México D.F. Lunes 5 de abril de 2004
Colonos: entre febrero y marzo ocurrieron dos
accidentes en los que murieron 2 personas
En Ecatepec, 100 talleres clandestinos ponen en riesgo
a la población
En esos espacios se almacenan solventes y se elaboran
muebles y artículos de plástico
JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSAL
Ecatepec,
Mex., 4 de abril. En la comunidad de Hank González, enclavada
en las faldas de la sierra de Guadalupe, operan al menos 100 talleres y
fábricas en las que se elaboran muebles y artículos de plástico,
así como depósitos que almacenan desperdicios industriales.
En el poblado habitan más de 15 mil personas, las
cuales se encuentran expuestas a algún accidente porque la mayoría
de dichos centros fabriles se encuentran ilegalmente instalados en viviendas,
donde se utilizan solventes y pinturas, y los desechos son arrojados a
la red de drenaje principal.
Esos centros carecen de controles de seguridad y no tienen
en cuenta las medidas necesarias de Protección Civil en caso de
que ocurriera ante algún siniestro.
Un grupo de vecinos inconformes con la situación
señaló que durante los últimos 12 meses ocurrieron
en la colonia Hank González seis accidentes que pusieron en riesgo
a las familias de la zona, por lo que se organizaron para exigir a las
autoridades que las fábricas y depósitos sean clausurados
o reubicados.
Informaron que entre febrero y marzo del presente año
sucedieron los dos hechos de mayor gravedad.
El 11 de febrero pasado ocurrió una explosión
en un horno de la fábrica de muebles Fersllan, lo que dejó
como saldo dos trabajadores muertos y dos lesionados.
El 7 de marzo hubo un incendio en una almacenadora de
solventes.
Estos
dos incidentes han puesto en alerta a las autoridades municipales y a los
vecinos.
Los colonos, que padecen los olores constantes de solventes
o fugas de gas, realizaron una manifestación para denunciar la situación.
Hace al menos cinco años comenzaron a instalarse
en la colonia Hank González pequeños talleres y fábricas
por personas que en sus domicilios, o rentando un espacio, trabajan principalmente
en la elaboración de muebles y camas tubulares, explicaron Roberto
Hernández, Leonardo Jiménez, Elvira Orozco y Tomasa Galáviz,
integrantes de la comisión de colonos inconformes.
Narraron que la mayoría de los dueños de
los establecimientos fueron poco a poco extendiendo sus negocios a costa
de la seguridad de los vecinos, pues fueron rentando más predios
para almacenar sus productos, desperdicios industriales e incluso pinturas
y solventes en grandes cantidades.
Indicaron que ahora se estima que en la comunidad existen
unos 100 establecimientos en los que se manejan sustancias peligrosas,
y la mayoría no están registrados ante el ayuntamiento municipal.
Durante un recorrido por la colonia se constató
que los casos que pudieran resultar más peligrosos son tres talleres
que operan frente al jardín de niños Montessori y a un costado
de la escuela primaria Luis Spota, pues mientras los trabajadores manipulan
sustancias corrosivas y hasta explosivas, a unos cuantos metros los menores
de edad toman clases.
Las direcciones de Reglamentos, Protección Civil,
Ecología y Desarrollo Urbano del ayuntamiento realizan inspecciones
en la colonia desde el martes pasado.
A partir de estas diligencias se han clausurado al menos
15 talleres e impuesto procedimientos administrativos a otras.
Sin embargo, los dueños de las fábricas
han violado los sellos y los trabajadores continúan laborando sin
problema alguno, mientras la población sigue en peligro latente,
por lo que los inconformes piden que las autoridades pongan un alto a ese
tipo de negocios y talleres que no cuentan con normas de seguridad para
sus trabajadores y los vecinos.
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