Comisión Nacional del Agua, quienes
informaron que el desastre fue producto de una precipitación pluvial
atípica y en muy corto lapso de tiempo.
Según reportes del director de Protección
Civil de la Secretaría de Gobernación, Oswaldo Flores, en
una hora cayeron en la zona "55 milímetros de agua por minuto, lo
cual es un evento inusitado en tan poco tiempo; eso es aproximadamente
la lluvia que tardaría en caer en dos meses, pues los reportes dan
cuenta de que aquí llueve entre 350 y 400 milímetros al año.
Estamos hablando de que en una hora cayó 20 por ciento de lo que
llueve anualmente".
Martínez y Martínez desestimó los
señalamientos de que las autoridades municipales conocían
la dimensión del crecimiento del caudal del río Escondido
con horas de anticipación a la tragedia.
Ayer al mediodía, personal de la Sedeso inició
el recuento de las casas dañadas, pues según las estimaciones
de algunas autoridades locales éstas rondarían el millar,
mientras que Protección Civil de la Secretaría de Gobernación
dice que serían alrededor de 500 las viviendas dañadas de
manera importante.
Al desglosar las partidas que destinará el gobierno
federal, Vázquez Mota dio a conocer que 5 millones de pesos provendrán
de la ampliación de los recursos del programa denominado Hábitat,
que se aplicará de manera adicional al dinero que provendrá
del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), del cual no se exige "una contraparte
de los gobiernos estatal y municipal". Esa partida se canalizará
a la reconstrucción de la infraestructura hidráulica, eléctrica
y otro tipo de equipamiento urbano de la zona afectada.
Asimismo, 5 millones de pesos más se aplicarán
por la vía del programa Empleo Temporal, que se orientará
a aquellas personas que hayan perdido su trabajo y que en esta coyuntura
laborarán en la remoción de escombros.
Otros 17 millones de pesos serán destinados directamente
a la reconstrucción y al otorgamiento de apoyos para la remodelación
de viviendas afectadas, principalmente de las personas que hayan sufrido
la muerte de familiares.
De igual forma, 1.5 millones de pesos más se destinarán
para el desarrollo de proyectos productivos para aquellas personas cuyo
jefe de familia haya fallecido en la tragedia. También se abrió
una cuenta para la captación de donativos, los que se sumarán
a las aportaciones de la fundación Banamex, que serían para
adquirir enseres domésticos.
Finalmente, de acuerdo con el más reciente reporte
de Protección Civil federal, hasta ayer por la noche permanecían
alrededor de 2 mil personas en los diversos albergues que se han improvisado
en esta ciudad.
Y aunque la cifra es fluctuante, toda vez que ayer se
cerró el acceso a la zona devastada, la carencia de energía
eléctrica y agua hace prever a las autoridades que todavía
habrán de permanecer decenas de familias durante más días.
(CON INFORMACION DE LA CORRESPONSALIA EN COAHUILA,
CAROLINA GOMEZ, CIRO PEREZ Y DAVID CARRIZALES)
Lo material se lo iba a llevar... pero las personas
sí se hubieran salvado: sobreviviente
Dolor, desolación, angustia y una queja al aire
en el sepelio de las víctimas de Piedras Negras
ALONSO URRUTIA ENVIADO
Piedras Negras, Coah., 6 de abril. La tarde de
hoy es intensa en el panteón municipal. El dolor campea en el lugar
y los deudos se entrecruzan por las veredas de las tumbas para llegar a
alguno de los nueve entierros que en muy poco tiempo deben desahogar los
agobiados sepultureros.
Las
carrozas transitan sin cesar en esta tarde. Se diría que el panteón
está congestionado con el lento paso de cadáveres
y la peregrinación de deudos que los siguen hasta sus tumbas. Historias
diversas, cuyo denominador común es el trágico final de la
vida de un familiar que soportó hasta el límite la crecida
del agua o por la azarosa volcadura de la troka en su carrera por
escapar del agua.
Hacia la parte sur del cementerio la tragedia abarca tres
generaciones. Desde la abuela Asunción Scott viuda de Luna, la hija
Santa Ofelia de Luna Scott y hasta la nieta Graciela Hernández,
fallecidas por el brutal golpe del agua nunca visto en la región.
