Irán rechaza que oculte instalaciones a inspectores

Se niega Brasil a que la AIEA examine plantas nucleares: The Washington Post

AFP Y REUTERS

Washington, 4 de abril. El gobierno brasileño se negó a que inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) examinen una planta de enriquecimiento de uranio que se construye cerca de Río de Janeiro, informó este domingo el diario The Washington Post.

El rotativo, que citó a funcionarios brasileños y diplomáticos anónimos en Viena, expresó que la AIEA y Brasil se encuentran en un impasse en cuanto a las inspecciones. Brasil sostiene que la planta de Resende producirá uranio poco enriquecido, no del tipo que se puede utilizar en armas nucleares, y por tanto se niega a que inspectores de la AIEA visiten las instalaciones, alegando que debe proteger intereses sobre derechos de propiedad, según el Post.

El periódico argumenta que el estancamiento en las negociaciones hace temer un nuevo tipo de carrera nuclear, marcado no sólo por la búsqueda de armas, sino por el desarrollo legal de tecnología avanzada para la producción de energía atómica, que puede evolucionar rápidamente en programas de armamentos.

El informe sostiene que el proyecto brasileño socava la posición del presidente estadunidense George W. Bush, quien pidió restricciones al proceso de enriquecimiento de uranio como parte de una estrategia para combatir la proliferación nuclear.

Especialistas en la materia sostienen, según el Post, que si Estados Unidos y la Organización de Naciones Unidas (ONU) no intervienen para restringir el programa brasileño o al menos no insisten en las inspecciones, los esfuerzos de Washington para que países como Irán o Corea del Norte paralicen su enriquecimiento de uranio se verán socavados.

A todo esto, Irán, que se encuentra bajo nueva presión externa para que demuestre que no está trabajando en la fabricación de una bomba atómica, indicó este domingo que no cuenta con instalaciones nucleares clandestinas que haya ocultado a los inspectores de la ONU.

Un grupo de diplomáticos occidentales que siguen a la AIEA dijo recientemente que información de inteligencia generó cierto recelo respecto a que Teherán no hubiera paralizado el enriquecimiento de uranio, sino que hubiera trasladado esta actividad a instalaciones menores, alejadas de la vista de los inspectores.