México D.F. Miércoles 7 de abril de 2004
José Steinsleger
Honduras: primus inter pares
Te cuento que cuba es un país "antidemocrático" y Honduras es un país "democrático". En Cuba, donde hay "opresión", no hay analfabetismo y todos los niños van a la escuela. En Honduras, donde hay "libertad", 40 por ciento de la población es analfabeta y 20 por ciento de los niños no van a la escuela porque sus progenitores carecen de dinero para cuadernos, lápices, ropa y calzado (Foro Social de la Deuda Externa, Tegucigalpa, 2003).
En Cuba es difícil que un joven no complete la secundaria. En Honduras, el Estado no sabe qué hacer con 100 mil adolescentes que integran las temibles pandillas de los mara salvatrucha, hijas del neoliberalismo. Entonces, los mata. Ramón Custodio, activista hondureño de los derechos humanos, estima que de 1998 a la fecha, 2 mil 170 menores de 22 años fueron asesinados por la policía.
En Cuba y en Honduras hay homosexuales, como en todos lados. Sin embargo, mientras en la isla la lucha contra la discriminación representa una ardua gestión de educación cívica, 200 homosexuales hondureños murieron asesinados en años recientes. ƑQué pasaría si un solo homosexual cubano corriese la misma suerte? Adivine... adivine. šAcertó!
En noviembre de 1993, el poeta Rigoberto Quezada Figueroa fue acribillado en su auto por ser consecuente con lo que escribía: "Condenado estás jornalero a tu jornal/ si tú resistes a pelear..." ƑQué jamás oyó hablar de Rigoberto, Max? Eso le pasa por leer ciertas publicaciones que distinguen entre poetas tropicales que merecen vivir y poetas tropicales que merecen morir.
Max era un poeta y un luchador social que al pueblo le recordaba la triste historia de Honduras. Recordaba que el 31 de enero de 1944, cuando el Partido Demócrata aún no había decidido la relección de Franklin Delano Roosevelt, el ministro de Defensa del tirano Tiburcio Carías Andino dirigió una circular a los funcionarios de gobierno que decía:
"Como asociados de la gran nación del Norte en la lucha armada podemos participar en la contienda civil que se aproxima en Estados Unidos, para elegir al ciudadano que guiará sus destinos durante los próximos cuatro años. Por ello, proclamamos como único candidato al ilustre patriota Franklin Delano Rossevelt". Los funcionarios que osaron preguntar acerca de la forma de hacerlo, fueron al bote.
Cuarenta años después, en febrero de 1983, el territorio de Honduras estaba ocupado con bases militares de agresión contra los pueblos centroamericanos. El subsecretario de Defensa Fred C. Ikle visitó el país y declaró: "La ampliación de pistas aéreas servirá para que Honduras defienda su sistema democrático y Estados Unidos tenga acceso a ellas al enviar ayuda en casos de emergencia, como cuando se presentan huracanes, inundaciones y terremotos".
A inicios de 1990, la guerra acabó y la ayuda económica militar del imperio también acabó. Pero en octubre de 1998, cuando el huracán Mitch causó el máximo grado de destrucción posible, los gringos se borraron y Cuba envió 300 médicos que allí están aún, trabajando en los sectores postergados del país.
Según el colectivo de estudiantes hondureños de la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba (700 becados), la Brigada Médica Cubana realizó 4 millones 210 mil consultas en todas las especialidades, habiendo salvado en cuatro años 100 mil vidas y reducido el índice de mortalidad infantil de 42 por ciento por cada mil nacidos vivos (1999), a 34.7 por ciento en 2004.
Por su lado, fuentes periodísticas teguceñas registraron 260 mil visitas a domicilio, 701 mil cirugías (de las cuales 25 mil 500 fueron de alto riesgo), 11 mil partos y 6 mil 995 reparaciones de equipos de salud, representándole al Estado hondureño un ahorro cercano a 2 mil 800 millones de dólares (La Prensa, 31/03/04).
Entusiasmada por los resultados de la llamada "guerrilla blanca", Aguas Ocaña de Maduro, esposa del presidente de Honduras, viajó a Cuba. Y el mismo día en que se derritió en agradecimientos ante el canciller Felipe Pérez Roque, el presidente Ricardo Maduro, su señor esposo, recibía en Washington un par de cachetadas del secretario de Estado, Colin Powell, para que Honduras condene a Cuba por supuestas violaciones en la Comisión de Derechos Humanos que sesiona en Ginebra.
Primero entre iguales (primus inter pares), el canciller hondureño Leonidas Rosa declaró que el proyecto de resolución (redactado en inglés) "...si se lee textualmente, con espíritu hondureñista, lo único que tiene es una indicación como quien indica a un amigo" (AFP, 4/04/04).
En el texto Incidentes de viaje por Centroamérica, Chiapas y Yucatán, el viajero John L. Stephens (1805-52) escribe: "El lector tal vez tenga curiosidad de saber cómo se venden las ciudades antiguas en Centroamérica. Lo mismo que otros artículos de comercio, se regulan por la existencia en el mercado, y la demanda; pero no siendo artículos principales(...) se mantienen precios caprichosos, y en ese tiempo estaba floja la venta. Yo pagué 50 dólares por las ruinas mayas de Copán".
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