Más allá, David Torres, de 12 años,
asiste al sepelio de su madre, Suzel Esparza, y al de su hermana, Mariana
Torres, quienes no tuvieron la suerte de él, quien salvó
la vida tras volcar el carro en el que huían dse la crecida.
Poco más al centro los restos de un par de hermanos
-Rosa Elia y Beatriz Galván- serán enterrados cuando el sepulturero
tenga tiempo.
La tarde es asombrosamente soleada; no hay nubes en el
cielo y la tormenta que cayó en la madrugada ya no tuvo efectos
mortales en esta ciudad.
Pero mientras para algunos con el entierro de su familiar
llega el final de su dolor, a otros los consume la incertidumbre por la
desaparición de algún familiar.
En medio de la afanosa labor de rescatistas y soldados,
la soledad de Antonio Hernández es inmensa; deambula por los alrededores
de lo que fue su vivienda, donde por última vez vio a sus hijos
Adriana, Guadalupe y Antonio antes que se los llevara la corriente.
Camina con la mirada perdida y se aferra a los últimos
trofeos de Adriana y Antonio, alcanzados por su desempeño académico
en la escuela ubicada en la vecina ciudad estadunidense de Eagle Pass.
Una cuadrilla de rescatistas de la Cruz Roja y de militares
buscan a los hijos de Antonio Hernández. El desea que los cuerpos
estén ahí, donde se hundió el árbol al que
los trepó antes de que la corriente se lo llevará a él
y lo arrastrara hasta el puente ubicado unos 200 metros más abajo.
Dice que aún alcanzó a ver cómo se
sumergía el árbol con todo y sus hijos. Sólo sobrevivió
su esposa Elida Huitrón y su hija más pequeña. "La
mujer está desecha (dice su cuñado Salvador) porque no pudo
sostener a Antonio, que lo tenía entre sus brazos". Ya sólo
lo escuchó gritar cuando el río también se la llevaba
a ella.
Horas después los rescatistas localizaron el cuerpo
de Antonio, un niño de seis años.
A unos metros de la casa de los Hernández, la familia
García vive su propio drama. Varias de las hermanas de José
García observan desesperadas cómo los trascavos laboran para
remover el montón de escombros que sepultó la vivienda donde
se vio por última vez a José.
Dicen que no hubo quien lo convenciera de la urgencia
de escapar. Aferrado como era, esperó hasta el fin el desbordamiento
del río. Desde esas horas -mediodía- nadie lo ha vuelto a
ver, y los familiares desesperados tienen sentimientos encontrados, desean
ya encontrarlo, pero no quieren confirmar su muerte, pues aún tienen
esperanzas de tenerlo con ellos.
De la casa sale la voz de un militar, quien confirma el
hallazgo. Súbitamente se congregan en la casa rescatistas, soldados
y judiciales, mientras los familiares rompen su silencio con gritos y llantos.
Minutos después el cadáver es subido a la
ambulancia que sale de inmediato al hospital civil.
Esas son las historias trágicas que prevalecen
en el lugar, pero cada quien vive su drama particular.
Sin las dimensiones que implica la pérdida humana,
decenas, quizá centenares de familias miran, anímicamente
devastadas, los restos de lo que fueron sus casas.
Muchos se aventuran entre las piedras y el lodo para rescatar
algo de lo valioso que puedan encontrar.
Los aparatos electrodomésticos y muebles se dan
por perdidos; más bien la gente ansía recuperar sus recuerdos.
Y ahí van saliendo las fotografías de los
momentos importantes de sus vidas: las sonrisas en las bodas o los 15 años,
o las fotos escolares.
Los San Judas y las Ultimas Cenas, colgados para el amparo
familiar, son de lo poco que aún se puede recuperar.
En la zona más devastada las narraciones sobre
las peripecias para salir con vida del lugar se multiplican.
Víctor Martínez, un ex trailero jubilado,
relata que aquella noche su nieta trajo la voz de alerta, gritando algo
que para entonces se le hacía increíble, pues jura haber
visto a un hombre aferrado a un refrigerador en medio del río Escondido.
Tan sólo eso permitió a la familia de 18
miembros salir con vida de la riada. Hasta ahora regresó para corroborar
la devastación de su casa. Mentalmente reconstruye dónde
vivió las pasadas décadas y a señas ubica los pedazos
de vivienda que sirvieron para respaldar su verdad.
Próximo al lugar, Roberto González trata
de rehacer su ánimo maltrecho para demandar algo elemental: "si
no tuviéramos este alcalde no habría habido tantos muertos,
porque ellos saben bien que desde las cuatro de la tarde del domingo les
avisaron que el río venía demasiado crecido, y no fueron
para pararse aquí y advertirnos del peligro.
"De lo material, pues ya ni modo, de todas maneras se
lo iba a cargar... pero las personas, ésas sí se pudieron
salvar..."
Las aguas habrían arrastrado a un niño y un adulto
Desalojan a habitantes de zonas aledañas al río Bravo, en Nuevo León
CARLOS FIGUEROA, MARTIN SANCHEZ Y DAVID CARRIZALES CORRESPONSALES
Elementos de Protección Civil desalojaron a habitantes de zonas aledañas al río Bravo desde Colombia, Nuevo León, hasta los puentes internacionales de Nuevo Laredo, Tamaulipas, al no descartarse que el afluente se desborde por las lluvias recientes en la zona.
De acuerdo con una cadena de televisión nacional, un niño y un hombre fueron arrastrados por la corriente del río Bravo y se hallaban desaparecidos.
De su lado, el gobierno de Nuevo León anunció que solicitará a la Secretaría de Gobernación que declare zona de desastre a los municipios Los Herrera, Los Ramones, China, Terán y Anáhuac, donde los aguaceros de los recientes días han causado estragos
Más de 40 familias fueron desalojadas en Nuevo Laredo este martes, indicó el subsecretario de Protección Civil de Tamaulipas, Rafael Sandoval Hernández.
Añadió que se acordonaron "todas las áreas" neolaredenses adyacentes al Bravo, el cual arrastraba al mediodía del martes "mil 560 metros cúbicos por segundo", torrente que se esperaba llegara por la tarde a Nuevo Laredo con un nivel de 8.80 metros de altura.
Se previó que el riesgo en Nuevo Laredo disminuiría ocho horas después de que la creciente del río Bravo llegara a la ciudad.
Rafael Sandoval adelantó que antes de permitir a los desalojados volver a sus hogares, la Jurisdicción Sanitaria número 5 fumigaría los inmuebles "para evitar enfermedades" por la contaminación que pudiera haber por las aguas del río.
Por otra parte, 14 personas que pretendían cruzar el río Bravo para llegar de manera indocumentada a Estados Unidos fueron salvadas la noche del lunes, luego que quedaron atrapadas en una especie de isleta que se formó debido a la fuerza de la corriente.
Bomberos de Laredo, Texas, rescataron a los frustrados migrantes , y los entregaron a la Patrulla Fronteriza.
La policía de Nuevo Laredo recibió aproximadamente a las 22 horas del lunes una llamada, en la cual se le reportó que en las aguas del río Bravo, a la altura de los semáforos del bulevar Colosio, se escucharon gritos de personas aparentemente atrapadas en la corriente.
Entonces se enviaron al lugar unidades del Departamento de Bomberos, de Protección Civil y de la policía laredenses, que por la crecida del río no lograron rescatar a los atrapadas.
Al cerciorarse que de estaban muy cerca de la orilla del lado estadunidense se llamó a los bomberos de Laredo.
Pedirán a Gobernación declarar zonas de desastre en NL
El gobierno de Nuevo León dijo que solicitará se declaren zonas de desastre diversos municipios, entre ellos Los Herrera.
En esa demarcación cayó granizo del tamaño de pelotas de tenis, lo que provocó la muerte de cientos de cabezas de ganado y aves, así como daños en una centena de vehículos y similar número de viviendas, informó el alcalde José Luis Olivares Garza.
La Comisión Nacional del Agua abrió una compuerta de la presa Rodrigo Gómez para desfogar más de 20 metros cúbicos por segundo.
AUMENTO A 34 EL NUMERO DE MUERTOS EN PIEDRAS NEGRAS Casa arrasada por la crecida del río Escondido. Las autoridades señalaron que aún hay 18 personas desaparecidas. La titular de Sedeso, Josefina Vázquez Mota, dijo que se destinarán 34.5 millones pesos para reconstruir viviendas e infraestructura FOTO CARLOS RAMOS MAMAHUA
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